Eres un Sol...
Me ha herido recatándose en las sombras,
sellando con un beso su traición.
Los brazos me echó al cuello y por la espalda
partióme a sangre fría el corazón.
Y ella prosigue alegre su camino
feliz, risueña, impávida. ¿Y porqué?
Porque no brota sangre de la herida.
Porque el muerto está en pie.
(Bécquer)
Es
curioso como a pesar de ver salir el Sol impepinablemente cada día, de
guarecernos de él porque nos quema, de echarlo de menos cuando las
nubes lo ocultan mas tiempo de la cuenta, o de adorarlo con ímpetu
a lo largo de la historia por tantas civilizaciones, apenas sepamos
nada de él. Conste que sin él no estaríamos aquí; ni nosotros ni
nadie que respire porque...
Sepan
que nuestro ardiente amigo lleva ahí arriba calentándonos la friolera
de 4.600 millones de años; ¡ahí es nada!. Pero no crean que es ya un
anciano decrepito y achacoso, ¡qué va! El tío goza de una salud de
hierro y con sus facultades caloríficas y radiactivas en plena
ebullición. Si lo extrapoláramos a la vida de un hombre rondaría
ahora los 40, es decir, hecho un jabato.. Según los entendidos, al
Sol aun le quedan unos 5.000 millones de años más de frenética
actividad sexual, ¡perdón! quise decir nuclear... ¡En qué estaría yo
pensando!...
Un
poco antes de su extinción, sobre unos 1.000 millones de años, el
hidrógeno, que compone el 95% de su masa irá perdiendo fuerza y
colapsará sobre sí mismo. Como consecuencia de esto se hará menos
denso pero más grande y brillante y absorberá todos los satélites
que lo circundan, entre ellos nuestra Tierra. Es decir, nos querrá
tanto para esa fecha que nos dará un abrazo tan grande que nos
achicharrará de cariño (el abrazo del oso). Después se convertirá en lo que llaman
los astrónomos una enana roja, y desaparecerá.
Seguro
que ya lo saben, no obstante les refresco unos colosales datos...
Mirad, si un
explorador tuviera la osadía de llegar al Sol y encender allí una
linterna (vaya ejemplo) su luz tardaría en llegar a la Tierra 8 minutos; teniendo
en cuenta que ésta viaja a 300.000 kilómetros por segundo, quiere
decir que nuestro amiguete de toda la vida, el Sol, no quiere
mucho juntorio con nosotros, pues se coloca a 140 millones de kilómetros de
distancia, ¡Qué corra el aire!, pensará..
Decía
de manera poética el astrónomo y divulgador, Carl Sagan, que
“Todos nosotros estamos hechos de material de las estrellas” y es
cierto. El Universo, y con él nosotros, los humanos, estamos
compuestos de unos cuantos elementos básicos, como son, el
hidrógeno, el helio, el carbono o el oxígeno; lo único que nos
diferencia es la cantidad y combinación de cada uno...
Eso sí ¿Cómo demonios hemos llegado a conocer tantos datos y tan
precisos? Medir la distancia, la composición exacta, su pasado, su
futuro etcetera, no me digan que no es interesante saberlo, aunque luego
volvamos a nuestras miserias cotidianas, del tipo: coronavirus, crisis, Rufián, Puigdemont, Sánchez, Iglesias, Casado... En
fin.
Dicho
queda...
Joaquín
Yerga
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