Último parte de guerra
Dos
cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo. Y no estoy
realmente seguro de lo segundo.
Einstein
En
ascuas estamos todos; esperando a que el tontaina este de Puigdemont
declare esta tarde la independencia unilateral de Cataluña. Quizás después de tanto manosearlo hemos banalizado un poco el término independencia, pero con nada que pensemos un poco llegaremos a la
conclusión de la barbaridad con B de Barcelona que estos
irresponsables nos quieren llevar a todos. Primero a los propios
catalanes, pero también al resto de españoles.
¿Cómo
es posible que debajo de la abundante pelambrera de éste insensato
de Puigdemont no haya más que simpleza y obstinación?. Primero
convoca un referéndum a todas luces ilegal, y después (todos hemos
sido testigos) de su chapucera celebración, dice que como han votado
el 40%, eso le da pie para declarar la independencia ¡Como el que
se toma un café con churros, vamos!
Este
cafre, que lo pusieron ahí precisamente por ser el mas fanático y
tontolaba de la clase, pretende ni más ni menos él sólito y otros
energúmenos como él, tirar por la borda quinientos años de
historia en común ¡Casi nada! ¿Alguien se imagina por un momento a España sin
Barcelona?.. Yo no desde luego.
Conozco
algo nuestra historia. Y sé que en toda ella está implicada
Cataluña hasta la trancas, al igual que cualquier otra región del país. Desde los
visigodos y la importancia de Barcino (Barcelona), pasando por los
árabes y el reino de taifa de Tortosa. Y hasta el saqueo de
Barcelona por Almanzor, toda fue idéntica a la nuestra. Luego vinieron los
condados medievales catalanes y aragoneses, y su unión formando el
Reino de Aragón. Después la fusión voluntaria con Castilla y
la formación de este gran país que llamamos España.
Cataluña
participó activamente en la guerra de la independencia para echar a
los franceses. Y muchos gerundenses dieron su vida para evitar que su
capital fuera anexionada a Francia por Napoleón. Catalanes fueron,
también, gran parte de los diputados en las primeras cortes de Cadiz
de 1812. Y ellos colaboraron activamente en la Constitución, llamada
la Pepa. Y fueron muchos los catalanes, (como el resto de españoles),
los que emigraron a América para buscar una vida mejor y fundar
empresas. Y bien que se aprovecharon después, en la primera
industrialización del textil, obligando al resto de españoles a
comprar sus productos, (bastantes más caros), porque el gobierno central así nos
lo imponían, a base de aranceles. Ése fue el comienzo, por cierto,
de su riqueza y prosperidad, lo demás hasta llegar a la opulencia en
la que viven hoy vino por pura inercia.
Durante
el franquismo las numerosas familias burguesas catalanas (las que ahora
financian el llamado Procés) y otros millones de catalanes apoyaron
con fervor inusitado a Franco, que les recompensó con la instalación
allí de la gran fábrica de Seat, germen de la gran industria
auxiliar que vino después. Y llegó la transición. Y todos hicimos
un pacto de concordia y solidaridad entre los pueblos de España... hasta ahora, que traicionando nuestra ingenuidad han conspirado
activamente para denigrarnos.
Es
mucho lo que nos une, que duda cabe. Tenemos un pasado juntos que no
se entendería sin ellos. Y el de ellos sin nosotros. ¿Pondrán el
marcador de la historia a cero en caso de secesión? ¿Empezarán a
contar a partir de hoy? ¿Guardarán bajo siete llaves nuestra prolífica
historia común por vergonzante?..
¿Y
en cinematografía ? ¿Y en literatura? Que alguien me explique qué
hacemos con las cientos de películas rodadas en Barcelona, con
argumentos propios y actores nacionales. ¿Considero extranjeros a:
Sazatornil, Nuria Espert, Victor Valverde etc. etc.? No existe, por
más que se empeñen, un cine catalán medianamente serio. Si acaso ahora, de un lustro
para acá, hay algo pero puro snobismo y de calidad ínfima.
Tampoco
me hago a la idea de una literatura española sin Marsé, y sin
Zafón, o sin Diaz Plaja, Ana Maria Matute, Mendoza, Montaban, Mercé
Redoreda, Terence Moix, etc.etc. Todos ellos forman parte de mi niñez.
¿Y
qué me dicen de la música? ¿Paso de Isaac Albéniz, de Granados o de Pau Casals, por decir algunos, por ser todos ellos catalanes? ¿Hago añicos los discos de Serrat, y
los de Sergio Dalma ? ¿Y los del Dúo Dinámico por ser
extranjeros?. Y hasta los de Peret y Dyango si me apuran, a pesar de que
estos dos papanatas decían no sentirse españoles.
¿Y
del deporte que tanto nos ha unido y enternecido? ¿Considerarán ellos un
despropósito las Olimpiadas del 92? ¿Y eso a pesar del pastón que nos
costó y el empeño que pusimos todos los españoles? ¿Y los triunfos
del Juventud de Badalona y del Barsa? ¿Romperán las vitrinas con las
copas por deberse a una historia indigna junto a nosotros?
Imagino
que todo esto no es más que un sueño del que no tardaremos en
despertar. Un mal sueño a convertir posiblemente en pesadilla y que nos va a dejar
a todos, sin duda, muchas secuelas y una resaca muy difícil de superar.
El
daño está ya hecho, pero no ha empezado hoy ni tan siquiera estos últimos días; hace ya treinta años que se incubó esta infección. Hoy
sencillamente han empezado a aflorar los primeros síntomas, con
fiebre alta incluida. Me temo que solo nos quede amputar.
Dicho
queda...
Joaquin
Yerga
10/10/2017
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