La vi pasar con otro, risueña y arrogante.
Me pareció más bella, más gallarda...
No sé. Sólo sé que de nuevo la amé en aquel instante,
más que cuando fue mía, si es que entonces la amé...
--J. A. Buesa--
Cuando murió su padre, mi amiga Paqui quedó desolada; había sido el gran referente de su vida..
--Gracias a Dios, Joaquín---me decía aquel día---que aún tengo a mi madre a mi lado y la quiero, pero con mi padre fue distinto. Nunca nos tuvimos secretos; fue mi confidente. Ahora después de su muerte me siento vacía. Se me hace insoportable su ausencia
Me lo confesó durante el entierro. Su padre había muerto relativamente joven.
Tardé en volver a verla, pero hace dos tardes se pasó por casa y me contó un secreto:
–Joaquín, desde el día que murió mi padre, ni mi madre ni yo nos atrevimos a tocar sus cosas, pero la otra mañana me atreví. Emocionada decidí rebuscar sus cajones, y encontré una carta suya. Iba dirigida a una tal Encarni, ¡y no era a mi madre!.
Sufría mi amiga al recordarlo, pero reconozco que me intrigaba lo que me estaba contando. Así que, le animé a seguir:
--¡Vaya!---exclamé---¿y de qué iba la carta, de amor?
---Y tanto que era de amor---me confirmó---y me invadió una enorme tristeza al leerla. Me acordé de mi madre, la pobre. Desde luego no todo en casa fue del color de rosa que me hicieron creer. Pero tomé una decisión, ¡mi madre jamás se enteraría de la carta, ni sabría nunca, de Encarni!---concluyó tajante
Se me puso a llorar emocionada. Busqué un pañuelo en un cajón y se lo di. Mientras, sacó la carta de su bolso y me la dejó leer. Es la que os muestro abajo.
Querida Encarni:
Ha pasado mucho tiempo de lo nuestro. Como te puedes imaginar ya no soy el mismo que tú conociste, pero mi ánimo hacía ti sigue intacto. Quizás por eso y antes de que sea demasiado tarde necesito que sepas de mis sentimientos, por si fuera la última vez.
¿Sabes? pasamos juntos unos años inolvidables; los mejores de mi vida. No sé si te conmoverás cuando te llegue la carta o ni tan siquiera pestañees cuando la leas. Tampoco sé si te sorprenderá, o ya la intuías, porque, ¡¡fueron tantas las veces que me escuchaste decir cuánto te quería!!. Si acaso hiciera mella en tu alma poco importa ya, los dos rehicimos nuestras vidas y en el fondo quizás para bien.. herimos a demasiada gente.
Tú estarás feliz con los tuyos y tus circunstancias; yo en otra dimensión, adaptándome eternamente a las mías, pero, eso sí, amándote en silencio.. ¡¡Cuántas veces fantaseé una vida de ensueño contigo!! ¡Ay, si tú supieras!,,
Hace años pensé llamarte y decirte que dejáramos todo y nos fuéramos juntos, lejos. Otras veces intenté escribirte, contarte, y que me entendieras. Sin embargo pudo más mi cobardía y me quedé callado.
Esta carta nunca la echaré al buzón, pero al menos me servirá para desahogarme, diciéndote en ella lo que nunca he dejado de hacer... ¡Quererte!..
Siempre tuyo
Esa noche mi amiga Paqui se quedó a cenar en casa. Entre lágrimas y también alguna sonrisa que conseguí provocarle después, me fue pormenorizando la historia y lo que investigó después. Me dijo que no se atreve a preguntarle nada sobre el asunto a su madre; teme remover un pasado que a ella no le va a gustar..
Por cierto, la velada se prolongó más allá de la madrugada. Tomamos unas copas, y hablamos de nosotros, y reímos, y...
Joaquín
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