miércoles, 18 de julio de 2018

No aprendemos...





Un apaciguador es alguien que espera que el cocodrilo se coma a otro antes que a él.
Churchill



No sé a vosotros pero a mí me cuesta horrores sobrellevar la política de apaciguamiento que pretenden iniciar algunos políticos con los nacionalistas. Está claro que no escarmentamos, porque si llevan cuarenta años machacándonos con reivindicaciones permanentes y deslealtades a tutiplén y son insaciables pues su meta absoluta es la independencia, ¿cómo no caemos del burro y dejamos ya de hacerles el caldo gordo de concederles todo lo que piden?
El asunto de los mini-nacionalismos patrios es un tema que me solivianta especialmente. Estos tíos, (catalanes y vascos) los más ricos del país, racistas sin complejos, pues están consiguiendo con su presión legislativa la limpieza cultural y étnica de sus territorios (poco a poco los castellano-hablantes, o entran por el aro o se largan) además son los niños bonitos pues el resto de políticos españoles se pliegan ante ellos.
Quiero pensar que todo ese posible pacto con ellos en el que se incluye un nuevo estatuto se hace pensando en arreglar el asunto y no como parte del pago que se les hace por prestarle apoyo parlamentario, pero aunque así fuera me parece una solemne tontería de corto recorrido pues no van a tardar en pedir más. A mí, imagino que a muchos también, me causa cuanto menos desasosiego que siempre andemos igual de supeditados a ellos. Siendo una exigua minoría en el total del país, apenas suponen un 8% del total de la población, y sin embargo nos traen por la calle de la amargura, y todo por culpa de nuestros lamentables políticos de todos los colores que con tal de gobernar son capaces de cualquier cosa, incluso de lo peor.
Porque no me digan, si todos tuviésemos claro que lo más importante es nuestra unidad e igualdad entre todos los españoles porque es la única manera de subsistir como país, no tendríamos que soportar las ofensas, menosprecios, insultos o agravios con que nos obsequian estos tipos día sí y otro también. Pero voy más lejos, si tuviésemos claro esto, ya podrían los nacionalistas “hacer el pino” pidiendo y protestando, que no conseguirían absolutamente nada, pero amigo, los españoles somos así de, digamos, torpes, por decirlo de manera suave, y de ello se aprovechan ellos que siendo unos cuantos se lo llevan todo, y encima se permiten el lujo de dividirnos.
¿Cuándo dejaremos de lado intereses partidistas y miraremos a largo plazo el interés común? ¿Cuándo tendremos claro esas líneas rojas que nunca debemos traspasar? Porque si después de décadas dándole de todo no hemos logrado apaciguarlos, sino todo lo contrario, es que no hemos aprendido nada y volveremos a tropezar una y otra vez en la misma piedra nacionalista de siempre.
No se puede ofender más de lo que nos han ofendido, han organizado un referéndum sin contar con nadie y saltándose todas nuestras leyes, han hablado mal de España en el resto del mundo, regalando para ello millones de euros a medios periodísticos, nos han acusado de robarles y de mil cosas más, y ahora vamos nosotros y pretendemos apaciguarlos regalándoles más todavía, en fin… lo dicho, no aprendemos…
¿Tan difícil es que cada partido político predique y ponga en práctica sus ideas, (todas respetables) en cuanto a economía y sociedad, sin tener que tocar la unidad del país y respetando como hace cualquier nación seria su integridad territorial? Porque no duden que si algún día permitimos a la gente cualquier votación sobre éste asunto sería el inicio de nuestra autodestrucción...Ya la hemos empezado, me temo..
Dicho queda…
                                                                             Joaquín Yerga
                                                                              19/07/2018

No hay comentarios:

Publicar un comentario