viernes, 14 de marzo de 2025

Ay, si yo hubiera...

                                                                                 



El "hubiera" existe, como existe la noche...
Tienen razón quienes adoran la noche. ¡Se hace tan corta! ¡Es tan libre!.. Qué sería de nosotros si no hubiera noche..

Con el "hubiera" pasa igual; algunos dicen que no va con ellos. Sin embargo yo cierro los ojos con frecuencia y lo invoco, y me pregunto: ¿Y si yo hubiera sido hijo de alguien diferente? ¡qué chungo!. ¿Y si yo hubiera sido mujer? ¿Y si hubiera nacido en el Renacimiento? Claro, que no hubieran existido las aspirinas, o los ordenadores..

Ay, si me hubiera quedado callado cuando dije... O si yo hubiera dicho... Uffff, no sé. Si mi madre se hubiera casado con el hombre que creía el de su vida, no hubiera sido yo su hijo. Como no hubiera sido el hijo de mi padre si él se hubiera casado con aquella muchacha, vecina de mi abuela, de la que anduvo enamorado antes de irse a la Mili.. Sin esos hubieras, yo no hubiera.

Por eso os digo que el "hubiera" sí existe. Por eso lo añoramos y lo mezclamos con el no y el sí. El "hubiera" es ambivalente: destruye a veces, avasalla otras, consuela muchas. Si yo no hubiera leído tantos tebeos de niño, y después novelas, y después libros más sesudos ¡Buah, qué hubiera sido de mi!... Bueno, y así todo..

A. Mastretta / J.Yerga






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