Amiga..
A qué tipo de amor invitas a un hombre singular.
Qué temperatura puede alcanzar ése amor.
Qué nivel de entrega ofreces..
Dime el precio emocional dispuesta a pagar.
Debes saber que el tipo es atrevido, descarado,
imprudente, posesivo..
Sus ganas de amarte sorprendente, inclemente, potente...
Y un deseo diferente, insistente, ingente, absorbente
de tenerte le domina.. ¿Te atreves?
--Joaquín--
Entiendo
que no le sería muy difícil a cualquiera hacer una lista de los tipos más talentosos, los más geniales seres que han dado los siglos.Sí, esos tipos que aparecen muy de tarde en tarde para alborozo de
la civilización. Por supuesto cada uno de nosotros escogería a,
según su criterio, los mejores, aunque imagino que no diferirá
demasiado de los que están ya catalogados como hombres
extraordinarios por la historia.
La
lista de estos genios pudiera ser muy larga dependiendo de la
influencia que hayan dejado en el devenir de la humanidad. Yo comenzaría por orden cronológico y, eso sí, no tendría tiempo ni espacio para nombrar a todos los que son y que merecerían estar..
Qué
duda cabe que las dos primeras celebridades más influyentes de la
historia escrita universal fueron, sin duda, Platón y Aristóteles,
Estos dos griegos del siglo IV a.c. son algo más que simples
filósofos. Ellos fueron el germen y origen de muchas cosas y su
influencia ha perdurado durante siglos, o incluso milenios.
--Platón fue
el filósofo de las ideas, de la filosofía pura. Aunque mucho de lo
que enseñó describía simplemente lo que había dicho su
maestro Sócrates. No está del todo claro qué era suyo y qué de su
maestro, sin embargo él fue el verdadero creador de la psicología,
de la política o de la ética y su influencia en la religión ha
sido tan enorme que las tres grandes creencias occidentales: el
judaísmo, el cristianismo y el islamismo se daban de tortas por
adaptar sus ideas a sus respectivos dogmas.
En política, Platón escribió “La
República”, en donde exponía su modelo de convivencia ideal
entre los hombres. Para eso imaginó su ciudad perfecta en la que
cada sector de la población tenía su cometido. Los que decidían
(autoridades) serían los más sabios, según él, los filósofos.
En la siguiente escala estarían los más fuertes y capacitados
(policías, guardianes y el ejercito). Y por último la gran masa
trabajadora que serian los productores. Evidentemente esto era
antidemocrático y por eso tuvo muchas críticas.
--Aristóteles, discípulo
de Platón, aunque pronto sus ideas divergieron pues éste pasó al
terreno más práctico, el de la realidad. Sin duda fue un verdadero
monstruo de conocimientos. Su saber abarcaba muchas disciplinas,
desde botánica, ética, zoología, moral o metafísica, y sentó las
bases de estas ciencias. Su gran revolución fue pasar de las ideas
de Platón al mundo de la experiencia. Con ello inventó el
Empirismo, es decir, demostrar con pruebas y hechos reales todas las
teorías que surgiesen.
El
pensamiento de Aristóteles en cuanto a moral, ética y el papel que
desempeña el hombre en la tierra fue muy seguido por filósofos y
teólogos hasta hace tan solo cuatro días. Fue el preceptor de
Alejandro Magno ¡Y así nos salió el niño!..
--Shakespeare, gran
genio inglés, en este caso del teatro y literatura. Mira que me
duele anteponerlo a nuestro Cervantes, pero es más universal. ¿Quién
no conoce sus grandes creaciones?...Casi todas son obras maestras de
la literatura mundial. Todas se han representado millones de veces y
están consideradas como símbolos o metáforas de las pasiones
humanas...Hamlet, Romeo y Julieta, Macbeth, El sueño de una noche de
verano, Otelo, El Mercader de Venecia etc. todos grandes dramas,
patrimonio ya de la humanidad (Esto se me ha ocurrido ahora, quizás
lo sean oficialmente). Curiosamente murió este hombre el mismo día
y año que el padre del Quijote, aunque tiene truco la cosa…
--Newton, otro
inglés, del siglo XVII, Fue un tipo muy especial y más raro que un
perro verde. Para empezar puso patas arriba todo lo que se sabía del
universo hasta entonces, creando las leyes de la gravitación
universal. En ella y de manera elegante expuso los movimientos de los
planetas a la perfección, ¡Y por fin todo encajaba!… Dos cuerpos
celestes (planetas) se atraen dependiendo de su masa y del cuadrado
de la distancia que la separan. Acuérdense de aquello de la manzana
y cómo viendo caer esta fruta del árbol se le ocurrió lo de la
gravedad.
Éste
enjuto guiri, matemático, inventor y astrónomo, descubrió,
también, los grandes misterios de la luz. Si hoy sabemos que la luz
blanca se compone de: violeta, verde, rojo, naranja o azul, se lo
debemos a él, lo hizo haciendo pasar un rayo de luz solar a través
de un prisma de cristal. En las leyes de la dinámica su aportación
fue vital, nos dijo que un cuerpo en el espacio permanece en reposo,
o mantiene eternamente su velocidad si nada interviene en él. Los
ingleses lo consideran, casi, como el Padre de la Patria… de la
suya, claro. Está enterrado en la abadía de Westminster.
--Darwin, parece
ser que la cosa va de ingleses pero es la cruda realidad. Con éste
médico y naturalista del siglo XIX cambiaron muchas ideas y
creencias que hasta ese momento eran impensables. Nos sacó del
letargo de creer que todas las especies de la tierra, incluidos los
seres humanos, habíamos aparecido aquí de repente, y tal como
somos. La inmensa mayoría de la gente creía a pies juntillas la
teoría creacionista (aun la creen muchos) según la cual Dios creó
el mundo en siete días y los dotó de seres vivos, (ya acabados y
completitos) en ese tiempo ¡Pues nada mas lejos! Darwin ideó,
y demostró con pelos y señales la teoría de evolución.
Con
este nuevo y espectacular descubrimiento comprobamos cómo los seres
evolucionamos y nos adaptamos al medio ambiente para sobrevivir.
Imagínense la que lió cuando publicó su primer libro, “El Origen
de las Especies”, en el que se deducía que los hombres éramos
primos hermanos de los monos. Su obra revolucionó el mundo de la
ética, de la moral y el de las creencias religiosas de rabo a cabo,
pero expuso su teoría con tal minuciosidad y con tantas pruebas que
fue casi irrefutable. Este genio está considerado, el otro ingles
más importante que han dado los siglos, y está enterrado con todos
los honores justo al lado de Newton. Entre medias de estos dos genios
acaban de colocar, nada menos, que al gran Stephen Hawking
--Einstein. Por
fin salimos de las Islas Británicas y nos adentramos hacia el centro
del continente, en Alemania exactamente, allí nació este judío
sabiondo como él solo. Parece imposible que un hombre, aparentemente
normalito (trabajaba en una oficina de patentes en Suiza) gestara en
su privilegiada cabeza la enorme, Teoría de la Relatividad. Con esta
nueva (hasta entonces) teoría, le daba la vuelta como un calcetín a
todo lo conocido en el universo, y por ende también nos afectaba a
todos… ¡Y de qué manera!, como pudimos comprobar después.
El
amigo Albert sin apenas medios técnicos se atrevió a decirnos que
el binomio espacio-tiempo estaban más relacionados de lo que
pudiéramos imaginar, y nos descubrió la famosa formula, “E= mc2”,
es decir, energía es igual a masa por velocidad al cuadrado. Ni que
decir tiene que fue el origen de la bomba atómica, aunque él no
pensaba en ella precisamente.
En
sus dos grandes descubrimientos, las teorías de la relatividad
especial y la general, nos viene a decir, entre otras muchas cosas,
que a más velocidad el tiempo transcurre más lento, y que a más
velocidad la masa de un cuerpo se multiplica. También nos cambia por
completo el concepto del espacio y de la gravedad que tan
elegantemente nos había explicado Newton. Y nos habla por
primera vez de los agujeros negros, y de los de gusano, para ir hacia
atrás en el tiempo etc.etc. Como tantos otros tuvo que marcharse de
la Alemania nazi y refugiarse en los Estados Unidos. Es el prototipo,
como todos saben, de sabio despistado.
Evidentemente
todos estos genios no surgieron de la nada, sino como dijo una vez el
mismo Newton (a pesar de su pedantería y mal genio) los grandes
hombres han llegado a ser lo que lo son, porque han ido “A hombros
de gigantes” es decir aprendiendo de sus antecesores.
En fin...
Joaquín
Yerga
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