jueves, 14 de junio de 2018

Nunca llueve al sur de Castilla...





Yo ya me despedía... y palpitante
cerca mi labio de tus labios rojos,
¡hasta mañana, susurraste!;
yo te miré a los ojos un instante
y tu cerraste sin pensar los ojos
y te di el primer beso.

Salí a la calle alborozado
mientras tu te asomabas a la puerta
mirándome encendida y sonriente.
Volví la cara en dulce arrobamiento,
y sin dejarte de mirar siquiera,
salte a un tranvía en raudo movimiento;
y me quedé mirándote un momento
y sonriendo con el alma entera,
y aun más te sonreí... Y en el tranvía
a un sarcástico, ansioso y curioso,
que nos miró a los dos con ironía,
le dije poniéndome dichoso,
¡Perdoneme, señor esta alegría!
(Amado Nervo)

Y es que suspiro porque un día, al fin, los habitantes del sur, nuestro sur, sean los mejores deportistas de élite (ahora son catalanes, mallorquines o vascos, y algún madrileño); constituyan, también, la mayoría de políticos que nos gobiernen (ahora son gallegos, catalanes o vascos, y algún madrileño); despunten en medicina, arquitectura o ingeniería (ahora son catalanes, vascos, y algún madrileño) o acaparen las sedes de las más grandes y prósperas empresas del país (ahora son catalanas, vascas, y algunas madrileñas) En fin... 
Porque sepan que por número de habitantes, Andalucía + Extremadura, supera a la suma de Cataluña + Pais Vasco + Navarra, y sin embargo apenas decidimos nada, no tenemos nada ¿Alguien recuerda algún deportista de élite del sur? ¿Algún montañero, algún piloto de carrera, algún tenista? ¿Algún investigador importante? Pero eso sí, tenemos gran disponibilidad de niños cantores, o de aspirantes a artistas de la farándula. No se enfaden todavía, háganlo después de lo que sigue...
Los españoles tenemos la suerte de tener dos ciudades entre las más importantes de Europa, y también del mundo, Madrid y Barcelona. Y digo importante no solo por su población, millonaria ambas, sino por su historia, por su arquitectura y por un montón de cosas más. Ahora se hacen muchos rankings de las mejores ciudades para vivir pero se tienen en cuenta cosas que antes ni existían, por ejemplo, la red del metro, los restaurantes con estrellas Michelín, los parques, o el clima.
Si hiciéramos ésa lista sólo por tamaño o población apenas contaríamos en el mundo, pues hay ya tropecientas ciudades mas pobladas. Háganse una idea de lo que han cambiado las cosas en tan solo cien años. A principios del siglo XX, Londres era la más poblada del planeta, y con diferencia, hoy en día no aparece ni entre las veinticinco primeras, pero no se alarmen, Madrid no la encuentran hasta el puesto sesenta y Barcelona en el noventa.
Afortunadamente tenemos un rico pasado, y con eso podemos presumir, pues se hicieron cosas entonces que hoy en día millones de viajeros de todo el mundo se dan de tortas por verlas ¡Quién lo diría!. Decía antes que nuestras dos ciudades están entre las mejores, según opinión de muchos expertos y hombres de negocios, porque si miramos calidad de vida, infraestructuras e historia, aquí si nos llevamos la palma.
Hay ciudades, como las chinas o las de Asia en general, o las africanas, que poco menos es contraproducente vivir ellas, por el trafico, por la contaminación, por la masificacion, además están rodeadas de infraviviendas; habitar en muchas de ellas es como vivir en el infierno pero aquí en la tierra.
En el lado opuesto, es decir, las urbes donde es un placer estar en ellas, desde hace unas décadas siempre son las mismas y, ¡Claro! todas están situadas en los países más prósperos. Ni que decir tiene que la suiza Zurich, la canadiense Vancouver, o la Australiana Melbourne, acaparan los primeros puestos, y es que son de tamaño medio, tienen una alta calidad de vida y sus habitantes están tan civilizados que todos respetan absolutamente su medio ambiente.
En España a pequeña escala pasa algo parecido, las ciudades del norte están a la cabeza en calidad y mejor vivir que en el sur. Es curioso pero año tras año poblaciones como Vitoria, San Sebastián, Pamplona, Oviedo o Logroño acaparan todas las atenciones y parabienes como lugares en donde vivir es un placer. Todas disponen de unos servicios públicos magníficos, los parques abundan, la limpieza de sus calles brilla, y la buena educación de sus habitantes es notoria ¿Tendrá mucho que ver las abultadas pensiones y sueldos medios de sus habitantes? ¿O que el indice de lectura y el acceso a Internet de sus moradores sea más alto que en otras latitudes? Me temo que si.
En la otra orilla, digamos en el hemisferio sur de nuestro país ocurre todo lo contrario. Ciudades, también de tamaño medio, como Cádiz, Córdoba, Badajoz, Jerez o Murcia por nombrar algunas, son las peor valoradas en ese ranking que hacen a menudo los expertos, y donde se tiene en cuenta, además de lo dicho antes, el desempleo, la seguridad ciudadana o la limpieza.
Ganas tengo de que llegue el día en el que se inviertan los términos y que nuestro sur despunte de una vez y para siempre como zona de prosperidad y calidad de vida a imitar por el resto. Y que no me digan que eso de la calidad de vida es subjetivo y que cada cual la interpreta a su manera porque no es cierto, hay un baremo y unas normas universales para el buen vivir, que se cumplen siempre a rajatabla.
Que nadie se ofenda por todo esto, no es más que la exposición de una realidad absoluta, el hecho de contarlo con esta crudeza se debe al inmenso cariño que le tengo a mi tierra y las ganas de que llegue el día en el que salgamos de las listas de todo lo malo de una sociedad: desempleo, pobreza, y atraso.
Dicho queda...


cosasdejoaquinyerga@blogspot.com

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