Nunca la duda el corazón te enfríe;
marchita la ilusión quien la razona;
no escudriñes el bien; goza y sonríe;
no te asombres del mal: ama y perdona.
--Ricardo León--
A pesar de que John F. Kennedy era católico practicante, maldito caso que le hizo al noveno mandamiento de la ley de Dios cuando dice: No desearás a la mujer del prójimo, porque deseó y mucho a casi todas las mujeres que se le ponía a tiro.
Daba igual que fuesen solteras o casadas. Según le dijo una vez al primer ministro inglés Harold Macmillan, “el día que no tengo cerca una mujer sufro dolor de cabeza”. Sin embargo, Jackie, su mujer, aun sabiendo lo que tenía en casa, no hizo apenas nada por remediar el ardor sexual de su marido.
En 1961, la tele y su gran oratoria fueron claves para que Kennedy acabara con Richard Nixon, candidato republicano. Juró el cargo de Presidente de los Estados Unidos en enero de ese mismo año y se hizo merecedor de un lugar en la gloria americana cuando en su primer discurso dijo aquello de: No os preguntéis qué puede hacer por vosotros vuestra nación, sino qué podéis hacer vosotros por ella.
Pero no todo era oro lo que relucía en esa esplendorosa corte que era entonces la Casa Blanca, o sí, depende, porque John F.K. tenía un punto flaco, su pene, y no busquen concordancia con la disfunción eréctil, sino todo lo contrario.
La más famosa de todas con la que hizo el amor la podéis imaginar, Marilyn Monroe, la espectacular actriz de Hollywood. Otra rubia explosiva que yació con éste suertudo presidente fue otra actriz, Jayne Mansfield. Se acostaron de manera esporádica durante el periodo 1957-1963.
También la atractiva actriz, Angie Dickinson, en una visita que realizó a la Casa Blanca probó en sus carnes el ardor guerrero de Kennedy. O Zsa Zsa Gábor, otra conocida actriz, rubia platino y de largas piernas hizo coyunda con el Presi. La conoció en un avión en 1952 y a partir de entonces cada vez que la necesitaba recurría a ella para saciar su fogosidad. Hizo el amor con ella incluso días antes de su boda con Jacqueline.
Pero no hay dos sin tres, también la super famosa Marlene Dietrich saboreó las mieles de sus besos. ¿predilección por las rubias?. Pues sí, porque se empiltró con la secretaria de su mujer Pamela Turnetone, con una espía soviética Ellen Romestch, con la amante del mafioso Giancana, Judith Capmpbell, las bellas actrices Gene Tierney y Grace Kelly, con Mary Meller, cuñada de su mejor amigo, y por no seguir más, que os pongo los dientes largos, con Marion Fahnestock becaria que buscaba su primer empleo en la Casa Blanca. O sea que Bill Clinton y Mónica Lewinsky no fueron los pioneros en practicar sexo oral en la sala oval ¡Con la que le cayó al pobre!...
A todo esto, John F. Kennedy estaba tullido, padecía la enfermedad de Addison, insuficiencia renal, hipotiroidismo, colitis, úlcera de duodeno, dolores agudos de espalda etc. etc. Y digo yo: ¿qué hubiera hecho el tipo este de estar sanote y no una piltrafa?.
En fin…
Joaquin
Marylin Monroe
Angie Dickinson
Jayne Mansfield
Marlene Dietrich
Zga Zga Gábor
Gene Tierney
Lo disfruto bien el jhon jejej, pícaro relato 🤗
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