jueves, 12 de julio de 2018

Eternamente tuyo...




¡Buenas noches, amor mio,
buenas noches! Yo quedo en las tinieblas
y tú volaste hacia el amanecer...
¡Hasta mañana, amor, hasta mañana!
Porque, aun cuando el destino
acumulara lustro sobre lustro
de mi prisión de por vida, son fugaces
esos lustros; sucédense los días
como rosarios, cuyas cuentas magnas
son los domingos...
Son los domingos, en que, con mis flores
voy invariablemente al cementerio
donde yacen tus formas adoradas.
¿Cuántos ramos de flores
he llevado a la tumba? No lo sé
¿Cuántos he de llevar? Tal vez ya pocos
¡Tal vez ya pocos! ¡Oh, que perspectiva
deliciosa!
¡Quizás el carcelero
se acerca con sus llaves resonantes
a abrir mi calabozo para siempre!
¿Es por ventura el eco de sus pasos
el que se oye, a través de la ventana,
avanzar por los quietos corredores?
¡Buenas noches,amor de mis amores!
Hasta luego, tal vez..., o hasta mañana.

(Amado Nervo)




Después de la muerte de Jesucristo, crucificado, a las nueve en punto de la mañana, fueron los apóstoles los que siguieron sus ideas y las distribuyeron por todo el imperio romano pero.. los apóstoles no sólo fueron los doce que todos creemos, ¡Qué va! fueron muchos más...
Hay datos fiables según los cuales al menos setenta y dos discípulos de Jesús le precedían cada vez que entraba en alguna ciudad. Un día antes de que Jesús entrara en la población elegida, estos incondicionales preparaban los lugares donde de iba a impartir sus charlas y predicas. Por cierto, se presentaban siempre descalzos. Y no solo eso, una multitud de entregados seguidores, hombres y mujeres, seguían a Jesús de sitio en sitio allá donde iba.
Entre los primeros apóstoles que reclutó Jesús después de verse con Juan “El Bautista” y hacerse bautizar por éste, estaban: Andrés un pescador que había seguido antes a Juan y Pedro, un tipo impulsivo, generoso y tímido hasta la vileza, según algunos textos. También se añadieron al grupo Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, pescadores todos, y Mateo, éste funcionario y, pásmense, resulta que el odiado Judas Iscariote, (el traidor) que también se apuntó entonces, era el encargado de administrar los escasos fondos de la pequeña comunidad ¡Ya ven, la zorra al cuidado del gallinero!., una especie de Luis Bárcenas de la época.
Después de muerto Jesús, los dos mandamases de todo éste cotarro, por decirlo de manera gruesa, eran Pedro y Pablo (casi igual que ahora en la política). De Pedro ya sabemos que era el preferido de Jesús, y Pablo fue un burgués judío que perseguía con saña a los primeros cristianos pero ¡Claro! hasta que cayó el caballo, se dio un golpe en la cabeza del que estuvo tres días inconsciente y durante el cual se le apareció Cristo... y se convirtió.
Pablo, muy arrepentido de todo lo que había hecho hasta entonces se trasladó a Jerusalén a hacerse perdonar por Pedro. Éste le perdonó y se hicieron amigos, diseñando ambos la manera de convertir a más fieles, es decir, pusieron la primera piedra de lo que seria después la enorme empresa del Cristianismo.
Permítanme un par de curiosidades: en ésta futura gran multinacional que fue el Cristianismo, el director ejecutivo fue sin duda Pablo, que desde un principio lo tuvo muy claro y pensó evangelizar a todo el mundo y no sólo a judíos como pretendía Pedro; para eso admitió en la nueva fe a tipos que no estaban circuncidados (solo los judíos lo estaban) Acuérdense, la circuncisión consiste en liberar al glande (la cabeza del pene) de la telilla que le impide mostrarse tal cual es de frondoso ¡Vaya manera de explicar el asunto, perdónenme!.
Otra curiosidad de ambos: cuando Pedro fue detenido en Roma junto a otros cristianos por los secuaces de Nerón a propósito del incendio de la ciudad, pidió ser crucificado boca abajo, como respeto y consideración a Jesucristo, que lo hizo en nombre de todos los pecadores de la tierra; parece ser que le fue concedida esta petición. Sin embargo, Pablo fue decapitado pues al ser ciudadano del imperio tenia derecho de súplica; había nacido en Tarso (Siría) que era parte del Imperio romano. ¡Menudo "chollo" los que tenían el privilegio de ser ciudadanos romanos, sólo le cortaban la cabeza de un tajo!.. Al resto crucifixión...
Los primeros cristianos se reunían en secreto. Las mujeres también participaban en el culto aunque con la cabeza cubierta para ocultar los cabellos. El sacerdote bendecía el pan (igual que ahora) y la ceremonia concluía con el beso de amor y fraternidad entre todos. Algunos debieron entenderlo mal porque pronto se determinó que los besos se dieran de hombre a hombre y de mujer a mujer, y con la boca cerrada para evitar malos entendidos ¡Qué harían algunos! ¡Igual aprovechaban y sacaban la lengua!..En fin, ahora somos más prudentes sólo no damos las manos.
En las primeras comunidades cristianas el aborto estaba prohibido (en Roma era muy habitual el aborto) y el divorcio permitido solo si la mujer lo solicitaba (en eso estaban muy adelantados). En el tema de la homosexualidad ha cambiado poco el cuento, tampoco la permitían. Eso sí, todos los cristianos estaban obligados a recoger a los niños abandonados, adoptarlos y darle una buena educación cristiana.
Para terminar con estas curiosidades que, seguro no conocían, en aquella lejana y primeriza época sólo se administraban dos sacramentos: el bautismo, que se hacía cuando el individuo ya era mayor (esto lo hacen ahora los Testigos de Jehová) y la confirmación. En la muerte, el finado ya no era cosa de la familia, sino que era la comunidad la encargada de hacerle un buen funeral y enterrarlo en tumbas excavadas en paredes haciendo galerías, es decir, lo que todos conocemos por catacumbas.
Espero que les haya servido de algo..




cosasdejoaquinyerga@blogspot.com

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