viernes, 29 de septiembre de 2017

¿Quo vadis, Cataluña?...






No des a nadie lo que te pida, sino lo que entiendes que necesita... Y soporta luego la ingratitud.
(Unamuno)


En medio de la barahúnda catalana, ahíta de desacatos, manifestaciones multitudinarias, apaciguamientos gubernamentales, declaraciones fuera de tono y un largo etcetera, se me ocurre hacerme una pregunta retorica, porque sé que nadie me la va a responder. ¿Cómo hemos llegado a esto?.
Si, ya sé que el haberles dado las competencias de educación, que ellos han utilizado de manera torticera para adoctrinar a los jóvenes, ha sido vital, pero debe haber algo más. ¿Qué me dicen de nuestra culpa (el resto de España) por haber hecho dejadez de nuestra obligaciones? Y es que en vez de estar allí proclamando nuestra afinidad histórica y cultural cuando ellos apretaban en el adiestramiento de la gente hacia sus tesis, les dejamos hacer ante el temor de que nos llamasen fachas centralistas. Porque no me negaran que con el inmenso complejo de inferioridad democrática que nos embarga desde la muerte de Franco, éste país le ha puesto alfombra roja cuajada de privilegios durante cuarenta años a todos los nacionalismos habidos y por haber, excepto al español ¡Claro!
De buscar culpables, creo, no nos escapamos nadie. Unos, la derecha, inhibida y con un pánico atroz a ser catalogada de franquista si se inmiscuye en el asunto. Y otros, la izquierda española, anti-nacionalista propia, pero eso sí, pro-nacionalista ajena, es decir les repatea los símbolos patrios y sin embargo abraza con entusiasmo ikurriñas o senyeras, extrañas y recién inventadas.
Buscados pues los principales responsables del desatino actual se me ocurre hacerme una segunda pregunta ¿Qué ganan los catalanes, los de ocho apellidos y los recién llegados del resto de España con ideas afines a la independencia? A mi entender poco. Me explico…
Cataluña es una región con casi todos los poderes cedidos, incluido parlamento y policía. Es la más desarrollada del país, pero la mitad de sus productos los venden en el resto de España. Por dar un dato, vende más a Aragón que a toda Francia, o a Cantabria que al Reino Unido. Y todo sin pagar nada de aranceles. En cuestiones fiscales tiene los mismos impuestos que el resto, por lo tanto nada le impide despuntar. Si se independizara de manera unilateral, (porque de acuerdo con el estado no va a suceder) quedaría fuera inmediatamente de la Unión Europea y por lo tanto tendría que pagar fuertes tasas para vender sus productos, lo que haría a muchas empresas inviables. La ruina a corto plazo sería palmaria y pondría en serio peligro sus pensiones y el sueldo de los funcionarios; también los depósitos financieros en bancos catalanes se verían en peligro.
Dentro de España son alguien. Aquí se les admira y todos sabemos (ellos también) que son los niños bonitos del país. ¿Si fueran independientes, qué serian? Pues imagino que un mini-país, mas o menos rico, pero expuesto a todo tipo de intrusiones foráneas. ¿Qué poder de decisión en el mundo pudiera tener un estado de siete millones de habitantes, y mal avenidos, porque la mitad estaría en contra de semejante barbaridad?.
Junto a nosotros tienen un amplio marco para explorar, viajar o instalarse en los múltiples lugares patrios, con distintos climas y paisajes, con miles de pueblos y grandes ciudades etc. y todo en la misma lengua además de la suya. De ser independientes, ¿Qué les quedaría? Pues un territorio pequeño y claustrofóbico, de costumbres y cultura uniforme y uniformadora, y por lo tanto con estrechez de miras, y muy a contracorriente, sin duda, del sentido en el que camina humanidad.
Estoy seguro que toda esta movida es un calentón patriótico que les ha entrado de golpe, pero que ha sido debidamente alentado por unos cuantos burgueses disfrazados de izquierdas para salvar sus vergüenzas cleptómanas. Por cierto, ¿Alguien tiene dudas que harán estos dirigentes si una parte de la población, pasados unos años, pide un referéndum para integrarse en España? Yo no tengo ninguna, les harán un corte de mangas enorme. Lo que no sé es que postura tendrán sus amigos de Podemos, que ahora les apoyan con tanto entusiasmo.
Temo que los españoles, lamentablemente, estemos perdiendo esta inmerecida guerra, por papanatas. Les dejamos hacer y ahora ya es imposible hacerles entrar en razones, porque están adoctrinados y fanatizados en grado sumo para eso. Y lo que es mas importantes han sabido adentrarse en todas los organismos y capas de la sociedad hasta el punto de convertir y hacer creer a los inmigrantes procedentes del resto de España, que sus paisanos (nosotros) les oprimimos y robamos.
Después de esto quizás tendremos que ir pensando en otro tipo de país, una España mas pequeña y mas pobre. La historia y el destino nos la tiene bien jugada a los españoles. Aliados ambos nos están despiezando poco a poco pero inexorablemente. Que nadie piense que con esto se nos acaban las zozobras; detrás y en vista de lo bien que le ha salido la jugada a los catalanes, vendrán otras regiones que no tardarán en oler nuestra debilidad y se echaran en tromba a despedazar nuestros despojos como buitres a la carnaza podrida.
Ahora, una vez perdida contra ellos la batalla de la propaganda y este perfomance nacionalista interminable, recemos porque las condiciones de la paz que nos impongan no sean demasiado vergonzantes para nosotros, los sufridos españoles.
Dicho queda.
                                                                  Joaquin Yerga
                                                                      

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