Así quiero, verte de lejos y no decirte nada
ni con una sonrisa, ni con una mirada,
y que nadie sospeche que eres mi amada.
--José
A. Buesa--
Según David Hume (filósofo inglés) la felicidad no procede de la razón (mente) sino de los sentimientos (corazón) que nos inclina hacia la virtud, y la virtud produce placer y satisfacción. Por contra, el vicio nos lleva al dolor y al sufrimiento.
Claro, que luego viene Kant y nos dice que no, que la felicidad no se puede basar en buenos sentimientos (esos impulsos subjetivos), porque algunas personas sienten un placer inmenso, y hasta rebosan felicidad cometiendo maldades.
Por cierto, según Kant, no debemos pensar que la felicidad es un derecho divino, sino algo que debemos merecer. Sólo podemos aspirar a ella cuando nuestros actos se ajustan al deber.
Decía Kant, también, que el amor es un impulso natural; el odio, en cambio, se aprende y puede ser desactivado por medio de la razón.
En fin, cosas de Kant.
Joaquín
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