sábado, 15 de febrero de 2025

Escribe que algo queda

                                                                                     



Amiga, si me atiendes y me dices

puedo saber tus intenciones;

es decir, me anuncias que me amas

o que pasas de mi, que me

quieres sólo como amigo.

Pero si miras y callas me haces dudar.

No las tengo todas conmigo.

Temo la intensidad de tus

pensamientos; te he visto

suspirar mirando las estrellas.

--Joaquín--



¿Sabéis una cosa? Pues que hay una gran diferencia entre la literatura y la vida. La explicación es fácil: aquellos que escriben literatura no han estado escribiendo su vida, sino la de otros, es decir, no han vivido lo necesario.

Por el contrario, aquellos que han vivido la vida a tope, no han tenido mucho tiempo para la literatura. 

Esta regla casi se cumple siempre, pero hay excepciones: qué me decís, por ejemplo, de Cervantes: ¡menuda vida tuvo el hombre!, soldado en Lepanto, cautivo en Argel, preso en Sevilla, recaudador de impuestos etc. etc.. y aún así tuvo tiempo para escribir lo que escribió. O Lope de Vega, "el monstruo de los ingenios", escribió miles de obras de teatro y poesías, y vivió, el tipo, en perpetuo frenesí, de pendencias, exilios, y amantes, docenas de amantes..

Qué pena, otros ni escribimos nada interesante ni vivimos nada interesante, ni tenemos amantes, ni... En fin..

Joaquín







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