domingo, 14 de mayo de 2017

Donde habite el olvido...

                                                                                            



          Cayó sobre tu espalda

la llama de tu pelo,
quemó la blancura
su ondulación de fuego.

Entre los áureos rizos,
por el amor deshecho,
yo vi calientes, húmedos,
brillar tus ojos negros.

Sin desmayas, erguidos,
redondos, duros, tersos,
temblaron los montones
de nieve de tus pechos.

El clavel de tus labios
brindaba miel de besos
y fue mi boca ardiente
abeja de sus pétalos

Me abrasaban tus ojos,
me quemaba tu aliento,
y apagó las palabras

el rumor de los besos...

--Enrique de Mesa--



Entre mis libros de cabecera, uno de los que más aprecio le tengo y que guardo como oro en paño, es de poesía. No es demasiado voluminoso, anda el pobre ya un poco ajado y con las tapas desgastadas por el tute que le doy. Recurro a él de vez en cuando para reconfortarme, sobre todo cuando mi estado anímico no es excelente. Cosa que sucede según épocas y circunstancias, como a cualquiera.

El librito de mis desvelos lleva el enunciado “Tesoros de la poesía en lengua castellana” Y digo recurro a él porque me sirve de bálsamo emocional para tiempos atribulados.

Mirad: escribir en verso es un modo solo apto para maestros de las letras. Solo las personas verdaderamente sensibles, capaces de percibir lo más sublime de todo lo que le rodea, son poetas. Si además poseen un vocabulario abundante y tienen después la capacidad de expresarlo de manera inteligible, entonces y solo entonces pueden ser considerados auténticos poetas.

Según mi punto de vista, (que será común)  buscar la frase con encanto que posea todo el sentido, aunque sea figurado y dentro de las reglas del obligado metraje poético, es tarea de genios.

Desde luego componer poesías es tarea casi-divina solo al alcance de unos cuantos afortunados. No obstante una cosa es escribir poesía y otra muy distinta admirar y gozar con la poesía que han creado otros, máxime si estos han sido los grandes poetas ya consolidados de nuestra extensa literatura.

Estoy seguro que a mucha gente le conmueve un bonito y turbador poema. Desde siempre ha sido ésta la manera más directa y emotiva de entrar en el corazón de las personas. Para describir un bucólico paisaje o una historia de desamor nada mejor que contarlo en versos.

Ahí os dejo unas cuantas poesías. A ver si os gustan..

Qué me dicen de nuestra mejor elegía (versos ensalzando la figura de un personaje muerto)..

Recuerde el alma dormida
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida
cómo se viene la muerte
tan callando
cuán presto se va el placer,
cómo después de acordado
da dolor
cómo a nuestro parecer
cualquier tiempo pasado fue mejor.

Nuestras vidas son los ríos

que van a dar al mar
que es el morir;
allí van los señoríos 
derechos a ser acabar
y consumir;
allí, los rios caudales,
allí, los otros, medianos
y mas chicos
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.

--Jorge Manrique--

O estos versos castellanos...

¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido
y la escondida
senda por donde se han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!

--Fray Luis de León--

En una noche oscura
con ansias en amores inflamada
¡Oh dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada

--S. Juan de la Cruz--

¿Y esta del gran Quevedo?

Madre yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado
pues de puro enamorado
anda continúo amarillo,

qué pues doblón o sencillo
hace todo cuando quiero,
porque en las venas de oriente
todas las sangres son reales,

y pues es quien hace iguales
al rico y al pordiosero
poderoso caballero
es don dinero

Son sus padres principales
y es de nobles descendientes
no pierde su calidad
pero pues da autoridad,
Al gañan y al jornalero
poderoso caballero
es don dinero.

--Quevedo--

O una de su acérrimo enemigo literario.

Ándeme yo caliente
y ríase la gente
traten otros del gobierno
del mundo y sus monarquías,
mientras gobiernan mis días
mantequilla y pan tierno,
y las mañanas de invierno,
naranjadas y aguardiente,
y ríase la gente.

Coma en dorada vajilla

el príncipe mil cuidados,
como píldoras dorados;
que yo en mi pobre mesilla
quiero más una morcilla
que en el asador reviente,
y ríase la gente.

Cuando cubra las montañas

de blanca nieve el enero,
tenga yo lleno el brasero
de bellotas y castañas,
y quien las dulces patrañas
del rey que rabió me cuente
y ríase la gente

--Góngora--

La de abajo es de nuestro más tierno poeta del amor..

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse  puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa
¡habrá poesía!

--Bécquer--

O esta otra de Juan Ramón Jimenez...

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y  se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.
Se morirán aquellos que me amaron;
y  el pueblo se hará nuevo cada año;
y  en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará nostálgico.

Esta se la dedicó Gerardo Diego al ciprés del monasterio de Sílos.

Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con su lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanando a sí mismo en loco empeño.

Y de Luis Cernuda, ¿Qué me dicen

Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo solo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

¿Y de Rafael Alberti?Insigne poeta y diputado a cortes por el partido comunista a la vuelta del exilio.

Se equivocó la paloma, se equivocaba
por ir al norte fue al sur, creyó que el trigo era agua
se equivocaba.
Creyó que el mar era el cielo, que la noche la mañana,
se equivocaba.

En fin, la poesía es un arte tan elevado que suscita multitud de pasiones, además de sensibilidad, romanticismo o melancolía…

Joaquin



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario