El clavel de tus
labios
brindaba miel de
besos
y fue mi boca
ardiente
abejas de sus
pétalos.
Me abrasaban tus
ojos
me quemaba tu
aliento
y apagó las
palabras
el rumor de los
besos
--E. de Mesa--
´
Antes de visitar
cualquier lugar fuera de nuestras fronteras habría que patearse bien España. Sí, yo aconsejaría empaparnos bien de
nuestras excelencias nacionales, y después el resto.
Yo he traspasado en escasas ocasiones nuestras fronteras. Sólo cinco o seis
países conozco, pero si he colmado suficientemente mi retentiva
visual con las esencias de nuestro país.
De
la España peninsular me jacto de haber estado
en todas y cada una de nuestras regiones. Alardeo incluso de conocer
todas las capitales provinciales y sus pueblos más importantes, no
en vano he dedicado muchas etapas de mi vida a visitarlos. Con este
bagaje, explorador y viajero, me creo con la autoridad suficiente
como para reafirmar la belleza de nuestra diversidad y contar lo
siguiente...
Puedo y debo
ratificar la peculiaridad y el exotismo andaluz como
algo único en Europa, en donde sus costumbres y
tradiciones han sido tan atractivas que han impregnado de ellas (a
ojos de cualquier extranjero) a todo el país entero. En
cualquier parte de Europa, por no decir del
mundo, identifican a toda España con las tradiciones más
genuinas andaluzas. Esto lamentablemente no siempre es bien entendido
por los habitantes de otras regiones; a algunos les repatea
identificarse con ello; imagino que no hace falta decir quienes…
Me gusta Cataluña y
su principal ciudad, Barcelona, a rabiar. Reconozco a ésta
última como una de las más atractivas del mundo; sus millones de
visitantes así lo corroboran. Si me dieran a elegir yo la situaría
como la más espectacular de nuestro país en todos los sentidos, a
la par con Madrid. Nunca le estarán los catalanes
suficientemente agradecidos a Gaudí, por lo mucho que hizo éste por
ellos.
Del País
Vasco conozco sus tres provincias y sé que no
sorprendo a nadie si alabo sus bellos paisajes y sus recoletos
puertos pesqueros, porque todo el mundo es sabedor de ello. De aquí
me quedo con Bilbao, su mayor ciudad, y por la metamorfosis que
ha tenido ésta últimamente. Han transformando sus anquilosados
muelles y unos astilleros herrumbrosos en una sorprendente
zona moderna, adornada con museos como el Guggenheim, avenidas como
su Gran Vía, y mejorado su espectacular ría. Otros habrán que
prefieran San Sebastián (La Bella Easo). Y es que
ya se sabe, sobre gustos...
Castilla y León,
la más vasta región de España, y también de Europa, tiene
suficiente extensión como para ser muy diversa. Me quedo con sus
nueve capitales provinciales. Quizás son las que poseen más
"Monumentos Patrimonio," del país. Sus
catedrales góticas y sus numerosas pequeñas iglesias románicas las
hacen únicas. Puesto a escoger, sin dudarlo, me decido
por Salamanca en lo urbano, y con el paisaje de León.
Aunque por motivos familiares me apetece significar también a
Zamora, la que más he pateado.
De las regiones más
desconocidas tal vez Aragón sea la que más de
todas. Geográficamente extendida de norte a sur la hace, por
tanto, tomar paisaje y clima del centro peninsular pero también del
norte pirenaico. Aquí todo se lo lleva Zaragoza de
manera apabullante. La mitad de la escasa población de la autonomía
se concentra en ella.
Zaragoza climatológicamente
es dura, pues va de los fríos y ventosos inviernos a
las tórridas canículas veraniegas. Ésta, si no hermosa pero si
interesante, ciudad hace la número cinco en importancia económica y
poblacional de España.
Todos pensaremos, y
creo no equivocarme que Galicia sea una de las
zonas más singulares del país. El acervo cultural y lingüístico
de sus habitantes, su masa forestal y paisajística, y la dualidad
costa-interior la hace peculiar. La campiña orensana y la
ciudad de La Coruña, acapararían mis preferencias.
Asturias patria
querida. Un buen himno seria para el conjunto del país.
Seguro que en esto nos pondríamos todos de acuerdo. Qué decir de
sus verdes praderas y sus hermosas ciudades, sobre todo Oviedo…
Como dicen ellos: Asturias es España, el resto tierra
conquistada.
Cantabria, cuna
de la España verde. Zona castellana de toda la vida
que, sin embargo, la nueva distribución geográfica dispuesta
durante la transición la separaron de la vieja Castilla y la
hicieron autonomía uniprovincial. Santander y su bahía es
una de las más valiosas joyas de las que debemos presumir.
Dura es la
insistencia de los vascos nacionalistas por incorporar Navarra a
su zona de influencia. Qué duda cabe que la parte occidental de
ésta es euskalduna, pero de ahí a querer monopolizarla toda va un
trecho. Lo mejor de ella: sus valles pirenaicos, y Pamplona,
la ciudad fundada por el general romano Pompeyo. Por
cierto, tan española que nada mas autentico Made
Spain que sus San Fermines. No obstante, ahora
gobernada por los radicales aberzales, intentarán
desespañolizarla a marchas forzadas, tal y como han hecho con Bilbao
otras fuerzas nacionalistas.
La cuna del
castellano que fue el monasterio de S. Millán de la Cogolla,
(ahí moraba el primer poeta conocido en nuestra lengua, Gonzalo de
Berceo) está ubicada ahora en otra miniautonomía, La
Rioja. Ésta al igual que Cantabria, había sido
castellana desde siempre, pero, azares de la vida, ahora es
independiente de ella... Claro, que su población cabe toda ella en
el madrileño barrio Del Pilar. Me pido Logroño, y
una copa de su, “bon vino”, como diría Berceo en su castellano
antiguo.
Valencia, un
autentico y entrañable tesoro más de nuestras Españas. A lo
largo de sus tres provincias se cuenta y no se acaba de
su magnificencia. Sus costas albergan un ramillete de pueblos y
ciudades vacacionales tan extraordinarios que hacen la delicias de
foráneos y foráneas; sobre todo las de pelo rubio como la cerveza y
ojos azules como su mar. ¡Que no me toquen Benidorm!... Tampoco
Valencia capital, la tercera y bien merecida urbe nacional. Y
mira si las quiero a todas que por quedarme me quedo hasta
con Torrevieja, ¡qué ya son ganas!..
Un poco más abajo de
la anterior y pegada a ella deslumbra Murcia; la huerta
española de toda la vida; ahora quizás superada por el cultivo bajo
plástico de su vecina Almería. Murcia lo tiene todo menos
agua dulce. Posee buenas playas, buena tierra y bonitos pueblos. ¡Qué
harían aquí si hubiese funcionado el trasvase del Ebro!... De
escoger alguna ciudad me quedo con Cartagena, la antigua
"Cartago Nova" de los cartagineses (los fenicios
africanos). Qué historia más apasionante tiene esta bonita
ciudad, de 2.500 años de antigüedad.
Castilla la
Mancha, asociada a Cervantes y su Don Quijote, a
pesar de haber nacido éste en Alcalá de Henares. La
antigua Castilla la Nueva, por ser la última que arrebatamos a
los moros. ¡Cuánto habría que hablar de ella!.. De
toda, destaca nuestro Toledo, la ciudad monumental, la
primera capital de España con los visigodos. Toledo es
una reliquia arquitectónica que nos sobrevive. El Toletum romano
y medieval fue ejemplo de convivencia de las tres
culturas occidentales: la cristiana, la judía y la musulmana.
Madrid rompeolas de todas las Españas. La conozco bien y por opinar de esta
región podría decir maravillas. Tan solo aconsejar que la visiten
en profundidad porque tiene tesoros arquitectónicos, museísticos y
urbanos, increíbles, y que la mayoría de españoles
desconocen, por cierto. Con decir que aquí se ha creado, gestado,
urdido, atesorado o solventado, todo lo medianamente importante que
nos ha sucedido a los españoles durante los últimos quinientos
años es suficiente, o no.
Extremadura tierra de conquistadores. nuestra tierra. Por cierto, procedían de aquí la mayoría de ellos porque ya en esa época tan lejana estaba en marcha la emigración masiva. Tal vez sea la nuestra la tierra mas olvidada de nuestro país. Por ser cuna de latifundios junto a Andalucía, pero con menos privilegios naturales que ésta, (no tenemos mar) hemos estado condenados al subdesarrollo más significativo. Ahora que priva lo sano, lo puro, lo virgen, y huimos de la masificación, esperemos sacar rédito a nuestras bellezas naturales aun inexploradas pero que son bien hermosas. Me quedo con la maravilla medieval de Cáceres, la romana Mérida y con nuestras inacabables dehesas. Fuente de Cantos merece un capitulo aparte, por supuesto..
En fin. tenemos un país maravilloso; otra
cosa son alguna de sus gente..
Joaquín Yerga