¿Es la cara es el espejo del alma? En parte, creo que sí.. Mirando la cara de un individuo podemos deducir sus emociones. Por ejemplo, si está triste, si cabreado, si feliz, si sorprendido... y hasta los médicos en otros tiempos hallaban enfermedades básicamente por el color de la cara del paciente.
Durante siglos se había considerado intuitivamente una correlación entre nuestra fisonomía facial y nuestro ser íntimo, incluso se escribió muchos libros sobre ello. Fijaos que reglas había que tener en cuenta:
--Los que tienen el rostro carnoso, incluido labios gordos, suelen ser gente perezosa. Por contra los que son de cara flaca son individuos diligentes y espabilaos.
--Los que tienen la cara pequeña son avaros, roñosos, mezquinos, como los gatos y los monos. Sin embargo los de cara grande son torpes como asnos y bueyes..
El mismo Aristóteles se empeñó mucho en decirnos que los tipos que tienen las facciones desproporcionadas son gente vil, pero si las tienen bien proporcionadas (guapetes) son justos y valerosos.
Hasta hace poco aún se fiaban del aspecto del rostro para sugerir que los feos eran más propensos al crimen, a la amoralidad y la indecencia. Y no os digo nada de la lujuria, hasta yo creo reconocer a un pervertido según sea su cara.
Bueno, en realidad todo esto debemos ponerlo en cuarentena, han cambiado mucho los tiempos, fijaos lo que algún guapo que otro nos está liando en el país.. 😀😀😀
Joaquín
No hay comentarios:
Publicar un comentario