martes, 17 de septiembre de 2024

A vueltas con la felicidad

                                                                               


Según David Hume (filósofo inglés) la felicidad no procede de la razón (mente) sino de los sentimientos (corazón) que nos inclina hacia la virtud, y la virtud produce placer y satisfacción. Por contra, el vicio nos lleva al dolor y al sufrimiento.

Claro, que luego viene Kant y nos dice que no, que la felicidad no se puede basar en buenos sentimientos (esos impulsos subjetivos), porque algunas personas sienten un placer inmenso y hasta rebosan felicidad cometiendo maldades.

Por cierto, según Kant, no debemos pensar que la felicidad es un derecho divino, sino algo que debemos merecer. Sólo podemos aspirar a ella cuando nuestros actos se ajustan al deber, es decir a lo correcto.

Decía Kant, también, que el amor es un impulso natural; el odio, en cambio, se aprende y puede ser desactivado por medio de la razón.

En fin, cosas de Kant.

Joaquín




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