martes, 2 de septiembre de 2014

Verano del 14


                                              ¿Mi mejor verano ¿ Sin duda, uno que todavía no he vivido.
                                                                                                                  (P.Roth)


   Se nos fue julio y también su vecino de almanaque y fatigas agosto de este anodino 2014. Aun nos queda septiembre para completar el actual verano pero todo apunta que este rezagado y complementario mes estival pase a la historia sin hechos relevantes, e informativamente hablando sin mayor pena ni gloria.
  Según están las cosas mejor es digerir el tiempo sin grandes acontecimientos de última hora pues como dice el chiste ¡¡que me quede como estaba!! Imagino que siempre habrá sido así, las cosas buenas, a nivel global, no vienen de golpe sino que poco a poco y con el paso de los años las valoramos positivamente sobre todo si mejoran las que tenemos en  ese momento. Las negativas por el contrario se presentan de manera imprevista  y nos hacen cambiar en todos los sentidos de forma brusca y desagradable.
  Es  corriente que durante el verano y más en agosto haya menos noticias del tipo socio-política  en general de las que nos tienen acostumbrados los medios audiovisuales el resto del año; los políticos se cogen vacaciones  así como los periodistas y lamentablemente estamos supeditados a ellos. Ellos deciden cuándo algo es importante y cuando no lo es, de ellos depende poner al país patas arriba o que haya serenidad y normalidad, aunque en este querido país nuestro esto último es muy subjetivo. Precisamente por esta falta de noticias políticas, económicas o sociales que son tan habituales la mayor parte del año surgen otras aparentemente significativas y que a fuerza de aparecer en los medios se convierten en “serpientes de verano” es decir aparecen de golpe, todos hablan de ella y después desaparecen y no que queda rastro de ella, este fenecido verano no ha sido prolijo en ellas pero alguna ha habido.
   Este año se ha hablado lamentablemente de guerras así que más que serpientes han sido monstruos de muchas cabezas. Comenzamos las vacaciones con el eterno conflicto árabe –israelí, mas de mil quinientos muertos, niños heridos o desplazados y destrucción masiva, imágenes en los telediarios a la hora de comer como de costumbre… pues a estas alturas de septiembre parece no haber existido y la misma historia se repite con las guerras de Ucrania y las pavorosas  imágenes de los decapitados en el incipiente estado islámico del norte de Irak.
   De aquí de nuestro país no ha habido mucho que arrascar en cuanto a novedades si acaso el sorprendente “caso Pujol” y su prole con su fabulosa fortuna amasada de manera depredatoria, por cierto este affaire nos viene bien a los partidarios de la unidad de la nación pues ha desactivado o enfriado en cualquier caso de manera clara la fogosidad de muchos partidarios de la independencia de Cataluña que nos tenían prometido un otoño entretenido; estos nacionalistas habían insuflado a la población que allí no tenia cabida la corrupción,... eso era cosa de los españoles.
  El penoso asunto del virus del ébola en África y su posible repercusión en España por el contagio, traslado y posterior fallecimiento  del misionero y colaborador medico Miguel Pajares, también ha llenado páginas de periódicos y horas de tertulias, quizás fue asunto principal durante la primera parte de este.. suave verano, climatológicamente hablando, que se nos escapa,…. ahora ya nadie se acuerda.
   Por lo demás, parece que volvemos a aquellos agostos de antaño, con sus consabidos atascos en las carreteras, con  playas a rebosar y bulliciosas fiestas repartidas generosamente por toda nuestra “piel de toro”. Hablando de todo un poco algo tendremos los españoles además del buen clima para que seamos el tercer país del mundo receptor de turistas y visitantes, casi cincuenta millones pisaran este año nuestro solar patrio, esto nos deja unos caudales equivalente a lo que nos gastamos en petróleo y teniendo en cuenta que somos los más dependientes de este preciado líquido elemento de Europa, pues calculemos.
   Aprovechando el tema veraniego, el binomio verano- vacaciones posiblemente vaya a ser nuestra panacea económica como país. Si aprendemos a hacerlo bien, con el patrimonio cultural que nos han dejado nuestros antepasados, nuestras montañas y nuestras playas  tenemos el futuro casi asegurado. No somos de grandes industrias como los alemanes, ni poseemos  las condiciones socioeconómicas  apropiadas para que surjan muchos Bill Gates o Mark Zuckerberg, (el fundador de Facebook)  , pero sí tenemos la suerte de pertenecer a un país democrático, con un nivel de vida aceptable y con un sistema sanitario envidiable, esto unido a lo que lo que nos ha regalado la naturaleza, hace de España un destino inevitable y envidiable para todos los sufridos, y estos sí, industriosos y emprendedores ciudadanos  europeos.
   Continuando con el asunto, al que he llegado por cierto estrujando al máximo la cara positiva de este sempiterno verano nuestro y habiendo sido testigo directo este agosto pasado en Fuengirola y Marbella de cómo contribuyen ingleses o alemanes a nuestro desarrollo con los parabienes en forma de divisas con que nos obsequian la mayoría de estos turistas (también hay otros por desgracia que solo nos dejan como dádivas ruido y basura) no deberíamos avergonzarnos en basar gran parte de nuestra economía en complacer a estos visitantes, facilitándoles su estancia entre nosotros a través de los numerosos puestos de trabajo generados a tal efecto, eso sí, procurando atraer a un turismo de calidad que conlleven salarios de calidad. No nos debemos acongojar por parecer un país de albañiles y camareros, como peyorativamente nos acusan algunos europeos, ahora que una gran parte de los primeros están en paro por circunstancia que todos conocemos, tendremos que potenciar y mejorar los  puestos de trabajo que nos proporciona el turismo, no queda otra.
   A pesar de que aún colea el  verano, a todos  los efectos comienza ya una nueva temporada y esta se presenta atractiva  en muchos ámbitos, especialmente en el económico, por si se confirma la salida patosa de la crisis, en lo político, se vislumbra ya las elecciones autonómicas y municipales del mes de mayo con la incógnita del fin del bipartidismo y la irrupción de Podemos,  y a más corto plazo el desafío catalán;   umm…. ¡interesante panorama!
                                                                                                            Joaquin Yerga

                                                                                                                                          02/09/2014

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