Estuve una vez con una mujer que me hizo perder la cabeza; a punto estuvo de reventar por infelicidad mi corazón. Tan hermosa era, que las líneas de su talle y las facciones de su cara las veía como el modelo ideal femenino. Nada en el mundo había más bello: su rostro, sus piernas, su nariz, su culo, su sonrisa.. Luego comprobé que no era para tanto, ¡Ay, el amor, a veces nos hace sentir emociones y ver universos donde solo hay una estrella!..
Llegué a amarla tanto que la idolatraba. Recuerdo un día que, al besarla, le note un poco de halitosis, quizás fuera por lo de la regla. No sé, decían entonces que a las chicas con la menstruación les olía el aliento... El caso es que me supo a Gloria, creedlo. Sí sí, ¡por fin!, me dije, qué alegría, es humana, ya no todo es perfecto en ella.... Eso me dio confianza y elevó mi espíritu, aún la quise más..
Luego me dejó, y ése abandono marcó mi vida para siempre. Eso sí, si al principio fue todo un duelo mi tormento, después serené mi corazón; y es que los celos no me habían dejado vivir.. Ya la he olvidado.. Bueno, miento, me he reconciliado con mi pasado, la he perdonado.
Hace unos años vi su foto en internet y me sorprendió su desmejorado aspecto; intuí algo de su triste historia sin mi. Confieso que eso me ha ayudado a desmitificarla. Lo siento, uno también es humano..
Joaquín

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar