Confieso que he vivido...
Nosotros,
los de antes, ya no somos los mismos.
--P.
Neruda--
No
crean ni por asomo que el título del articulo tiene algo que ver
conmigo. Lamentablemente yo he vivido algo, pero mucho menos que los
avatares sufrido y/o disfrutado por el gran poeta Pablo Neruda.
Una de sus últimas obras son sus, “Memorias” de entre las
cuales he sacado este título.. ¡Ya ven!..
Pablo
Neruda fue un tío con suerte. Digo lo de suerte porque era un
privilegiado del lenguaje poético; lo dominaba con soltura. Con sólo
23 años publicó su mejor y más conocido libro de poemas “Veinte
poemas de amor y una canción desesperada”. A partir de esto su
vida fue un continuo trajín de viajes como embajador de su país, y
entre medias, publicación tras publicación de una extensa obra.
Viajó
por medio mundo. Fue dos veces a la India de Gandhi, a la China de
Mao, a la Rusia de Stalin, a los Estados Unidos, a México, a Francia
etc. etc. En España estuvo durante la República, incluso fundó una
revista de carácter poético. Llegó a ser intimo amigo de García
Lorca y de Alberti.
Neruda
fue un autentico cronista de su época. Vivió intensamente todo lo que acontecía en su tiempo. En el año 1971 le dieron el Premio Nobel de
literatura y su fama y prestigio hizo, sino crecer. Muy comprometido
con la sociedad y con los más débiles, siempre creyó que con la
poesía podía cambiar el mundo. Estando de embajador en México se
hizo amigo del pintor Rivera que le instigó hacerse miembro
del partido comunista; cosa que hizo hasta el final de sus días.
Estando
ya en su Chile natal, retirado en la llamada Isla Negra, conoció el
golpe de estado de Pinochet y la muerte de su querido amigo
Salvador Allende, que se pegó un tiro cuando estaba a punto
de caer en manos de los militares golpistas. Él, (Neruda) murió a
los 71 años, unos cuantos días después que Allende. Hoy hay serias sospechas
sobre si fue envenenado por orden del general Pinochet.
Miren
qué cosas tan hermosas escribió, el amigo...
Éste
de abajo, posiblemente, dedicado a un amor no correspondido.
Te
amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En
las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero
yo ya sabia cómo eras. De pronto
mientras
ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente
a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como
hoguera en los bosques el fuego es tu reino.
Esta
esta otra, Neruda sufre de amor...
Cuerpo
de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te
pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi
cuerpo de labriego salvaje te socava
y
hace saltar al hijo del fondo de la tierra.
Aquí
encontró un nuevo amor...
Ahora
bien, si poco a poco dejas de quererme
dejaré
de quererte poco a poco.
Si
de pronto me olvidas no me busques,
que
ya te habré olvidado.
Si
consideras largo y loco
el
viento de banderas que pasa por mi vida
y
te decides dejarme en la orilla
del
corazón en el que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a
esa hora levantaré lo brazos
y
saldrán mis raíces a buscar otra tierra.
Éste
otro poema es bien bonito...
Para
mi corazón basta tu pecho,
para
tu libertad bastan mis alas.
Desde
mi boca llegará hasta el cielo
lo
que estaba dormido sobre tu alma.
Miren
lo profundo que puede llegar a ser el amor...
Mujer,
yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la
leche de tus senos como un manantial,
por
mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en
la risa de oro y la voz de cristal.
Sobre
la belleza de la mujer..
Desnuda
eres tan simple como una de tus manos:
lisa,
terrestre, mínima, redonda, transparente.
Tienes
líneas de luna, caminos de manzana.
Desnuda
eres delgada como el trigo desnudo.
Desnuda
eres azul como la noche en Cuba:
tienes
enredaderas y estrellas en el pelo.
Desnuda
eres redonda y amarilla
como
el verano en una iglesia de oro.
Dedicada
a un amiga del alma en la hora de su muerte...
Amiga,
no te mueras.
Óyeme
estas palabras que me salen ardiendo,
y
que nadie diría si yo no las dijera.
Amiga,
no te mueras.
Yo
soy el que te esperas en la estrellada noche.
El
que bajo el sangriento sol poniente te espera.
Miro
caer los frutos en la tierra sombría.
Miro
bailar las gotas del rocío en las hierbas.
En
la noche al espeso perfume de las rosas
cuando
danza la ronda de las sombras inmensas.
Bajo
el cielo del Sur, el que te espera cuando
el
aire de la tarde como una boca besa.
Amiga,
no te mueras.
En
estos versos de abajo muestra Neruda su inmensa tristeza por no poder
estar con su amada...
Puedo
escribir los versos mas tristes esta noche.
Escribir,
por ejemplo: La noche está estrellada,
y
tiritan, azules, los astros, a lo lejos.
El
viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo
escribir los versos mas tristes esta noche.
Yo
la quise, y a veces ella también me quiso.
En
las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La
besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella
me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo
no haber amado sus grandes ojos fijos.
Sólo
he entresacado un par de sonetos de cada poema. Su obra es enorme y
sus versos son de una belleza y naturalidad que apabulla. Les
recomiendo que lean algo más de Neruda, seguro que saldrán con los
sentimientos a flor de piel y con el alma enardecida por la emoción.
Joaquín
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