Y
cada uno está donde su coraje le ha llevado... o donde su cobardía
le ha dejado.
(Anónimo)
Ha
pasado solo un año desde que el parlamento catalán proclamara la
fantasmagórica República Catalana pero, realmente, pareciera haber
pasado veinte. Aun recuerdo aquellos días... De golpe, lo que
parecía iba a ser un caos, anarquía pura y dura... una revolución
similar a la francesa del siglo XVIII, por su colosal efecto
mediático se quedó en nada, mucho ruido y pocas nueces...
Y
es que la montaña parió un ratón. Cuando todos esperábamos, al
menos, algaradas en las calles y miles de jovenzuelos de la CUP, palo
en mano, haciendo estragos en las tiendas de la Diagonal
despotricando por el 155, resulta que nos encontramos con un
lunes (día siguiente) normalito, como todos, y con los ciudadanos en
sus quehaceres, ejercitando sus habituales y anodinas vidas. Y así
siguen...
Cuando
todo el mundo estábamos en ascuas pendientes de los acontecimientos
en Cataluña y la atroz repuesta que se suponía nos preparaban los
indepes; en fin, algo parecido a la Barcelona ardiendo por los
cuatro costados de la Semana Trágica de principios del siglo XX, en
donde se contabilizaron mas de doscientos muertos, resulta que bastó
solo que el sosete de Rajoy desde su atril de Moncloa
proclamara serenamente las cuatro medidas elementales… y, mano de
santo... aquí no pasó nada.
Imagino
que todos, (o muchos) se temían lo peor; o cuanto menos algo de
resistencia activa en las calles, ¡y mira por donde! Solo con la
aplicación suave del 155,... y el golpe se descabezó. Que
conste que algunos vaticinábamos poca obstinación y rebeldía. Y es
que la mayoría de ellos son gente que han sufrido poco;
revolucionarios de pacotilla y de moqueta. Muchos niños de papás
malcriados y caprichosos que han tenido de todo. Para éstos tipos,
todo ha sido como un juego virtual que han ganado siempre y sin
apenas despeinarse por las circunstancias que todos sabemos, pero que
en cuanto toca mojarse de veras, se mojan sí, pero de orina en los
pantalones.
Los
otros, los urdidores del llamado Procés, la oligarquía catalana del
barrio de Grácia esperaban que la cosa fuese más sencilla. Estos,
que tiraban la piedra y escondían la mano, se equivocaron el día
que contemplaron atónitos cómo un millón y medio de vociferantes
manifestantes en la Diada, atosigados por la crisis reclamaban los
derechos de siempre. Entendieron que les daba vía libre para
proclamar la independencia, y de paso se tapaban las fechorías
económicas que habían cometido sus dirigentes. Pero la jugada les
salió mal, no contaban con la unanimidad europea entorno a la
democracia española. Ahora están viendo estupefactos el destrozo
económico que se les avecina.
Espero
con ahínco que con todo en contra no muestren demasiada resistencia,
más bien al contrario, confío con denuedo que supliquen por lo
bajines una vuelta a la normalidad cuanto antes y, donde dije digo,
digo Diego... Otra vez será... Pero ¡claro! para que sigamos
ganando esta guerra soterrada no debemos darles cancha ni ser blandos
con ellos a cambio de permanecer unos días más en la Moncloa... ¡Ni
se nos ocurra!...
Para
el resto, (es decir para casi todos los españoles) que estuvimos
sumidos aquellos fatídicos días en la tristeza y la amargura por
tal deslealtad, el desenlace final supuso un espaldarazo a nuestra
democracia. De todas maneras, y tal y como dijo recientemente un
periodista, algo hemos ganado, antes pedían la independencia de
Cataluña, ahora solo piden el indulto para los presos.
Y
es que, nosotros, que hemos padecido golpes de estado militares,
severas crisis económicas con desempleo desorbitado, una banda
terrorista que nos asesinaban sin piedad, y surgimientos de partidos
políticos rupturistas y aprovechados como Podemos, solo nos faltaba
un episodio de secesión de una parte del territorio para acabar de
curtirnos en fortaleza democrática. La ficticia y malograda
independencia de Cataluña nos debe servir para protegernos de toda
clase de males, exactamente igual que nos inmunizamos cuando nos
vacunamos contra el sarampión o la viruela; o eso espero...
La
penúltima vez que se declaró la independencia de Cataluña en 1934,
el acto se saldó con cuarenta muertos y la república catalana apenas dos días en vigor. Esta vez ha sido peor, la cosa terminó con una carcajada general, unos cuantos políticos sediciosos en la
cárcel, y Puigdemont, el jefe del cotarro, en Flandes pidiendo
asilo. El ejercito ni se inmutó, no hizo falta…
Dicho
queda…
Joaquín
Yerga
Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis conocer el carácter de un hombre, dadle poder.
A. Lincoln
Ahora
que estamos todos soliviantados y aturdidos con esto de Cataluña,
quizás sea el momento propicio para prestar atención a asuntos que
antes, o nos eran desconocidos o nos parecía poco interesantes. Digo
todo esto porque, según leo en El Mundo, la mayoría de los
empresarios que han financiado todo este tinglado independentista son
a su vez los que mas contratos y prebendas ha recibido y reciben de
la Generalidad catalana.
A
medida que me voy adentrando en el reportaje del periódico me
indigno mas si cabe ante la supina ignorancia de la que hacemos gala
los españoles. Resulta que entre estos pájaros sostenedores del
independentismo, y por lo tanto culpables del continuo desprecio a lo
español, hay gente que su negocio principal lo hacen en el resto de
España. Sabíamos de muchas marcas comerciales como Gallina Blanca o
la joyería Tous que sus dueños son independentistas descarados y
aun así campan tan ricamente por el mercado español sin sufrir
apenas merma sus ventas. Pero ahora también nos sorprenden
empresarios audiovisuales, tan simpáticos ellos para todos nosotros, y tan
desleales, también, con todos nosotros.
Incide de manera especial el rotativo en la productora de Buenafuente. Un tipo
de origen almeriense pero equidistante con esto de la independencia
como tantos otros, es decir pone una vela a Dios para los
sentimientos y otra al Diablo para los dineros. Pero el caso más
sangrante de todos es el empresario, (catalán de pura cepa), Roures,
el dueño de la Sexta y de los derechos de la liga española de
fútbol. Éste y otros más como él son los verdaderos urdidores de
todo este desaguisado. Ellos son los que han movido los importantes
hilos del tinglado y por tanto los mayores responsables de que hayamos llegado hasta aquí. Sin sus dineros e
influencias nunca esos miles de conversos de última hora hubieran,
por su cuenta y riesgo, y engañados, haber aceptado ese catalanismo
tan irredento y excluyente. Hay que tener en cuenta que ellos, estos burgueses y privilegiados inquilinos del barrio de Grácia de Barcelona, son los que a lo largo de treinta años han creado esa maraña de organizaciones
tan bien regadas con sus dineros y el de todos nosotros para hacernos daño. Y que tan bien introducidas están, por cierto, en todos los ámbitos decisorios de la
sociedad catalana.
Éste
pájaro multimillonario de Roures, (un independentista de toda la
vida) es el que puso su despacho a disposición del secretario de
Esquerra Republicana, Junqueras para que se reuniera con “el héroe”
de la revuelta Puigdemont y con nuestro insigne Pablito Iglesias (la
salsa de todas las sopas) con la aviesa intención de urdir algún
plan malévolo que nos llevara a todos los españoles a la anarquía. Sus
resultados y beneficios, si les hubiera salido bien la cosa serían:
Roures inflarse más de dinero y quedar cómo el Rockefeller
de Cataluña. Junqueras y Puigdemont como los paladines
de la independencia. Con nada veríamos sus estatuas ecuestres alzadas en medio de la
Plaza de Cataluña. ¿Y el tontolabas de Pablito Iglesias que
sacaría? Pues mucho me temo que esperaba llevarnos a la ruina económica y social para así él, en el caos, erigirse como el Lenin español y salvarnos a todos cual Maduro en Venezuela.
Visto
lo visto y después de los últimos acontecimientos, sospecho que la
cosa no ha salido como esperaban los conspiradores. Hemos vuelto a
recuperar el control político de la región. Esperemos a ver qué
pasa los próximos días. Mientras tanto que cada cual saque sus
propias conclusiones.
Dicho
queda…
Joaquin
Yerga
29/10/2017
Hay
puñales en la sonrisa de los hombres; cuanto mas cercanos son, más
sangrientos.
Shakespeare
Ya sois independientes vuestro sueño anhelado durante décadas. Pero dudo si este último paso que acabáis de dar os servirá para algo útil. Creo que es la
tercera vez que lo hacéis en la historia y sospecho que aquello
de.. a la tercera va la vencida, os viene grande, pues
mucho me temo que a medida que pasen los años tendremos
lamentablemente, una cuarta vez, y una quinta... lo que querrá decir que seguiremos juntos, pese a quien pese.
Sois
muy listos, o no tanto, simplemente lleváis años estudiando la
forma de incordiar, y además bien remunerados por ello, así que no
me extraña que de vez en cuando nos sorprendáis al resto con
vuestras iniciativas... Bueno, en cuanto a lo de listos a veces lo
pongo en duda, porque visto lo visto, de momento apenas ganáis nada más bien al contrario, estáis perdiendo y mucho. ¿Mira que si
después de sacarnos la pasta durante décadas haciéndoos las
victimas ahora lo perdéis todo de golpe por ir demasiado lejos en el
órdago al estado?. ¿Y si después del fervor nacionalista en las
calles bailando sardanas despendolados por la indepe, os la tenéis
que envainar porque no puede ser y ademas es imposible? Imagino que
vuestra frustración será enorme, pero conste que me alegraré un
montón, y conmigo millones de españoles.
De
momento tenéis por delante un largo fin de semana o quizás algo
más para despotricar y creeros republicanos, pero como suele suele
decirse, ya vendrá el tío Paco con las rebajas. En éste caso el tío
Paco aparecerá disfrazado de 155 y dispuesto a cobrarse gastos y
perjuicios. Los platos rotos lo pagaréis vosotros, de hecho ya lo
estáis pagando.
Tal
vez penséis que mereció la pena esta gloria tan efímera. O digáis
aquello de: bueno fue mientras duró. Si eso tan banal os
reconforta y colma vuestros sentimientos patrióticos allá vosotros,
pero que sepáis que nos habéis dejado al resto muy cabreados. Los
españoles, en general, os hemos dejado hacer pensando siempre que éste
tinglado es cosa de políticos y que como tal ellos tenían que
resolverlo. Ahora sin embargo, a calado hondo vuestra traición y un gran sentimiento de desengaño y decepción se ha apoderado de
todos nosotros. Temo que costará mucho esfuerzo salir de esta.
Muchos...
gente a la que jamas le ha interesado la política miran ahora
atónitos y sin entender nada cómo estos días transmiten en directo y minuto a
minuto vuestra deslealtad con España. Gente normal sorprendida por
vuestro atrevimiento porque pensaban que solo queríais tensar la
cuerda para pedir más, como siempre. Gente sencilla cuyo gesto
mas agresivo para mostrar su disconformidad con ésta separación forzosa fue colocar la bandera
en sus balcones.
Millones
de compatriotas, que acomplejados durante años por vuestra superioridad
cultural y económica, se hacen ahora angustiosas preguntas ¿Porqué
todo esto? ¿Qué le hemos hecho si han sido siempre los niños
bonitos del país? Me temo que no habéis calibrado bien nuestros
sentimientos. Y en vuestro ensoberbecimiento habéis infravalorado
nuestra firmeza y empeño.
Estoy
seguro que aquí no gana nadie, pero unos perderán mas que otros. Y no me caben dudas quienes van ser. Disfrutad de vuestra supuesta
supremacía y dejad que el dinero embote vuestras entendederas. Nosotros
aquí os esperamos, en el mismo sitio de siempre, y a la misma hora.
Seguro que volveréis.
Joaquín
Yerga
27/10/2017
Un
apaciguador es alguien que alimenta al cocodrilo, esperando que se
coma a otro antes que a él.
W.
Churchill
Uno
de los efectos colaterales que está provocando el conflicto catalán
en el resto de España, (también allí) es que las posturas se
radicalizan. Llegados hasta aquí ya no valen medias tintas ni ambigüedades, o se
está con España y sus leyes, (que nos dimos todos por cierto) o se
está en contra y a favor de los insurgentes, no queda otra.
Los
independentistas además de saltarse las leyes juegan a tergiversar
el lenguaje, también los de Podemos lo hacen. Nos hablan de
democracia como si ellos fueran los verdaderos demócratas y nosotros simples
fachas sobrevenidos. Nos dicen, eso sí afablemente y con caras de
buenas personas, que votar no es malo y por lo tanto somos furibundos
represores porque no los dejamos hacer. Y el caso es que por más que
se les diga que no se trata de votar sino de cumplir las leyes, no
hay manera… ellos a lo suyo intentando convencer a los incautos. De sobra saben ellos que no hay democracia sin leyes. Y las nuestras,
pese a lo que digan, son las que son porque así lo quisimos todos.
Ya lo dijo alguien “Dichosos los ciudadanos que son esclavos de
sus leyes libres”.
Ellos,
los indepes, al igual que sus protectores podemitas, invocan
constantemente al pueblo como si el resto cuando votamos las veces que sean necesarias y elegimos lo que nos da la gana, fuésemos del planeta Marte.
Pero esa es su estrategia, confundir.
Lo
que está meridianamente claro (al igual que haría cualquier país
del mundo que se precie) es que nos hemos dado todos una
Constitución, después de mucho sufrimiento y eso es sagrado. Nuestra magna decisión debe ser
respetada, cuando no grabada a fuego sobre imaginarios paneles de
titanio imborrable. Si alguien quiere o necesita cambiar algún
articulo de ella, debe hacerlo con mi consentimiento y con el todos y
cada uno de mis compatriotas. De no ser así, exijo no mover ni una
coma de ella.
Decía
la principio que si algo positivo debemos sacar de todo esto, lo es
también la desinhibición de nuestros sentimientos patrios. Y entre
ellos la proliferación de banderas españolas en los balcones de
nuestras calles. ¿Es posible que algo esté cambiando? O solo es
un espejismo pasajero. Tal vez solo sea esto último, pero
bienvenido sea. Significa que cuando alguien ataca nuestra integridad
de nación nos indignamos y sabemos como defendernos. Últimamente
tenía serias dudas sobre si estábamos hechos de una pasta diferente
al resto de los mortales. Quiero recordar que llevamos décadas
sufriendo improperios y vejaciones a nuestros símbolos y costumbres que nos ha llevado irremisiblemente a llegar a avergonzarnos de
ellos.
Jamás
he tenido necesidad de tener una bandera de España guardada en un
cajón. Y nunca he considerado la opción de enarbolar ninguna en
cualquiera de las concentraciones o manifestaciones a la que he
asistido (aunque reconozco que han sido pocas) porque no había
necesidad. Allá donde fui siempre eran españoles los que había, por lo tanto nada
tenia que confrontar... Ahora el panorama ha cambiado.
Ante
la deslealtad de nuestros enemigos también yo quiero poner mi
bandera en el balcón. Los independentistas y sus acólitos, con su
traición, han despertado mi patriotismo tanto tiempo larvado.
Quiero colaborar, sentirme partícipe y ser miembro activo a favor de mi
país, aunque sea de ésta manera simbólica. De nada tengo que
avergonzarme pues soy ciudadano libre de un país libre y democrático
como el que más y no una dictadura como algunos con mala fe nos
quieren hacer creer.
A
partir de mañana con nada que sople el viento ondeará mi bandera
con orgullo en mi balcón. Y seré uno más de entre todos los que se
han molestado en hacerlo antes que yo. A partir de mañana, también
yo haré presión con mi gesto para que se aplique de manera precisa el articulo 155,. Y que de una vez por todas pongamos arreglo en aquella querida tierra
española.
Bienvenido
sea el efecto colateral del que hablaba al principio si ha servido
para unificar nuestro criterio. Y de paso nos ayude a renacer de las
cenizas el depauperado sentimiento de español. Falta nos hace...
Dicho
queda…
Joaquín
Yerga
25/10/2017
Dios
mio dame paciencia. Porque si me das fuerza los reviento!!
M.
Rajoy
A
día de hoy, viernes 20 de octubre, el asunto catalán pareciera
haberse convertido en una aburrida y monótona partida de ajedrez. El
gobierno da un penúltimo ultimátum, y Puigdemont le replica con
otro. Así podríamos estar meses. Y mientras tanto el descrédito
español y la bancarrota económica sigue su curso.
Entiendo
que todo lo que ocurre, con sus plazos y advertencias, tiene su razón
de ser. Porque por una parte el gobierno catalán con el tontainas de
Puigdemont al frente parece no enterarse del destrozo infringido a su
comunidad y sigue como Don Tancredo, esperando que el toro se lo
lleve inevitablemente por delante. Y por el otro tenemos a Rajoy y a su
gobierno, pecando según muchos de una pasividad manifiesta.
Está
claro que somos muchos los españoles que pedimos a nuestras
autoridades mano dura contra esta gente, pues cada vez se hace más
insoportable la afrenta y chulería de las que hacen gala. Aunque
estoy seguro que quizás todo esto no sea mas que un signo de
debilidad de ellos, que intentan provocar para que entremos a trapo.
Ellos necesitan sangre, sea ésta real o ficticia, para
así atraer la máxima atención del mundo.
Sin
embargo nosotros deberemos tener la cabeza fría, aunque el corazón
explote y la sangre hierva. Debemos hacer méritos y cargarnos de
razones para actuar después con la esperanza puesta en que sean
mínimos los daños colaterales causados, que a buen seguro se
producirán. Apuesto lo que sea, y espero no equivocarme, que nuestra
principal arma a blandir sea nuestra unión. Con los tres partidos
principales juntos y entregados a la defensa de la Constitución,
estoy seguro que ganamos la importante batalla de la legalidad y de
la opinión oficial europea, más importante de lo que parece. Hay
que tener en cuenta que unidos conformamos el 75% de los votantes.
Por supuesto a Podemos ni está ni se le espera, se han echado en
brazos de nuestros enemigos.
Si
seguimos nuestra legalidad, (sin coger atajos que sean dudosos de
constitucionalidad), y aunque vayamos mas lentos, al final la
maquinaria de la democracia y de la justicia se pondrá en marcha y
entonces no habrá quien nos pare; deberemos llegar al final.
Mucho
de lo que nos pase en los próximos meses dependerá de nuestra
capacidad de aguante, porque ellos una vez echados al monte irán a
por todas y no le harán ascos servirse de mentiras, traiciones y
victimismos. Ésta es una guerra que, entiendo no se va a librar en
las calles como muchos piensan, ni en las fabricas haciendo huelgas,
si acaso algún amago pero tiene fecha de caducidad pues se viene
apreciando cierta fatiga de materiales. Con todo en contra, sobre
todo los gobiernos europeos, tienen perdida batalla y la guerra. Yo
deduzco que si el gobierno se hace con el mando de los centros
oficiales, la televisión
catalana y la policía, solo nos restaría: un par de meses en el
tiempo; fortaleza para aguantar hasta el final... y elecciones
autonómicas.
El
haber soportado incólumes todo el agravio sufrido sin intervenir, ha
servido para hacer recapacitar a muchos nacionalistas templados. En
solo dos semanas les han visto las orejas al lobo de la ruina. Ellos,
que pensaban que era pan comido y que iban a ser felices y comer
perdices están viendo estupefactos la gran marcha de empresas de las
que muchas no volverán. Ellos, que apelaban al seny catalán cuando
fueran indepes, comprueban con estupor que están en manos de la CUP,
unos majaderos pijos que se aburren y en vez de aliviar su hastío
siendo hinchas de algún club de fútbol marrullero se meten en
política para importunar.
Ahora
visto lo visto no dudo que una gran parte de esa burguesía catalana,
que sin duda alguna han financiado éste cotarro, se lo estén pensando de veras y en
vista de su ruinosa aventura estén en la intimidad, (ademas de hablar
catalán como Aznar en su mejor época) suplicando sibilinamente que
vayamos a rescatarlos.
Dicho
queda…
Joaquín
Yerga
20/10/2107
Las
grandes obras las sueñan los genios, las ejecutan los luchadores,
las disfrutan los cuerdos y las critican los inútiles.
(S. Ramón y
Cajal)
Lo
de llamar música culta a lo que normalmente denominamos clásica se
entiende perfectamente sin necesitad de extenuantes razonamientos. Y
es cierto que no suele tener demasiado seguidores, quizás debido al
fatigoso trabajo a realizar para comprenderla. Tal vez Mozart fue el
que mejor entendió éste tipo de música, pues no en vano ya desde
los tres años hacia sus primeros pinitos con ella.
Wolfgang
Amadeus Mozart, nació en Salzburgo, una bonita ciudad de Austria de
pequeño tamaño y rodeada de un paisaje de ensueño. Ahora se ha
convertido gracias a él en paraíso y meta de todos los melómanos
que en el mundo son.
Según
su contrastada biografía, Mozart fue un niño prodigio, pero de
un tamaño descomunal. Con solo tres años ya manejaba partituras,
con cinco empezó a componer, y pásmense, con siete tiernos añitos
ya alcanzó su madurez interpretativa... No se puede pedir más.
Su
padre, Leopold, viendo astutamente el filón de fama y prosperidad
que le esperaba en la vida, explotó todo lo que pudo y más al
pequeño. ¡Ríanse del padre de Messi, o del de Neymar!
Leopold
era un carcamal de tomo y lomo, incluso para esa época. Vestía al
niño con ropa pasada de moda y le hacía codearse con gente mayor, a
ser posible de ambientes cortesanos, cuando él apenas tenia dos
perras. Mientras vivió le dio a Amadeus una vida lamentable y trabajosa de ensayos
y exhibiciones continuas; sacando un penoso provecho de sus
extraordinarias aptitudes artísticas.
Ni
que decir tiene que a los trece años el jovenzuelo Mozart era ya
reconocido en los ambientes musicales y palaciegos como un genio. Y
eso lo confirmaban nada menos que los mejores maestros de la época,
como Haynd o Schubert. Uno de éstos maestros, Johan Hasse, llegó a
decir de él “Ha hecho cosas que para su edad resultan de veras
incomprensibles, y que serian ya asombrosas en el caso de un adulto”.
Mozart,
y ahí esta su música para la posteridad y nuestro regocijo, compuso
de todo, óperas, música de cámara, sinfonías para piano etc. Y
todas maravillosas. También era proverbial la rapidez con la que
escribía las partituras. Lo que a cualquier buen compositor le
pudiera llevar años él lo realizaba en días. Sin ir más lejos la
sinfonía 41, “Júpiter” la compuso en dieseis días y la
obertura de su grandiosa ópera “Don Giovanni” la creó la
víspera de su estreno.
Siendo
un magnífico compositor como era no anduvo precisamente muy sobrado
de dinero y fama. Estuvo protegido por diferentes mecenas, (la
mayoría reyes o duques que se entusiasmaban con su música) como era
habitual en esa época, pero le asignaban sueldos ajustadisimos. De
su su vida personal habría que destacar que siempre fue una mezcla
de seriedad en el trabajo y carácter juguetón en sus relaciones.
La
imagen que casi todos de nosotros tenemos del jóven Mozart es la que
nos proporcionó la pelicula “Amadeus” del director Milos Forman
(obtuvo el Óscar a la mejor película en 1985) En ella nos presenta
a un Mozart casquivano, travieso y muy aniñado, y es posible que fuese
algo parecido, pues parece ser que tuvo un espíritu extravagante e
infantil. Para corroborar todo esto no hay mas que leer sus cartas.
En una de ellas dirigida a su primer amor, le dice a la chica: Que
tengas buenas noches y te cagues en la cama hasta que crujas” Y en
otra: “Duerme profundamente, mi amor; en la boca te meterás el
culo” Según algunos de las decenas de psicólogos que han
analizado estas cartas, esta actitud se debe a un síndrome llamado,
de Tourette, según el cual genera un cierto grado de inmadurez
relacionado con el lenguaje (fonía) y la psicomotricidad. Vete a
saber...
Primero con su padre y después de casado con su mujer, Mozart vivió siempre por
encima de sus posibilidades, aunque es falsa la imagen de que murió
en la mas absoluta indigencia. Es verdad que no fueron muchos amigos
a su funeral, pero es que tampoco los tuvo nunca. Murió demasiado
joven y no precisamente envenenado por su rival, el malévolo
compositor italiano Salinieri como nos quiere hacer entender la
película y los bulos que circulan de vez en cuando. Todo apunta que su partida de este mundo se debió a unas fiebres reumáticas las que le empujaron al mas allá.
Wolfgang
Amadeus Mozart, falleció a los 36 años y sin un duro, a pesar de
que, posiblemente, haya sido el músico y compositor mas genial que
han dado los tiempos. Hoy en día tan solo con sus derechos de autor
sería, como mínimo, tan multimillonario como Amancio Ortega (el de Zara).. Lo que son las cosas...
Dicho
queda…
Joaquín
Yerga
Oigo,
patria, tu aflicción,
y
no entiendo porqué callas,
viendo
a traidores canallas
despedazar
la nación.
Lloras
porque te engañaron
los
que lealtad prometieron
los
mismos que te aplaudieron
y
la ley corroboraron.
(B.
L. García)
Según
una reciente encuesta el 44% de los españoles estaría dispuesto a
quitarle poder a las autonomías; consideran excesivo el gasto y
grande el estropicio. Y es que...
Nosotros
que nos quisimos tanto ¿debemos separarnos por una insensatez?
Esperemos no llegar al propósito de la letra de este conocido bolero
de Los Panchos. Y es que en medio de esta vorágine política que
todo lo ocupa, y donde solo transluce lo peor de nosotros mismos, se
me ocurre hacer una pequeña reflexión. Se trata de una reflexión
que entiendo muy necesaria, y que nos ayudará, por cierto,
reconsiderar el futuro, aun con la vista puesta en el retrovisor de
nuestro pasado.
Quizás
nuestra manera de ser latina influya en todo esto, pues tampoco se
salva de esta disgregadora estupidez los italianos. Somos, qué duda
cabe, de sangre caliente y nos puede la emoción y los sentimientos,
no obstante tendríamos que hacérnoslo mirar, por excesivos.
Llevamos
juntos como país toda una vida y sé que cada uno de nosotros, (como
región o autonomía, llamémosle como queramos) tiene sus
particularidades, pocos dudan de eso. Y aunque no tengamos la suerte
que tienen otros de conformar una sociedad uniforme en costumbres y
lenguas, que nadie se equivoque, lo que nos une a todos es muy
sólido. Estamos ensamblados por una argamasa irrompible de
sentimientos, de afectos, y de una incuestionable y fraternal
historia común.
Con
nada que nos miremos de soslayo nos daremos cuenta que nos
comportamos como una familia mal avenida que se tira los trastos a la
cabeza, pero que ante la adversidad de una calamidad suprema no
dudaremos ni un instante en recomponer los vínculos que nunca
debimos romper. Y es que, ¿Alguien duda de la satisfacción que
produce encontrarse a unos españoles en China, en Angola o
Pernambuco de vacaciones, sean estos gallegos, catalanes o
madrileños? ¿Sentiríamos el mismo regocijo si fuesen alemanes o
franceses?.
Con
nada que nos despojáramos de orgullos, medias verdades o bastardos
intereses veríamos con asombro inusitado a un país estupendo.
Tenemos la suerte de ser diverso en naturaleza, clima y fauna. La
gente que lo habitamos no necesariamente deberemos ser homogénea
(aunque esto precisamente es la razón de nuestra zozobra) pues creo
rotundamente que en la diversidad está el gusto. Advierto que no hay
cosa mas monótona y aburrida que todo en un territorio sea similar o
idéntico; nos llevaría irremisiblemente a la depresión y a la
melancolía.
Cualquiera
en nuestro caso se sentiría orgulloso y encantado de nuestra
pluralidad de caracteres. Y que por eso precisamente debemos aceptar:
que un catalán sea emprendedor y tacaño a la vez pero que lidere
nuestra modernidad. O que un andaluz además de simpático siga
representando la más genuina tradición española... Y que los
valencianos sean bilingües sin recato y con honestidad, sin
renunciar a nada. Lo mismo que los noblotes vascos, o los
circunspectos y apañados gallegos, allá en su tierra verde..
Y
necesitaremos, también, admirar a los austeros castellanos y
aplaudir su fecundo pasado... Y valorar como se merece el amor a su
tierra de los aragoneses porque no tienen empacho armonizarlo con el
de España. Y lleguemos a su vez a comprender la disconformidad de
los canarios, tan lejos, o la dura insularidad de los mallorquines,
enriquecidos.
Y
a comprender para ello, como no, a los sufridos extremeños, tan
olvidados; lo mismo que amparamos a los singulares asturianos en su
deriva industrial. Y saciaremos la sed de los murcianos, con
solidaridad inusitada. Y hasta nos beberemos el vino riojano, si
fuese menester, para que progresen.
Pocos
países en el globo conforman un crisol tan diverso de tradiciones y
usanzas como el nuestro. Mirémoslo, pues, como algo digno, sin
aprovechar las diferencias para atacarnos. Y recemos para que
jamás añoremos “El paraíso perdido” por nuestra
estulticia.
Alabemos,
pues, éste país por su variedad tan extraordinaria, no en vano
somos el segundo mas visitado del mundo. Y estemos, en definitiva,
bien orgullosos de él porque realmente, estoy seguro... ¡No sabemos
lo que tenemos!..
Algún
día vendrá en que cada cual en su papel de su pequeño terruño
contribuya al engrandecimiento de esta hermosa nación. Un país al
que más pronto que tarde llamaremos todos sin pudor y con emoción..
España.
Dicho queda...
Joaquín
Yerga
Si
un día para mi mal viene a buscarme la parca...Empujad al mar mi
barca con un levante otoñal y dejad que el temporal desguace sus
alas blancas. Y a mí enterradme sin duelo, entre la playa y el
cielo. Mi cuerpo será camino, le daré verde a los pinos y amarillo
a la genista. Cerca del mar, porque yo nací en el Mediterráneo.
Serrat
En
estos días tristes, en donde las posiciones sociales y políticas de
los catalanes en particular y de los españoles en general obligan a
decantarse hacia los polos más extremos de la opinión, es de agradecer que Joan
Manuel Serrat lo haya hecho por la legalidad constitucional. Su
criterio es muy importante, pues seguramente es el catalán vivo mas
universal que tenemos. Tampoco su posición es fácil teniendo en
cuenta que él vive allí y allí están sus raíces, su familia y su
futuro. Aunque amigos y admiradores los tenga repartidos por muchas
partes del mundo y especialmente por el resto de España.
Es
curioso, cuanto menos, que un tipo que se jugó la opción de dar con
sus huesos en la cárcel cuando el franquismo aun gozaba de
fortaleza (y todos sabemos que voluntad no les faltaban) sea acusado
ahora de traidor por los suyos y por muchos de los recién llegados.
Él,
que se negó a cantar en castellano en el todopoderoso Festival de
Eurovisión de entonces, alegando acoso y hostigamiento al idioma
catalán. Y que por eso fue apartado del mismo por las autoridades
artísticas del momento, sea ahora rechazado por los suyos por blando
o desertor.
En
este maremágnum político catalán de acosos, posturas, miedos y
cobardes silencios, hay muchos oriundos que han sabido nadar y
guardar la ropa. Ejemplos haylos para todos los gustos los más
señalados: presentadores televisivos, periodistas, deportistas etc.
Es cierto que ellos tienen que vivir allí el día después... y todos
los siguientes. Y que ante la incertidumbre de saber qué idea prevalecerá prefieren callar o actuar con ambigüedades. Entre éstas
últimas está la consabida y reiterada expresión: “Estoy de
acuerdo con el referéndum pero votaría no a la independencia”. Es
decir estar en misa y repicando.
Los partidarios de esa última frase (la mayoría de los catalanes famosillos recurren a ella cuando se les pregunta) juegan con la odiosa ventaja de ganar
siempre, ocurra lo que ocurra. Y como su medio de vida dependería
del resto de España, así se curan en salud. Apuesto que muchos de
estos, en el supuesto de jubilación o cese de su actividad y por lo
tanto ya no dependieran de España para sobrevivir, se volverían
irredentos independentistas. Casos conocidos tenemos, me acordaba del
insigne Guardiola o del actór Juanjo Puigcorbé. Al primero le han asignado a su hermana un cargo en el exterior muy bien remunerado por cierto (150.000 euros anuales). El segundo se ha postulado como alcalde de Barcelona. Él, que nos ha representado como el españolito medio en tantas películas copiosamente subvencionadas.
Y es que los
verdaderos valientes son los pioneros en denunciar la injusticia.
Cuando todo lo impregna ese espíritu combativo y asfixiante de
uniformidad, donde cualquier disentimiento o desacuerdo es mirado
como traición y su autor lapidado en la plaza pública de las redes
sociales, es entonces cuando martirio y valentía tiene sentido. Que
nadie olvide estos días a Albert Boadella, líder del grupo Els
Joglars. Él fue el primero en rebelarse ante la imposición
nacionalista que invade Cataluña desde hace treinta años. Y ha
pagado muy caro su osadía. Fue por eso criticado, insultado o
tratado cuanto menos de traidor a los suyos, pero jamás se retractó.
Incluso ha seguido denunciando el adoctrinamiento y la imposición de
esos perversos ideales.
La
posición de Serrat, no ha sido tan rotunda como la de Albert, pero
es de premiar. Y nos da una idea de hasta que punto ha llegado el
grado de estulticia de muchos catalanes sobrevenidos de última hora.
Gente venidas de fuera hace cuatro días y que ahora se dicen mas
catalanes que Boadella o Serrat. Incluso aseguran sin pudor que
quieren la independencia. ¿Habrán escuchado decir al vicepresidente
de la Generalidad Junqueras que los catalanes son étnicamente
diferentes al resto de españoles? ¿Y que son más parecidos a los
franceses que a los portugueses, lo cual les hacen mas inteligentes?
Escribí una vez, de broma, que la burguesía catalana ha persuadido
y convencido a los llegados de fuera, que sus abuelas lo que bailaban
de jóvenes allá en el pueblo era la sardana y no las jotas extremeñas o sevillanas
corraleras. Ahora me temo que la cosa no era broma. Se lo han creído.
Dicho
queda…
Joaquín
Yerga
15/10/2017
Cuidado
con los miedos, les encanta robar sueños…
Anónimo
Era
costumbre (muy arraigada por cierto en el imperio persa) aquella en
la que cuando moría un rey, a su heredero le hacían esperar cinco
antes de hacerle jurar el cargo. Y dejaban al pueblo libre, a su
albedrío... sin autoridad. Pasado ese tiempo era tal el caos y la
anarquía que se había apoderado de las ciudades y aldeas, en donde
se sucedían de manera desmesurada los asesinatos, robos, saqueos etc.
que la mayoría del pueblo suplicaba que volviera cuanto antes el
nuevo rey e implantara la autoridad. Con esto la monarquía se
aseguraba el cariño de la gente. Se llamó a este proceder “El
Manifiesto de los persas”, y ha sido requerido varias veces en
distintos lugares del mundo, aquí también.
Me
preguntaba si esta severa y arriesgada costumbre pudiérase aplicar
en Cataluña. A bote pronto y sin mucho reflexionar, se me ocurre que
tal vez fuese una idea acertada y pudiéramos recoger mas pronto que
tarde algunos de sus suculentos frutos. Y es que han bastado tan solo
unos días para que el negro panorama que teníamos se diera la
vuelta como un calcetín y seamos ahora nosotros, los españoles, los
que llevemos ventaja en este reto en el que tanto nos jugamos.
Si
antes de mover un dedo resulta que los catalanes no nacionalistas (un
millón) se han manifestado en masa por las calles de Barcelona. Cosa
antes impensable pues jamás se habían juntado más de un par de
miles en las calles, es que algo está cambiando.
Si
resulta que antes de empezar a movernos, las que si lo han hecho son
precisamente las casi seiscientas empresas que de allí han cambiado
de domicilio social a otras partes del país. Y si con ello está
haciendo temblar a todas las capas sociales de la región, sobre todo
a la poderosa burguesía, que está replanteándose seriamente si fue
un acierto apostar por la independencia, es que vamos por buen
camino.
Si
resulta que ésta gente se están enterando, por fin, que nadie en el
mundo les va a apoyar, salvo cuatro chalados como Maduro en Venezuela
y algún majadero que otro como Willy Toledo, o el insigne defensor
de la oligarquía catalana, Pablito Iglesias, es que algo hemos hecho
bien.
Si
todo esto está ocurriendo aun sin trazas de aplicar el famoso
articulo 155 de la Constitución, mucho me temo que se nos está
cumpliendo a rajatabla el espíritu y la letra del, "Manifiesto de los
persas" antes aludido. Y es que, tan solo han bastado unos días para
que, dejándolos hacer se devoren entre ellos mismos.
Pero
incluso voy más allá, si resulta que a pesar de nuestra sonada dejadez en estos asuntos, pero gracias, tanto a la traición de los nacionalistas como al continuo
desprecio de estos a todo lo español estamos recuperando nuestro orgullo
patrio perdido, pues miel sobre hojuelas.
Y
si resulta que éste lamentable episodio de deslealtad nos va a
servir a los españoles para comprobar definitivamente quién es
quien y donde está cada cual en la alta política nacional, lo
daremos por bueno. Incluso de los peores momentos se extraen
conclusiones positivas.
Posiblemente
nos veremos obligados a aplicar el famoso articulo 155 para que las
aguas vuelvan a su cauce porque ésta gente ha ido demasiado lejos y
ya no pueden retroceder, salvo a exponerse a quedar con el culo al
aire. Y es que, como hacían con la plebe los reyes pesas, en el fondo y por lo
bajines esta huida suya hacia delante denotaría un grito de súplica para que vayamos a rescatarlos cuanto antes. Y de paso poner orden y decencia
en ésa parte de nuestro querido país. Apuesto lo que sea...
Dicho
queda…
Joaquín
Yerga
14/10/2017
Dos
cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo. Y no estoy
realmente seguro de lo segundo.
Einstein
En
ascuas estamos todos; esperando a que el tontaina este de Puigdemont
declare esta tarde la independencia unilateral de Cataluña. Quizás después de tanto manosearlo hemos banalizado un poco el término independencia, pero con nada que pensemos un poco llegaremos a la
conclusión de la barbaridad con B de Barcelona que estos
irresponsables nos quieren llevar a todos. Primero a los propios
catalanes, pero también al resto de españoles.
¿Cómo
es posible que debajo de la abundante pelambrera de éste insensato
de Puigdemont no haya más que simpleza y obstinación?. Primero
convoca un referéndum a todas luces ilegal, y después (todos hemos
sido testigos) de su chapucera celebración, dice que como han votado
el 40%, eso le da pie para declarar la independencia ¡Como el que
se toma un café con churros, vamos!
Este
cafre, que lo pusieron ahí precisamente por ser el mas fanático y
tontolaba de la clase, pretende ni más ni menos él sólito y otros
energúmenos como él, tirar por la borda quinientos años de
historia en común ¡Casi nada! ¿Alguien se imagina por un momento a España sin
Barcelona?.. Yo no desde luego.
Conozco
algo nuestra historia. Y sé que en toda ella está implicada
Cataluña hasta la trancas, al igual que cualquier otra región del país. Desde los
visigodos y la importancia de Barcino (Barcelona), pasando por los
árabes y el reino de taifa de Tortosa. Y hasta el saqueo de
Barcelona por Almanzor, toda fue idéntica a la nuestra. Luego vinieron los
condados medievales catalanes y aragoneses, y su unión formando el
Reino de Aragón. Después la fusión voluntaria con Castilla y
la formación de este gran país que llamamos España.
Cataluña
participó activamente en la guerra de la independencia para echar a
los franceses. Y muchos gerundenses dieron su vida para evitar que su
capital fuera anexionada a Francia por Napoleón. Catalanes fueron,
también, gran parte de los diputados en las primeras cortes de Cadiz
de 1812. Y ellos colaboraron activamente en la Constitución, llamada
la Pepa. Y fueron muchos los catalanes, (como el resto de españoles),
los que emigraron a América para buscar una vida mejor y fundar
empresas. Y bien que se aprovecharon después, en la primera
industrialización del textil, obligando al resto de españoles a
comprar sus productos, (bastantes más caros), porque el gobierno central así nos
lo imponían, a base de aranceles. Ése fue el comienzo, por cierto,
de su riqueza y prosperidad, lo demás hasta llegar a la opulencia en
la que viven hoy vino por pura inercia.
Durante
el franquismo las numerosas familias burguesas catalanas (las que ahora
financian el llamado Procés) y otros millones de catalanes apoyaron
con fervor inusitado a Franco, que les recompensó con la instalación
allí de la gran fábrica de Seat, germen de la gran industria
auxiliar que vino después. Y llegó la transición. Y todos hicimos
un pacto de concordia y solidaridad entre los pueblos de España... hasta ahora, que traicionando nuestra ingenuidad han conspirado
activamente para denigrarnos.
Es
mucho lo que nos une, que duda cabe. Tenemos un pasado juntos que no
se entendería sin ellos. Y el de ellos sin nosotros. ¿Pondrán el
marcador de la historia a cero en caso de secesión? ¿Empezarán a
contar a partir de hoy? ¿Guardarán bajo siete llaves nuestra prolífica
historia común por vergonzante?..
¿Y
en cinematografía ? ¿Y en literatura? Que alguien me explique qué
hacemos con las cientos de películas rodadas en Barcelona, con
argumentos propios y actores nacionales. ¿Considero extranjeros a:
Sazatornil, Nuria Espert, Victor Valverde etc. etc.? No existe, por
más que se empeñen, un cine catalán medianamente serio. Si acaso ahora, de un lustro
para acá, hay algo pero puro snobismo y de calidad ínfima.
Tampoco
me hago a la idea de una literatura española sin Marsé, y sin
Zafón, o sin Diaz Plaja, Ana Maria Matute, Mendoza, Montaban, Mercé
Redoreda, Terence Moix, etc.etc. Todos ellos forman parte de mi niñez.
¿Y
qué me dicen de la música? ¿Paso de Isaac Albéniz, de Granados o de Pau Casals, por decir algunos, por ser todos ellos catalanes? ¿Hago añicos los discos de Serrat, y
los de Sergio Dalma ? ¿Y los del Dúo Dinámico por ser
extranjeros?. Y hasta los de Peret y Dyango si me apuran, a pesar de que
estos dos papanatas decían no sentirse españoles.
¿Y
del deporte que tanto nos ha unido y enternecido? ¿Considerarán ellos un
despropósito las Olimpiadas del 92? ¿Y eso a pesar del pastón que nos
costó y el empeño que pusimos todos los españoles? ¿Y los triunfos
del Juventud de Badalona y del Barsa? ¿Romperán las vitrinas con las
copas por deberse a una historia indigna junto a nosotros?
Imagino
que todo esto no es más que un sueño del que no tardaremos en
despertar. Un mal sueño a convertir posiblemente en pesadilla y que nos va a dejar
a todos, sin duda, muchas secuelas y una resaca muy difícil de superar.
El
daño está ya hecho, pero no ha empezado hoy ni tan siquiera estos últimos días; hace ya treinta años que se incubó esta infección. Hoy
sencillamente han empezado a aflorar los primeros síntomas, con
fiebre alta incluida. Me temo que solo nos quede amputar.
Dicho
queda...
Joaquin
Yerga
10/10/2017
Cuando
las naciones son fuertes no siempre son justas, y cuando desean ser
justas, ya no son fuertes.
W.Churchill
Como
todo asunto que se sale de madre, (y este salió hace tiempo) las
noticias que nos llegan de Cataluña van cambiando minuto a minuto. Y es normal que así sea, pues los acontecimientos son de tal envergadura que se pueden catalogar de extrema
gravedad. Y es que ahora, por fin estamos todos comprobando, aunque tarde, lo
mucho que nos jugamos en Cataluña. Pero incluso en esta deriva podemos sacar algo de positivo
de todo esto: el realce del depauperado sentimiento español.
Decía
lo del cambio porque precisamente hasta ayer por la tarde, incluso
esta misma mañana, pensaba con absoluta convicción que al final de todo nos
veríamos obligados a ver los tanques del ejército español entrar
por la Avenida Diagonal de Barcelona camino del Parlament. Pues bien,
en vista de los recientes acontecimientos he cambiado de opinión.
Ahora lo que veo es una larga fila, pero no de tanques precisamente,
sino de empresas catalanas desfilando en sentido contrario por una
virtual Nacional II, camino de asentar su sedes en otros lugares de
España.
Hasta
ayer, insisto, creía a pies juntillas que para meter en cintura a
esta gente haría falta, cuanto menos, además del discurso del Rey,
jueces valientes, personal militar y mucho coraje, pero
afortunadamente la cosa va a ser mas sencilla, me temo que con un
adecuado manejo de la pasta será suficiente.
Con
nada que leamos las portadas de los dos periódicos catalanes
principales, propensos ambos al nacionalismo, nos daremos cuenta de
que están muy asustados. Están llegando a pensar que lo que iba a
ser una simple desobediencia y barullo, se les está yendo de las
manos. Y es que el éxodo masivo de empresas que está en vía de
producirse les está haciendo recapacitar. De paso, para nosotros se
nos presenta como una efectiva y extraordinaria arma de ataque. Todos
sabíamos que el punto débil del catalán mas genuino es su cartera,
pero con el ruido de la revuelta lo habíamos olvidado. Por fortuna
estamos comprobando que los tópicos, a veces, también se cumplen.
El
gobierno español, (astuto y sagaz al menos en este caso) y a la
vista de los acontecimientos, se ha dado prisa en sacar un decreto
para facilitar la salida de esas compañías y de paso meterle miedo
en el cuerpo a la poderosa burguesía catalana, colaboradora cuando no inductora de todo este desaguisado. La Caixa y el Banco de Sabadell,
han abierto el camino, aunque ayer ya lo hicieron otras.
Olvidémonos
pues de la necesidad de: sangre, sudor y lágrimas, que pedía
Churchill a los ingleses en la Segunda Guerra Mundial. Para resolver
el problema iremos tan solo a lo elemental, con tocarles debidamente
los bolsillos las ovejas volverán al redil. Algunos habrá, entre
ellos los mas exaltados de la CUP, que aun pidan guerra, pero sin el
apoyo de la privilegiada y acomodada burguesía, la cosa nos dura dos
días, y medio
Ellos,
que esperaban mártires ataviados con senyeras ensangrentadas para
implicar al mundo en su locura y desvarío. Y que ansiaban gestos
agresivos de nuestros guardias para manipular imágenes y hacer creer
a los pusilánimes medios informativos de la maldad intrínseca de
los españoles; ellos, los valientes revolucionarios, se baten en
retirada simplemente, por el maldito parné.
De
todas maneras y por el bien de todos, bienvenido sea el espíritu
fenicio de estos alborotadores de pacotilla. Gracias a ese alma
mercantil que los caracteriza, si todo sale como parece, y las ganas
y necesidad de salir huyendo de allí se expande, démonos por
vencedores. Habremos ganado la guerra sin pegar un tiro. Y es que
como toda sociedad opulenta y mimada que se precie, han preferido el
brillo de los euros a la dureza de las balas. Y yo que me alegro..
Dicho queda...
P.D. El titulo del articulo alude a una famosa frase de un asesor del presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton.
Joaquín
Yerga
06/10/2017
La
primera vez que me engañes, sera culpa tuya. La segunda será culpa
mía.
Proverbio
árabe
Todos
sabemos de ese conocido refrán que dice, “El que pega primero, pega
dos veces” Los independentistas catalanes están a las puertas de
aplicarlo con nosotros. Primero, abusando de su mayoría relativa en el
Parlament y saltándose sus propias leyes a la torera sacaron la ley
de desconexion o transitoriedad. Y segundo, en un par de días dicen
que van a declarar la independencia de forma unilateral. Como podemos
ver están decididos echarse al monte. De hecho, creo, que por ahí
andan hace tiempo.
Ahora
nos toca a nosotros responder, pero tenemos la desgracia de tener que
ir rebatiendo hechos consumados, y eso nos proporciona gran
desventaja. Bien es cierto que están a lo que están. Y que todo el
tiempo, dinero y esfuerzos lo gastan en planear la manera de hacernos
la puñeta, y ademas saben como hacerlo, son expertos. Para todo eso
cuentan con un ejercito de unos cincuenta mil voluntarios decididos a
todo y bien introducidos en todas las capas decisorias de la
sociedad.
También
tienen a su disposición un par de periódicos y sobre todo la
televisión catalana Tv3, que nos cuesta un pastón y que está toda
ella subvencionada hasta las trancas. Es decir disponen de un
batallón bien pertrechado y debidamente untado con dinero publico.
Como avanzadilla a llevarse los palos tienen a los tontolabas de la
CUP y parte del Podemos catalán, con el apoyo táctico y moral de
nuestro tontolaba particular Pablito Iglesias. Por supuesto en la
guerra mediática ya librada nos han ganado de calle. No dudo en
reconocerles su inteligencia. No hay que olvidar que son los listos
de la clase (española).
Nosotros,
(que somos la mayoría silenciosa y sufridora) tenemos a nuestro
alcance el famoso articulo 155 de la Constitución, que nos dice que
podemos hacernos cargo de la autonomía. Es decir quitar de ella a
los mandatarios que haga falta (gobierno, parlamentarios, jefes de
policía etc.) y colocar a gente no independentista. Pero la cosa no
es tan fácil. Me explico…
Los
independentistas furibundos están muy introducidos en absolutamente
todos los estamentos de la sociedad. Los hay maestros, médicos,
patrones, funcionarios, deportistas etc. podemos cortar las siete cabezas de
la hidra, pero siempre nos quedarán el cuerpo y las extremidades.
También necesitamos la aquiescencia de los jueces y fiscales para meter inmediatamente a estos dirigentes traidores en chirona, pero ésta nuestra es una, “demasiado exquisita
democracia” y no se yo si estarán por la labor.
Por
supuesto también tenemos que contar con la masa que forman estos
pseudorevolucionarios, que inmediatamente nos harían una huelga
general indefinida y grandes manifestaciones en las calles, pero eso,
imagino que con el ejercito desplegado y toda la policía que hiciera
falta, se solucionaría mas pronto que tarde. Ignoro a que estarían
dispuestos estos rebeldes de pacotilla, pero presiento que no a mucho sufrimiento. La mayoría son simples niños píjos de papás.
No
dudo que al gobierno le ha faltado tacto y sobrado ingenuidad por
confiar en los Mossos de Escuadra. Por cierto, otro de los problemas
que tenemos que solventar. Si una vez descabezados de sus dirigentes,
esta gente en gran parte adoctrinados para la causa, obedezcan a sus
nuevos jefes estatales. Si viesen fortaleza en nosotros, no dudo que
lo harían.
Si
fuésemos capaces de hacer todo esto bien, sin que haya ningún
muerto (que lo esperan los nacionalistas como agua de mayo para tener
su mártir) y aguantáramos así un par de meses, después se podría
convocar nuevas elecciones autonómicas, y a ver que sale.
A
todo esto, que nadie olvide al llamado fuego amigo, es decir, sortear
los peros y los muchos palos en la rueda que van a poner a estos
planes los Podemitas y la parte pusilánime del Psoe. Pero no queda otra. A grandes
males grandes remedios, y que dios nos coja confesados…
No
se si ya iremos tarde pues esta gente se está organizando. Imagino
que el gobierno estará esperando que declaren la independencia
unilateral para tener argumentos sólidos y poder meterlos en el
trullo. Es lo que decía al principio, a los buenos nos toca siempre
ir detrás, al albur de los hechos consumados. Antes no se puede
hacer nada. Esperemos, por el bien de todos los españoles, y por nuestra democracia y sus leyes, que todo salga bien y podamos otra vez
vivir en paz y sin zozobra. Lo necesitamos…
Joaquin
Yerga
05/10/2017
Con
las cenizas de los traidores construiremos la patria de los humildes.
(Eva
Perón)
Ignoro
si la cosa irá a más y lleguéis algún día a ganar este indigno
pulso al estado. A estas alturas ya del llamado “Procés” seguid
igual de perversos, incluso ahora ensoberbecidos por los cuatro votos
de más conseguidos y la fuerte presión que ejercéis. Pero no os
engañéis, toda esta matraca no se debe a que seáis mejores ni más
valientes, sino a nuestra ingenuidad de pueblo lleno de complejos.
Tal
vez lleguéis a formalizar un estado independiente, cosa que no dudo
algún día alcanzareis pues lo tenéis bien organizado desde hace
cuarenta años, pero será un estado levantado sobre unos cimientos
de mentiras. Y es que no habéis llegado a esto, como suele hacerse
en estos casos, a base de revoluciones sangrientas, torturas y
sufrimientos, ¡Que va! Lo vuestro ha sido suave como el visón, un
juego de niños. Habéis llegado a este punto de envanecimiento por
incomparecencia del contrario, es decir el resto de España. Y es que
simplemente, después de haber gozado de todos los privilegios
propios de un niño mimado, os mostráis crueles y mordéis la mano
de los que durante tanto tiempo e ingenuamente os dieron de
comer.
Dudo
que en ninguna parte del mundo encontréis algo parecido, porque:
Vosotros los nacionalistas, que habéis atosigado, fustigado,
acorralado, intimidado y amenazado a todo lo que oliera a español en
las escuelas o en la sociedad, os declaráis ahora las victimas del
conflicto. Y tanto habéis mentido e inventado que os han creído, no
solo en ciertos medios, sino que parte de nosotros lo asumimos como
cierto... ¿Síndrome de Estocolmo? ¿Escasez de cultura? ¿Vileza de
unos cuantos? Tal vez un poco de todo.
Vosotros
los independentistas, que habéis sido los más ricos del país, con
autogobierno casi pleno, con policías propios, leyes, parlamento
etc. y que habéis gestionado la crisis de manera deplorable y
entrampados hasta las cejas, con derroches y mangazos de toda índole,
quedáis ahora como los sufridores del cotarro y cargándole el
muerto del desastre, a “Madrid”, como a menudo soléis decir con
mala fe.
Vosotros,
los Torras y Puigdemones de turno, sin duda mas avispados que el
resto de españoles, habéis sabido adivinar perfectamente cuales
eran vuestros intereses y os habéis aprovechado de la abulia e
indiferencia de una mayoría de españoles, desconocedores, por
cierto, de sus propios intereses. Y montareis una nación, pero será
una nación llena de patrañas, mártires de pacotilla, y con ídolos
de plastilina.
Y
cuando pase el tiempo y con él esta barahúnda de vocerío y
perfomances que organizáis, día sí y otro también, comprobareis
que quizás no todo habrá merecido la pena. Habréis creado, de la
nada y con engaños, un diminuto estado, (mas o menos rico y con la
mitad de la gente cabreada) es cierto, pero habréis perdido,
también, un gran país hermano que os admiraba por emprendedores, y
que a partir de ahora os mirarán como traidores.
Qué
duda cabe que erramos cuando con lo de las autonomías para todos
cedimos la educación. Y que eso os ha servido para adoctrinar a
favor de vuestros intereses patrios a todos los jóvenes surgidos
durante dos generaciones. Incluso que estos a su vez hayan hecho lo
propio con sus parientes mayores, muchos de ellos analfabetos venidos
de otras partes de la España mas subdesarrollada.
Posiblemente
no haya marcha atrás por la septicemia de odio a lo español que os
domina. Y que gran parte de esos antiguos extremeños y andaluces que
os apoyan (lo que más me duele) se rasgarán las vestiduras cuando
pasado el tiempo y el fervor comprueben que no han ganado nada, solo
generado mucha tristeza y desolación, entre los suyos.
Cuando
los oscuros pronósticos se cumplan y al fin seáis soberanos,
nosotros, lamentablemente, seremos más pequeños en extensión, y
posiblemente más pobres en economía, de eso no hay duda. Y por mi
parte, que había soñado siempre con una España grande, democrática
y justa, me conformaré al menos con que los que quedemos
permanezcamos unidos de una vez, si bien menguados en riqueza.
Espero, también, que entre todos miremos el futuro con orgullo
porque no todo en este ingrato mundo es dinero y grandezas, a veces
debemos anteponer nuestra dignidad como pueblo para que nadie jamás
se atreva otra vez a vilipendiarnos. Aunque me temo que necesitaremos
mucha fuerza y determinación para recomponer nuestros despojos.
No
obstante, siempre me quedará la historia, para soñar...
Joaquín
Yerga