sábado, 14 de octubre de 2017

Novedades en el frente catalán.






Cuidado con los miedos, les encanta robar sueños…
Anónimo


Era costumbre (muy arraigada por cierto en el imperio persa) aquella en la que cuando moría un rey, a su heredero le hacían esperar cinco antes de hacerle jurar el cargo. Y dejaban al pueblo libre, a su albedrío... sin autoridad. Pasado ese tiempo era tal el caos y la anarquía que se había apoderado de las ciudades y aldeas, en donde se sucedían de manera desmesurada los asesinatos, robos, saqueos etc. que la mayoría del pueblo suplicaba que volviera cuanto antes el nuevo rey e implantara la autoridad. Con esto la monarquía se aseguraba el cariño de la gente. Se llamó a este proceder “El Manifiesto de los persas”, y ha sido requerido varias veces en distintos lugares del mundo, aquí también.
Me preguntaba si esta severa y arriesgada costumbre pudiérase aplicar en Cataluña. A bote pronto y sin mucho reflexionar, se me ocurre que tal vez fuese una idea acertada y pudiéramos recoger mas pronto que tarde algunos de sus suculentos frutos. Y es que han bastado tan solo unos días para que el negro panorama que teníamos se diera la vuelta como un calcetín y seamos ahora nosotros, los españoles, los que llevemos ventaja en este reto en el que tanto nos jugamos.
Si antes de mover un dedo resulta que los catalanes no nacionalistas (un millón) se han manifestado en masa por las calles de Barcelona. Cosa antes impensable pues jamás se habían juntado más de un par de miles en las calles, es que algo está cambiando.
Si resulta que antes de empezar a movernos, las que si lo han hecho son precisamente las casi seiscientas empresas que de allí han cambiado de domicilio social a otras partes del país. Y si con ello está haciendo temblar a todas las capas sociales de la región, sobre todo a la poderosa burguesía, que está replanteándose seriamente si fue un acierto apostar por la independencia, es que vamos por buen camino.
Si resulta que ésta gente se están enterando, por fin, que nadie en el mundo les va a apoyar, salvo cuatro chalados como Maduro en Venezuela y algún majadero que otro como Willy Toledo, o el insigne defensor de la oligarquía catalana, Pablito Iglesias, es que algo hemos hecho bien.
Si todo esto está ocurriendo aun sin trazas de aplicar el famoso articulo 155 de la Constitución, mucho me temo que se nos está cumpliendo a rajatabla el espíritu y la letra del, "Manifiesto de los persas" antes aludido. Y es que, tan solo han bastado unos días para que, dejándolos hacer se devoren entre ellos mismos.
Pero incluso voy más allá, si resulta que a pesar de nuestra sonada dejadez en estos asuntos, pero gracias, tanto a la traición de los nacionalistas como al continuo desprecio de estos a todo lo español estamos recuperando nuestro orgullo patrio perdido, pues miel sobre hojuelas.
Y si resulta que éste lamentable episodio de deslealtad nos va a servir a los españoles para comprobar definitivamente quién es quien y donde está cada cual en la alta política nacional, lo daremos por bueno. Incluso de los peores momentos se extraen conclusiones positivas.
Posiblemente nos veremos obligados a aplicar el famoso articulo 155 para que las aguas vuelvan a su cauce porque ésta gente ha ido demasiado lejos y ya no pueden retroceder, salvo a exponerse a quedar con el culo al aire. Y es que, como hacían con la plebe los reyes pesas, en el fondo y por lo bajines esta huida suya hacia delante denotaría un grito de súplica para que vayamos a rescatarlos cuanto antes. Y de paso poner orden y decencia en ésa parte de nuestro querido país. Apuesto lo que sea...
Dicho queda…
                                 Joaquín Yerga

                                 14/10/2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario