¿Existe el hombre perfecto?. Os pregunto. Y de haberlo: ¿cómo debe ser ese hombre ideal que combine físico y psíquico de manera impecable?..
Podríamos incluso matizar.. hombre perfecto para quién, ¿para las damas? ¿para otros hombres? ¿para la humanidad?, porque entiendo que existe un baremo general de la belleza masculina.
A ver qué os parece esta definición:
Debe ser un tipo bello como un dios pagano, medir 1,90 metros; esbelto como un chopo, parsimonioso y atolondrado, con un fondo de timidez aleteando en la mirada y una elegancia que nunca será premeditada, vamos, como de héroe a la fuerza..
El tipo debe tener unos andares de cigüeña, con un levísimo esguince en la cadera que los años irán acentuando. Su sonrisa será de mandíbula apretada y hoyuelos pícaros que iluminarán su rostro y esmaltará de jovialidad sus azulísimos ojos. Sonreirá socarronamente, dejando escapar la hilaridad por una sola comisura, como si el pudor le impidiera asomar la exacta arquitectura de sus dientes.. Y será a la vez rudo y caballeresco, aristocrático y viril..
Bueno, a mi no me miréis, ni por asomo llego yo a las medidas de ese tipo perfecto pero, considerando el número de mujeres que lo conocieron, lo amaron, se acostaron con él y nunca lo olvidaron, podríamos arriesgarnos a decir que, Gary Cooper, el famoso y guapete actor de Hollywood, fue ése ansiado “hombre perfecto”.. El tío tenía todo
Lo siento por los más melindrosos, pero atendiendo a la parte morbosa de la vida de Gary Cooper, diré que sólo se casó una vez, pero se le cuentan cientos, sí, cientos de amantes, la mayoría de ellas de sólo una o dos noches.. todas querían acostarse con él.
Con nada que echéis un vistazo a las fotos del mocito, comprenderéis mi elección de “Hombre Diez” para este americano impasible; del que la bella actriz sueca Ingrid Bergman llegó a decir que: "Todas, absolutamente todas las mujeres que conocían a Gary se enamoraban de él"..
Días antes de morir se convirtió al catolicismo; había sido protestante. Debió ser para que se les perdonara los miles de pecadillos de cama que cometió..
Joaquín
Gary Cooper e Ingrid Bergman