Una noche y algo mas...
Cuando
estas feliz disfrutas la música; cuando estas triste entiendes la
letra.
Anónimo
“Esta
noche es Nochebuena y mañana Navidad, saca la bota María que me voy
a emborrachar” .
Esta letra de ese conocido villancico estaría ahora muy mal vista,
por lo de emborracharse, pero la tradición es así, y mira que eran
malos los guionistas y letristas de los villancicos.
Pero
nada más lejos mi intención que hacer de aguafiestas precisamente
esta noche, tan especial para tantos. Aunque imagino que nadie se
escandalizará si les recuerdo que Jesús no nació
exactamente hoy. Esta noche y el resto de la navidad, incluido fin de
año, simplemente seguimos la tradición pagana que se remonta a los
tiempos de los romanos. La iglesia cristiana continuó con las mismas
costumbres y así aprovechar las fiestas para inculcar a la gente la
nueva fe. ¡A ver quien es el guapo que le quita al personal unas
fiestas, sean estas paganas o cristianas!.
La
no coincidencia del día de nacimiento de Jesucristo
con estas fechas es lo mismo que el error del año de
su alumbramiento. Aunque éste último se deba a la torpeza de un mal
cálculo del asceta Dionisio “el Exiguo”. Éste fraile de curioso
apelativo se equivocó al evaluar el año de nacimiento, porque erró
al echar cuentas con la fundación de Roma, que era entonces la fecha
de referencia; contó tres años menos.
La
tercera semana de diciembre han celebrado siempre el solsticio de
invierno casi todas las civilizaciones habidas y por haber, (es decir
el día más corto y la noche más larga del año) Y los
evangelios se empeñaron, también, en hacer coincidir el nacimiento
de Cristo con estos días precisamente, de tal forma que así no
cambiaba apenas nada tan solo el objeto de veneración… De, el
Sol Invictus de los romanos al Jesucristo de los
cristianos. Y mientras tanto la gente seguía divirtiéndose.
Aun
a pesar de que fecha, razón y sentido común se obstinen en
llevar la contraria a la Navidad cristiana, qué
duda cabe que la buena intención es lo verdadero al fin y al
cabo, pues los sentimientos y deseos de paz y bondad que se perciben
en estas fechas es lo que cuenta.
Estamos
seguros todos que nada ocurrió tal y como nos lo cuenta la
tradición. Y que hacemos oídos sordos a la machacona realidad y
seguimos a lo nuestro, pero si hacemos el esfuerzo de aceptarlo como
simples o extraordinarias metáforas y esto nos sirve para mejor
comportarnos aunque solo sea una vez al año, démoslo por sucedido.
Si
la excusa de la Navidad nos ayuda, insisto, además
de los buenos deseos en Internet, a recapacitar y valorar
realmente lo poco o mucho que poseemos todo el año, en cuanto a
amistad, paz, o bienestar, sobre todo si hacemos la comparación
con los que no tienen (que suelen ser casi todo el resto del
mundo) bienvenida sea.
Y
si pensamos fríamente lo que conlleva estas fechas (aún soportando
las pantagruélicas cenas con los cuñaos) en cuando a deseos,
afanes de concordia y buenas intenciones, llegaremos a la conclusión
de que merece la pena celebrarlas, ya tenemos el resto del año para
hacernos la guerra.
El
cristianismo ha evolucionado tanto que, pudiera haber llegado a ser
inocuo, insípido, adulterado o inverosímil, es cierto, pero nunca
dañino ni perjudicial, ni nocivo, pues todo lo que divulga y propaga
ahora es armonía, fraternidad y paz entre los hombres, que no es
poco con la que está cayendo en otros lares.
Feliz
Noche a todos.
Joaquín
Yerga
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