Perdón por la intromisión.
La
televisión es maravillosa. No sólo nos produce dolor de cabeza,
sino que además en su publicidad encontramos las pastillas que
nos aliviaran.
B.
Davis
Algunos
aprovechamos cualquier asunto de rabiosa actualidad, o no tanto, para
arrancar con algún articulillo, y así airear nuestra opinión al
respecto. Da igual el tema a tratar, debe ser que en ausencia de
otros medios donde propagar nuestra ideología (entiéndase como el
conjunto de ideas y no solo política), aprovechamos cualquier
formato para expresarlas; hoy en día los blogs literarios nos viene
que ni pintado.
No
sé qué entenderá la psicología moderna (como ciencia que estudia
nuestra alma) para este tipo de, digamos, aberración
literario-lenguaraz que nos domina. Posiblemente y como todo lo que
sucede en nuestro ser más profundo denotará algún tipo de
carencias, ya sea de carácter afectivo, emocional o vete a saber.
Pero... Bien pensado, tal vez influya más que nada el hecho de saber
que alguien en la distancia se molesta en leer las cuatro
simplezas que escribe un tipo, con ínfulas de escritor pero, que no
pasa de ser un cansino exhibicionista.
Expuestos,
pues, los preámbulos voy sin más dilación al tema de hoy; y es
que: tres horas al día tumbado en el sofá viendo la tele deteriora
nuestro sistema cognitivo considerablemente. Éste es el resultado de
un reciente estudio bastante serio y que publican hoy algunos
diarios.
No
hace falta remitirse a tan sesudo estudio para darse cuenta de manera
palpable que la caja tonta… atonta, y valga la redundancia.
Imagino que lo de la tele será según lo que veamos. Y lo del sofá
irá más bien por lo del sedentarismo, es decir, la falta de
ejercicio físico.
Supongo
que perder el tiempo amargamente tardes enteras deleitándose con
“los graves asuntos” que le acontecen a
Belén Esteban o a Kiko Hernández en Sálvame, no debe
ser muy estimulante para el desarrollo y movilidad de nuestras
conexiones neuronales. Más bien al contrario, las adormecen cuando
no las enmohecen. Pero no solo debemos minusvalorar este programa de
Telecinco, en general todos los de la cadena son un pésimo
alimento didáctico para nuestras entendederas.
Casi
todos los canales de televisión tienen actualmente una
programación penosa, si la miramos con ansias pedagógicas o de
entretenimiento. Si acaso se salva la Segunda, de Televisión
Española, pero, ¡Claro! Apenas la ve nadie... Bueno, si
atendemos a la opinión de la gente tendría un 50% de audiencia,
aunque luego, según los datos del EGM, apenas alcanza el
siete u ocho por ciento. Esto demuestra que la gente entiende
que, habría que ver la Segunda por su contenido social y
formativo, pero como se lo pasa pipa es viendo "Sálvame".
Creo
que la televisión es el único medio que a mucha gente, sobre todo
mayor, le llega la información; por lo tanto habría que
aprovecharlo para inculcarles otro tipo de cultura más
provechosa, que de otra manera ni la huelen. Y ya se sabe, un
país culto es un país con mejor futuro y bienestar... La
alternativa es una población súper enterada de los cotilleos de
famosos, o de las alineaciones de los equipos de fútbol,
pero potencialmente analfabeta en asuntos primordiales como:
civismo, tolerancia o incluso democracia.
Otro
informe de la Unión Europea, y perdónenme por ser tan reiterativo,
indicaba que en España tan solo la mitad de su población tiene
conocimientos aceptables de asuntos financieros básicos para
poder gestionar sus propios ahorros (el que los tenga ¡claro!..)
En países como Dinamarca o Alemania la sapiencia en estos
asuntos alcanza el ochenta por ciento... ¡Y luego nos quejamos de la
rapiña y engaño de los bancos!!.
Se
podría argumentar a favor de nuestra ignorancia que, por ejemplo,
por ser países latinos en donde el sol señorea gran parte del año
nos permite desarrollar nuestras vidas en la calle, y que esto
invita a la población a un tipo de relaciones más directa y humana,
por supuesto nada que ver con los nórdicos, que su duro clima
fomenta la vida hogareña, más apropiada para recogimientos y
lecturas. Esto es cierto y por supuesto influye, pero también la
estricta enseñanza católica, nuestro pasado, o las peculiares
costumbres hispanas tienen mucho que decir de nuestro atraso. Porque,
fijémonos en Australia o en los estados del sur de los Estados
Unidos, como... California, Tejas o Florida, zonas
extremadamente cálidas como la nuestra, pero en donde el éxito y
prosperidad tiene mucho que decir.
No
quiero ni debo terminar este escrito haciendo proselitismo de
moralidad o buena conducta ¡Quién soy yo para eso! pero no puedo
resistirme aconsejar: ver lo imprescindible en la tele, y como
alternativa… leer de vez en cuando algún libro, y los
consabidos: pasear, ir al cine etc. Ya se sabe,
por la buena salud de nuestro cerebro que por otra parte lo es todo.
Dicho
queda...
Joaquín
Yerga
No hay comentarios:
Publicar un comentario