martes, 14 de enero de 2025

El que venga detrás que arree

                                                                                       


Decía Emil Cioran (famoso escritor francés): "Solamente son felices quienes no piensan nunca. Es decir, quienes no piensan más que lo estrictamente necesario para sobrevivir. El pensamiento verdadero se parece a un demonio que perturba los orígenes de la vida".

O sea, según Cioran tenemos dos alternativas: participar de todo lo que nos rodea y sucede, preocuparse y sufrir, o saber lo preciso para vivir medianamente bien; es decir, no interesarse sino por lo justo, para que no interfiera en nuestro bienestar emocional. 

Yo he elegido lo primero, con matices, prefiero saber. Es más, indago, pregunto, averiguo, conozco, me empapo, entiendo, intuyo, leo, veo, estudio, distingo, deduzco... por tanto: sufro, soporto, padezco, me aguanto, tolero... Todo esto me conlleva no ser totalmente feliz, ¡qué le vamos hacer!...

Conste que tampoco soy de los pelmas que están todo el día queriendo arreglar el mundo ellos solos y no duermen pensando en los palestinos, en la capa de ozono o el cambio climático. Lo siento, soy muy egoísta, pienso que, para cuatro días que vive uno no merece la pena tanto sufrir. 

Digamos que mi filosofía de vida es: procurar ser un tipo honesto en lo personal, estrictamente democrático en lo político, y socialmente correcto, y sobre todo, no crearme problemas innecesarios.. 

En fin, uno es como es.. el que venga detrás que arree... yo no eché la culpa a mis padres del mundo, manifiestamente mejorable, que me encontré cuando nací, y lo sabéis.. 

Joaquín






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