Amiga...
Me cuesta superar lo nuestro.
Y es que nada es lo mismo sin ti.
Mi fantasía me hace pensar
que aún estás conmigo.
Incluso alguna vez en la calle,
o en cualquier paseo y lugar,
creo verte entre la multitud.
Y corro, aturdido, entre la gente
detrás de la silueta de una
desconocida creyendo que eres tú.
Luego, desengañado, me siento
en un banco mientras disuado
la imaginación y tranquilizo
mi desbocado corazón
--Joaquin--
Hay misterios insondables e intemporales que siempre estarán ahí, esperando ser revelados algún día. Eternos misterios que confunden y embelesan a la humanidad.. Misterios tan apasionantes como, por ejemplo, saber dónde está la Atlántida, ése mítico y maravilloso continente perdido del que nos hablaba Platón, o en qué lugar reposan los restos de Alejandro Magno y qué ha sido de su magnifica tumba construida para que nadie jamás la profanara. Incluso conocer el paradero de la enigmática Arca de la Alianza, aquella en donde Dios grabó con sus dedos y delante de Moisés en dos tablas de piedra los Diez Mandamientos nos embelesa y distrae..
La del Arca de la Alianza es una historia excepcional y desconcertante... Cuando Dios quiso salvar a su pueblo, los judíos, de las garras del Faraón que lo tenía esclavizado en Egipto, se fijó en un tipo cualquiera, Moisés, para que los guiara y llevara a Canaán, la tierra prometida. A pesar de que Moisés opuso resistencia, lo convenció, y éste, liderando el grupo consiguió sacarlos de Egipto y realizar la larga travesía del desierto que duró nada menos que cuarenta años..
Durante la interminable caminata (éxodo) en la que llegaron a atravesar el Mar Rojo, apartando Dios las aguas para que pasaran, llegó un día ya en desierto del Sinaí en el que llama Dios a Moises y le pide que haga un ayuno de cuarenta días con sus noches.. Cuando termina, Dios le habla y le explica lo que quiere para su pueblo. Entre otras cosas le escribe en dos tablas las leyes básicas con las que se regirán en el futuro, y le pide que construya un arca donde cobijarlas..
Ni que decir tiene que ésas leyes y ése Arca de oro macizo, construida por el orfebre Betzabel, se hicieron sagrados para los judíos. Era la voluntad misma de Dios, y lo que es mas importante, una prueba palpable de su existencia; no en vano estaban grabadas de su puño y letra.. Como emblema y talismán absoluto los hebreos la guardaron como oro en paño, y hasta la llevaban a cualquier lugar que ellos fueran.. Si tenían que entrar en guerra, el Arca iba en primer lugar, y Dios a través de ella siempre les ayudaba a vencer cualquier contratiempo..
Una vez los Filisteos, enemigos acérrimos de los judíos, consiguieron arrebatársela durante una batalla, pero pasaron estos tantas calamidades desde que la tuvieron en su poder que la devolvieron rápidamente. Entre algunas de estas calamidades que podamos contar, -fíjense- estaban unas hemorroides terribles e insufribles que a todos les salieron en semejante parte. En fin, no me extraña que se la quitaran rápidamente de en medio..
Pero el Dios de esa época (Antiguo Testamento) era un Dios caprichoso y no quería que nadie tocara, siquiera, el Arca.. Como tenían que transportarla en bueyes por caminos intransitables, en una ocasión, regresando el rey David de una batalla el Arca a punto estuvo de caerse en un barranco; el soldado Uzá de buena fe intentó sujetarla para que no se cayera, e inmediatamente cayó fulminado, muerto al instante. David se encaró con Dios por semejante acción, incluso se asustó tanto que durante tres meses llevó el Arca a la casa de Obededón, un general suyo, en vez de tenerla en su palacio como era preceptivo..
Las últimas noticias que tenemos del Arca de la Alianza son que el rey Salomón hijo de David y Betsabé, construyó el Templo de Jerusalén y la depositó en él “Y el Templo de Dios fue abierto en el cielo y Arca de su pacto se veía en el Templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos y un terremoto y gran granizo” (Jeremias 3: 16-17)... Desde entonces nada sabemos..
El Templo fue saqueado dos veces por babilonios y romanos, pero nada se dice del Arca. La historia de Israel y de los judíos siguió escribiéndose mil años más, pero del Arca nada su supo.. Es desconcertante que el Arca de la Alianza de Dios con su pueblo estuviera siempre tan presente en todos los actos que realizaban los hebreos y de repente, un velo de silencio y oscuridad cayera sobre ella.. Enigmático, ¿no? ..
Sabemos que el Arca era de madera de acacia hebrea, revestida de oro puro, media 1,25 mt de largo por 0,75 mt de ancho y 0,75 de altura. Su interior contenía las dos tablas de piedra grabadas por Dios, una jarra de oro llena de maná, y el bártulo de Aarón con el que hizo brotar agua en el desierto...
Obvio decirles el ansia de arqueólogos por encontrarla.. Historiadores serios admiten que pudo existir de verdad.. A expensas de que salga algún Indiana Jones verdadero, unos la ubican en África, otros en Escocia, llevada allí por los templarios que estuvieron en el Templo, en Jerusalén, cuando las cruzadas, y los más creen que pudiera hallarse debajo del mismo Templo.. En fin, paciencia, ¡a ver si un día!...
Joaquin Yerga
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