lunes, 17 de septiembre de 2018

Confieso que he vivido...

                                                                               


        

Nosotros, los de antes, ya no somos los mismos.
--P. Neruda--

No crean ni por asomo que el título del articulo tiene algo que ver conmigo. Lamentablemente yo he vivido algo, pero mucho menos que los avatares sufrido y/o disfrutado por el gran poeta Pablo Neruda. Una de sus últimas obras son sus, “Memorias” de entre las cuales he sacado este título.. ¡Ya ven!..
Pablo Neruda fue un tío con suerte. Digo lo de suerte porque era un privilegiado del lenguaje poético; lo dominaba con soltura. Con sólo 23 años publicó su mejor y más conocido libro de poemas “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”. A partir de esto su vida fue un continuo trajín de viajes como embajador de su país, y entre medias, publicación tras publicación  de una extensa obra.
Viajó por medio mundo. Fue dos veces a la India de Gandhi, a la China de Mao, a la Rusia de Stalin, a los Estados Unidos, a México, a Francia etc. etc. En España estuvo durante la República, incluso fundó una revista de carácter poético. Llegó a ser intimo amigo de García Lorca y de Alberti.
Neruda fue un autentico cronista de su época. Vivió intensamente todo lo que acontecía en su tiempo. En el año 1971 le dieron el Premio Nobel de literatura y su fama y prestigio hizo, sino crecer. Muy comprometido con la sociedad y con los más débiles, siempre creyó que con la poesía podía cambiar el mundo. Estando de embajador en México se hizo amigo del pintor Rivera que le instigó hacerse miembro del partido comunista; cosa que hizo hasta el final de sus días.
Estando ya en su Chile natal, retirado en la llamada Isla Negra, conoció el golpe de estado de Pinochet y la muerte de su querido amigo Salvador Allende, que se pegó un tiro cuando estaba a punto de caer en manos de los militares golpistas. Él, (Neruda) murió a los 71 años, unos cuantos días después que Allende. Hoy hay serias sospechas sobre si fue envenenado por orden del general Pinochet.
Miren qué cosas tan hermosas escribió, el amigo...

Éste de abajo, posiblemente, dedicado a un amor no correspondido.
Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria.
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato.
Pero yo ya sabia cómo eras. De pronto
mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida:
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas.
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.

Esta esta otra, Neruda sufre de amor...
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar al hijo del fondo de la tierra.

Aquí encontró un nuevo amor...
Ahora bien, si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.
Si de pronto me olvidas no me busques,
que ya te habré olvidado.
Si consideras largo y loco
el viento de banderas que pasa por mi vida
y te decides dejarme en la orilla
del corazón en el que tengo raíces,
piensa que en ese día,
a esa hora levantaré lo brazos
y saldrán mis raíces a buscar otra tierra.


Éste otro poema es bien bonito...
Para mi corazón basta tu pecho,
para tu libertad bastan mis alas.
Desde mi boca llegará hasta el cielo
lo que estaba dormido sobre tu alma.

Miren lo profundo que puede llegar a ser el amor...
Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
la leche de tus senos como un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.

Sobre la belleza de la mujer..
Desnuda eres tan simple como una de tus manos:
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente.
Tienes líneas de luna, caminos de manzana.
Desnuda eres delgada como el trigo desnudo.
Desnuda eres azul como la noche en Cuba:
tienes enredaderas y estrellas en el pelo.
Desnuda eres redonda y amarilla
como el verano en una iglesia de oro.


Dedicada a un amiga del alma en la hora de su muerte...
Amiga, no te mueras.
Óyeme estas palabras que me salen ardiendo,
y que nadie diría si yo no las dijera.
Amiga, no te mueras.
Yo soy el que te esperas en la estrellada noche.
El que bajo el sangriento sol poniente te espera.
Miro caer los frutos en la tierra sombría.
Miro bailar las gotas del rocío en las hierbas.
En la noche al espeso perfume de las rosas
cuando danza la ronda de las sombras inmensas.
Bajo el cielo del Sur, el que te espera cuando
el aire de la tarde como una boca besa.
Amiga, no te mueras.

En estos versos de abajo muestra Neruda su inmensa tristeza por no poder estar con su amada...
Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Sólo he entresacado un par de sonetos de cada poema. Su obra es enorme y sus versos son de una belleza y naturalidad que apabulla. Les recomiendo que lean algo más de Neruda, seguro que saldrán con los sentimientos a flor de piel y con el alma enardecida por la emoción.
Joaquín


                                                                  



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