Cuerpo de mujer,
blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo
en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego
salvaje te socava,
y hace saltar al hijo
del fondo de la tierra.
--Neruda--
Existe en el
catolicismo la percepción de tener una oveja negra en la familia. Y
es que siendo la Biblia, como es, el gran
armazón del cristianismo, resulta que una parte importante de ella
se ha intentado ocultar, a veces incluso suprimir.
Se trata del libro
casi prohibido; el libro que nunca mencionan en las misas a pesar de
estar incluido entre los oficiales. Sí El Cantar de los
Cantares, el poema de amor carnal más bello de la
literatura universal. ¿Alguien recuerda haberlo oído nombrar a
algún sacerdote o autoridad eclesiástica alguna vez?... Yo no desde
luego...
Ya a los judíos que
escribieron el Antiguo Testamento les costó incluirlo como canónico
(oficial). Y si al final transigieron con ello fue a cambio de
que se admitiera que su autor fue, nada menos, que el
gran Salomón, su rey preferido junto a David.
La iglesia católica
más tarde hizo lo mismo, lo aceptó como verídico a regañadientes,
pero, casi se avergüenzan de él... lo ocultan, no lo mencionan.
Y os preguntaréis
¿de qué habla el misterioso libro? Pues habla nada menos que del
amor. Pero no del amor dentro del sacramento del matrimonio, ¡Que
va! cuenta las andanzas de dos jóvenes amantes que se las ven y se
las desean para consumar su fresco e inocente ardor amatorio.
El motivo principal
que les lleva a ningunear a El Cantar de los Cantares es,
sin duda, el fuerte erotismo que desprende el texto. Aunque no es
pornográfico ni su meta principal es el acto carnal entre los dos
amantes. A mi entender es mucho más que eso, es el amor desprendido,
el amor sincero y virginal de dos jóvenes enamorados que buscan tan
solo consumar su delirio sensual.
El Cantar de los
Cantares es un canto al amor feliz. Se trata de una exposición sin
drama. Es el encuentro pasional entre dos adolescentes enamorados que
se quieren sin maldad; tan solo la ausencia del amado perturba la
felicidad.
Mirad qué
versos...
- ¡Corramos! ¡Méteme
en tu alcoba,
- disfrutemos juntos
y gocemos!
- Bésame con besos
de tu boca,
- mejores son que el
vino de tus amores.
Algunos son puro
goce de los sentidos…
- Tus labios destilan
miel virgen,
- debajo de tu lengua
- escondes miel y
leche.
- Mi amado metió la
mano
- por el hueco de la
cerradura,
- y mis entrañas se
estremecieron.
Y el roce carnal..
- Mientras mi amado
descansa en su diván,
- mi nardo exhala su
fragancia.
- Bolsita de mirra es
mi amado para mí,
- que reposa entre
mis pechos.
- Me apetece sentarme
a su sombra,
- su fruto endulza mi
boca.
Conste que todos
estos versos están en la Biblia. Santos Benetti
en su obra “Sexualidad y erotismo en la Biblia” llega a
preguntarse: ¿Cómo es posible que una religión que tiene “El
Cantar” entre sus libros sagrados y revelados por Dios pueda tener
tanta fobia a la sexualidad?.. También yo me lo pregunto…
Joaquin Yerga