Nunca llueve al sur de Castilla...
Yo
ya me despedía... y palpitante
cerca
mi labio de tus labios rojos,
¡hasta
mañana, susurraste!;
yo
te miré a los ojos un instante
y
tu cerraste sin pensar los ojos
y
te di el primer beso.
Salí
a la calle alborozado
mientras
tu te asomabas a la puerta
mirándome
encendida y sonriente.
Volví
la cara en dulce arrobamiento,
y
sin dejarte de mirar siquiera,
salte
a un tranvía en raudo movimiento;
y
me quedé mirándote un momento
y
sonriendo con el alma entera,
y
aun más te sonreí... Y en el tranvía
a
un sarcástico, ansioso y curioso,
que
nos miró a los dos con ironía,
le
dije poniéndome dichoso,
¡Perdoneme,
señor esta alegría!
(Amado
Nervo)
Y
es que suspiro porque un día, al fin, los habitantes del sur,
nuestro sur, sean los mejores deportistas de élite (ahora son
catalanes, mallorquines o vascos, y algún madrileño); constituyan,
también, la mayoría de políticos que nos gobiernen (ahora son
gallegos, catalanes o vascos, y algún madrileño); despunten en
medicina, arquitectura o ingeniería (ahora son catalanes, vascos, y
algún madrileño) o acaparen las sedes de las más grandes y prósperas
empresas del país (ahora son catalanas, vascas, y algunas
madrileñas) En fin...
Porque
sepan que por número de habitantes, Andalucía + Extremadura, supera
a la suma de Cataluña + Pais Vasco + Navarra, y sin embargo apenas
decidimos nada, no tenemos nada ¿Alguien recuerda algún deportista
de élite del sur? ¿Algún montañero, algún piloto de carrera,
algún tenista? ¿Algún investigador importante? Pero eso sí,
tenemos gran disponibilidad de niños cantores, o de aspirantes a
artistas de la farándula. No se enfaden todavía, háganlo después
de lo que sigue...
Los
españoles tenemos la suerte de tener dos ciudades entre las más
importantes de Europa, y también del mundo, Madrid y Barcelona. Y
digo importante no solo por su población, millonaria ambas, sino por
su historia, por su arquitectura y por un montón de cosas más.
Ahora se hacen muchos rankings de las mejores ciudades para vivir
pero se tienen en cuenta cosas que antes ni existían, por ejemplo,
la red del metro, los restaurantes con estrellas Michelín, los
parques, o el clima.
Si
hiciéramos ésa lista sólo por tamaño o población apenas
contaríamos en el mundo, pues hay ya tropecientas ciudades mas
pobladas. Háganse una idea de lo que han cambiado las cosas en tan
solo cien años. A principios del siglo XX, Londres era la más
poblada del planeta, y con diferencia, hoy en día no aparece ni
entre las veinticinco primeras, pero no se alarmen, Madrid no la
encuentran hasta el puesto sesenta y Barcelona en el noventa.
Afortunadamente
tenemos un rico pasado, y con eso podemos presumir, pues se hicieron
cosas entonces que hoy en día millones de viajeros de todo el mundo
se dan de tortas por verlas ¡Quién lo diría!. Decía antes que
nuestras dos ciudades están entre las mejores, según opinión de
muchos expertos y hombres de negocios, porque si miramos calidad de
vida, infraestructuras e historia, aquí si nos llevamos la palma.
Hay
ciudades, como las chinas o las de Asia en general, o las africanas,
que poco menos es contraproducente vivir ellas, por el trafico, por
la contaminación, por la masificacion, además están rodeadas de
infraviviendas; habitar en muchas de ellas es como vivir en el
infierno pero aquí en la tierra.
En
el lado opuesto, es decir, las urbes donde es un placer estar en
ellas, desde hace unas décadas siempre son las mismas y, ¡Claro!
todas están situadas en los países más prósperos. Ni que decir
tiene que la suiza Zurich, la canadiense Vancouver, o la Australiana
Melbourne, acaparan los primeros puestos, y es que son de tamaño
medio, tienen una alta calidad de vida y sus habitantes están tan
civilizados que todos respetan absolutamente su medio ambiente.
En
España a pequeña escala pasa algo parecido, las ciudades del norte
están a la cabeza en calidad y mejor vivir que en el sur. Es curioso
pero año tras año poblaciones como Vitoria, San Sebastián,
Pamplona, Oviedo o Logroño acaparan todas las atenciones y
parabienes como lugares en donde vivir es un placer. Todas disponen
de unos servicios públicos magníficos, los parques abundan, la
limpieza de sus calles brilla, y la buena educación de sus
habitantes es notoria ¿Tendrá mucho que ver las abultadas pensiones
y sueldos medios de sus habitantes? ¿O que el indice de lectura y el
acceso a Internet de sus moradores sea más alto que en otras
latitudes? Me temo que si.
En
la otra orilla, digamos en el hemisferio sur de nuestro país ocurre
todo lo contrario. Ciudades, también de tamaño medio, como Cádiz,
Córdoba, Badajoz, Jerez o Murcia por nombrar algunas, son las peor
valoradas en ese ranking que hacen a menudo los expertos, y donde se
tiene en cuenta, además de lo dicho antes, el desempleo, la
seguridad ciudadana o la limpieza.
Ganas
tengo de que llegue el día en el que se inviertan los términos y
que nuestro sur despunte de una vez y para siempre como zona de
prosperidad y calidad de vida a imitar por el resto. Y que no me
digan que eso de la calidad de vida es subjetivo y que cada cual la
interpreta a su manera porque no es cierto, hay un baremo y unas
normas universales para el buen vivir, que se cumplen siempre a rajatabla.
Que
nadie se ofenda por todo esto, no es más que la exposición de una
realidad absoluta, el hecho de contarlo con esta crudeza se debe al
inmenso cariño que le tengo a mi tierra y las ganas de que llegue el
día en el que salgamos de las listas de todo lo malo de una
sociedad: desempleo, pobreza, y atraso.
Dicho
queda...
cosasdejoaquinyerga@blogspot.com
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