martes, 9 de mayo de 2017

Fuente de Cantos me hizo así

                                                                                 





Fuente de Cantos, ¡Ay, mi pueblo! 

Grácil contorno urbano tendido 

al sol en mitad de trigales verdes.

Vides y olivos te agasajan y

envuelven tu hermoso talle.

A lo lejos, los cerros azules de

Sierra Morena te miran con

embeleso, y envidian tu suerte.

--Joaquín--



Fuente de Cantos me hizo así

Soy como soy, titulaba Raphael a una de sus mejores canciones. Pero, claro, uno es como es, según y cómo hayan sido sus primeras circunstancias de vida.

Y es que las circunstancias en nuestras vidas tienen más importancia de lo que parece. Todo en nosotros está viciado por ellas. Nuestra manera de ser y hacer se lo debemos a nuestras propias e intransferibles circunstancias. También la felicidad, el amor o la amistad están condicionada por ellas..

Fijaos: Si yo, Joaquín, soy como soy: honesto, trabajador, derrochador, no muy ambicioso, amigo de mis amigos, fiable, patriota, cumplidor, buen amante tardío, leal, desinteresado, fanfarrón, lenguarón, orgulloso, valiente, cobardón en según qué momentos, nada emprendedor, conformista, un poco ignorante, en el fondo acomplejado, amable, sociable, complaciente, irónico, gracioso a veces, cortés, incluso caballeroso y muy respetuoso con las damas, ¿A quién creéis que le debo estos defectos y/o virtudes?.

Efectivamente, todo se lo debo a las circunstancias de mis padres que me criaron así, pero también y sobre todo, a Fuente de Cantos, donde nací, crecí y conviví. Es decir, otras circunstancias. 

Si yo hubiera nacido en pueblecito de Galicia, Asturias León, por decir algunos, desde luego no sería como soy, y esas virtudes y defectos serían otros; con toda seguridad muy diferentes. Posiblemente sería: agarrao, austero, responsable, introvertido, funcionario, serio, emprendedor, laborioso, diligente, cumplidor, quizás también buen amante, inconformista, metódico, tal vez menos comunicativo, práctico, ahorrador... En fin..

Eso sí, podría desear haber nacido en Suiza y haber tenido unos padres suizos, y así, fuera un tipo cuadriculao y con suerte, pero, ¿Sabéis qué os digo?: Que me quedo como estoy, aún gualdrapilla.😆😆😆

Joaquín 








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