Mi voz dirá tu nombre e iniciales de dulzura caerán sobre mi alma.
(Anónimo)
Sorprende, cuanto menos, la deriva que sufren los nombres de la mayoría de ciudades, pueblos y países a lo largo de los años. Lo que hoy es un determinado apelativo, en su origen era una cosa muy diferente. Me explico.. Por ejemplo, Madrid proviene según todos los indicios de la palabra visigoda Matrice, que significa “madre de las aguas”, por los muchos arroyos que discurrían por la zona. Los musulmanes al poblarlo le añadieron el sufijo, it (lugar) con lo que pasó a llamarse Magerit. De ahí, y con el tiempo ha ido degenerando hasta llegar a su nombre actual, Madrid.
Muchos de los nombres con los que en alguna lejana ocasión denominaron a una ciudad tiene origen desconocido o se ha perdido definitivamente para historiadores y entendidos. No obstante en una mayoría de ellos, sobre todo los menos arcaicos, sí conocemos sus raíces. Ahí van otros...
La procedencia del nombre, América, quizás sea de las más conocidas. Creo que muchos saben que fue un cartógrafo alemán de principios del siglo XVI, el que le puso ése nombre al continente recién descubierto. Lo hizo en atención al nombre propio del descubridor italiano Américo Vespucio. Había realizado éste último unos bocetos trazando algún primitivo contorno geográfico de esa zona. Y es una pena, porque lo más correcto hubiera sido haber llamado al nuevo continente, qué menos que Colombia, en honor a su verdadero descubridor, Cristóbal Colón, y no al mindundi de Américo, que apenas hizo nada y se llevó todos los honores.
No sé si saben que a Argentina se le denominó así porque el navegante italiano Caboto, que llegó al río que pasa cerca de de Buenos Aires en 1526, comprobó que los nativos que pululaban por sus orillas llevaban todos ellos grandes adornos de plata. Sin dudarlo demasiado le llamó, Río de la Plata (su actual nombre). Por extensión y como plata en latín es Argentum, pues a toda la zona colindante se le llamó Argentina.
Sin salir de la parte sur de ese continente, Amazonas, el mayor (con diferencia) río del mundo le debe su nombre al descubridor extremeño Francisco de Orellana. Partió éste intrépido conquistador desde el Perú navegando el impresionante río hasta su desembocadura (fue el primero en hacerlo). Durante el complicado trayecto tuvo que pelear con muchos de los indígenas que moraban por sus orillas. En uno de estos combates le pareció que los enemigos incorporaban a mujeres a la lucha. Solo fue imaginación, pero esto le sirvió para llamar al río, de las Amazonas. Y en eso se quedó. Recuerdo al personal que amazonas eran unas guerreras griegas según ciertas leyendas. Por cierto, mi paisano Orellana, murió a consecuencia del veneno impregnado en las flechas lanzadas por estos indígenas.
Por acercarnos un poco más a nuestra tierra, que sepan que el origen de Barcelona fue cartaginés. Éstos descendientes de los antiguos fenicios huyendo de los romanos colonizaron la península ibérica e intentaron establecerse. Para esto, y para saquearnos de paso todo lo que podían (sobretodo metales) fundaron diferentes ciudades, la mayoría junto al Mediterráneo pues eran mayoritariamente marinos y comerciantes.. De las más importantes, junto a Cartagena (Cartago Nova) fue Barcino. El general cartaginés Amilcar Barca (padre de Aníbal) puso la primera piedra de la ciudad y enseguida se le empezó a llamar Barcinona, por su apellido de Barca. De ahí a la Barcelona actual solo hay un paso lingüístico, pero muchos años en el tiempo.
La palabra, Andalucía, es conocidísimo que procede de los invasores bárbaros los Vándalos. Solo que con el tiempo desapareció la (V). El caso es que estos tíos fueron muy pocos y además estuvieron poco tiempo allí, enseguida pasaron al norte de África en donde crearon un pequeño reino hasta su exterminio por los bizantinos. Cómo serían de malos y traviesos para que el nombre de vándalo siga en nuestro diccionario después de 1700 años como sinónimo de salvaje.
Siguiendo en nuestro país, ¿Conocía alguien el origen de Canarias? Pues les adelanto que no tiene nada que ver con esos bonitos y cantarines pájaros, sino con los perros. En tiempos de los griegos se les llamaba a esas bonitas islas atlánticas Islas Afortunadas, pero el historiador romano, Plinio el joven, escribió sobre ellas, comentando cómo diferentes viajeros habían visto allí grandes perros (canis en latín) con lo que derivando derivando se quedó en Can-arias. Ahora me temo que esos mismos viajeros verían muchos guiris tostándose al sol, con lo que posiblemente (y excitando mi imaginación) su nombre actual seria Guirilandia. Por cierto, el tío de éste historiador, Plinio el viejo, murió durante la erupción del Vesubio, que sepultó a Pompeya. Éste Plinio, (que fue bastante rico y vivió en la época del emperador Trajano) tenía dos grandes fincas rusticas en Italia, las llamó: a una Comedia y la otra Tragedia ¡¡Eso es amor por el teatro lo demás es tontería!!
Por ir acabando, de la vecina, y sin embargo desconocida Portugal, quizás sorprenda a algunos cuando les diga que éste nombre proviene de la segunda ciudad en importancia de éste querido país, Oporto. Los romanos fundaron un pueblo al que llamaron Cale, en la desembocadura del Duero. A éste pueblo cuando le agrandaron su puerto para que pudiera albergar naves más grandes comenzaron a denominarle Portu-Cale (puerto de Cale). Después, durante la reconquista, a toda la zona que se le iba ganando a los moros, por extensión, le llamaron Portugal, su nombre definitivo.
Seguro que no hace falta que les recuerde que nuestra, Península Ibérica tiene su origen en el rio Ebro. Pero, ¡ojo!, no el grande que pasa bajo la Basílica del Pilar, sino un pequeño río Ebro de la provincia de Huelva. Y es que entonces por aquí estaba la antigua Tartesos, la mítica civilización que ya comerciaba con griegos y fenicios. Y que fueron, precisamente, los que le dieron el nombre de Iberia.
De nuestra querida palabra España, hay dudas razonables de su origen. Unos dicen que proviene de: tierra de conejos (ispanim, en fenicio); otros del también fenicio (S-pan, norte) tierra al norte de África, de donde venían ellos. Incluso hay una hipótesis íbera según cual tendría su origen en, Híspalis (tierra al occidente). Bueno, mientras sigan las dudas, (pues aun hoy a muchos les cuesta nombrar la palabra España), y se ponen de acuerdo los historiadores para fijar nuestros orígenes, limitémonos a convivir en paz y armonía en ésta sufrida tierra nuestra.
Joaquín
Gracias
ResponderEliminarQue buena tu leccion
Gracias amigo
ResponderEliminarMe ha gustado mucho
Un beso