El hombre maduro difiere del joven en que toma
el mundo como es, sin ver por todas partes
males que corregir, entuertos que enderezar,
y sin pretender moldearlo a su ideal.
--Max Stiner--
¿Es la cara es el espejo del alma, como dijo Cicerón, ese magnifico orador romano?. No sé qué pensaréis vosotras. Yo creo que, en parte, sí.
Efectivamente, mirando la cara de un individuo podemos deducir sus emociones. Por ejemplo, si está triste, si cabreado, si feliz, si sorprendido... y hasta los médicos en otros tiempos hallaban enfermedades básicamente por el color de la cara del paciente.
Durante siglos se había considerado intuitivamente una correlación entre nuestra fisonomía facial y nuestro ser íntimo, incluso se escribió muchos libros sobre ello. Fijaos que reglas había que tener en cuenta:
--Los que tienen el rostro carnoso, incluido labios gordos, suelen ser gente perezosa. Por contra los que son de cara flaca son individuos diligentes y espabilaos.
--Los que tienen la cara pequeña son avaros, roñosos, mezquinos, como los gatos y los monos. Sin embargo los de cara grande son torpes como asnos y bueyes..
El mismo Aristóteles se empeñó mucho en decirnos que los tipos que tienen las facciones desproporcionadas son gente vil, pero si las tienen bien proporcionadas (guapetes) son justos y valerosos. ¡Joe, qué suertudos!, encima de guapos valientes
Hasta hace poco aún se fiaban del aspecto del rostro para sugerir que los feos eran más propensos al crimen, a la amoralidad y la indecencia. Y no os digo nada de la lujuria, hasta yo creo reconocer a un pervertido según sea su cara.
Bueno, en realidad todo lo dicho hasta ahora tendremos que ponerlo en cuarentena, han cambiado mucho los tiempos y hasta ha habido algún que otro asesino en serie guapo de cojones.
Lo que si es cierto, es que en la cara de uno se refleja toda su vida, y el hasta el sufrimiento pasado. No hay más que estudiar la cantidad y disposición de las arrugas de su rostro.
Joaquín