Huye de ese mortal desasosiego
que interroga a las sombras del Destino;
la vida es ciega y el amor es ciego,
pero nunca equivocan el camino.
--Ricardo León--
"No hay que exigir en las personas más de una cualidad. Si les encontramos una, debemos ya sentirnos agradecidos y juzgarlas solamente por ella y no por las que les faltan”.
Bien, es una manera de verlo, pero yo tengo dudas.. Lo dijo un tal Julio Ramón Ribeyro, un renombrado escritor peruano. Y digo que tengo dudas porque, suponed que damos con una buenísima persona, pero aburrida como un pasmarote ¿Hemos de alabarla por el hecho de ser un "alma de cántaro"? ¿Debemos enamorarnos de ella porque además no es fea la chica? Lo siento, yo quiero algo más..
Decía también Julio Ramón Ribeyro:
"No es acertado exigir que una persona sea simpática y también generosa o que sea inteligente y también alegre o que sea culta y también aseada o que sea hermosa y también leal. Tomemos de ella lo que pueda darnos. Que su cualidad sea el pasaje privilegiado a través del cual nos comunicamos y nos enriquecemos".
Bueno, reconozco que con estas últimas palabras me reconcilio con Julio Ramón Ribeyro. No podemos ni debemos exigir una persona diez; Ummmm, tal vez con un par de cualidades... por ejemplo, belleza y amenidad, con eso me conformo. Digamos que no es poco para empezar.. 😉😉😉
Joaquín
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