lunes, 14 de julio de 2014

PSOE

El socialismo es la más perfecta y admirable realización del ideal pedagógico social, su fin, conducir al hombre a la vida completa.
     (Andreu Nin )
El socialismo es  la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia, la prédica a la envidia. Su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria.
( Winston Churchill)  

Que cada cual escoja.
 (J.Yerga)                                                        

                                                                                        
El partido socialista ha sido clave en la reciente historia de España. Fundado por Pablo Iglesias (el tipógrafo, no el politólogo de moda) a finales del siglo XIX, ha pasado en estos años (casi un siglo y medio) por diversas vicisitudes. De ser un partido marxista y anticlerical en las décadas siguientes a su nacimiento, colaborar más tarde con la dictadura de Primo de Rivera, y radicalizarse años antes de la guerra civil, participando junto a la CNT en la sublevación de Asturias. En esta etapa  engendró líderes tan reconocidos y apreciados como Besteiro o Indalecio Prieto, moderados con sentido amplio de la política europea del momento, personajes ambos dialogantes con intención de anteponer el bien general de la nación a ideologías extremistas, pero también alumbró a ideólogos revolucionarios  partidarios y simpatizante de la antigua URSS de Stalin como Largo Caballero, autor de la frase, el socialismo es incompatible con la democracia. De todas maneras esas posturas duras, marxistas y medio subversivas estaban en parte justificadas teniendo en cuenta el contexto de la época, en donde los proletarios carecían de los derechos más elementales y las clases bajas permanecían ignorantes y paupérrimas.
A partir de la transición y después de un periodo mediocre, cuando no opaco, durante la dictadura de Franco, resurge de la mano de Felipe González. Es en esta época cuando el partido se convierte en hegemónico y vital para la prosperidad y estabilidad de nuestro país. Conscientes de que para gobernar  una nación democrática, europea y con los socios más importantes del globo como Francia, Inglaterra, USA etc. habría que renunciar al marxismo, lo hace y se convierte en un partido de mayorías, con ideas propias pero moderadas como la aceptación del sistema capitalista de mercado, de la monarquía parlamentaria y de la permisividad con las actividades de la iglesia católica, comprendiendo que esta era aun mayoritaria en el sentimiento religioso de los españoles.
Poco a poco,  aun con la UCD en el poder, se iba vislumbrando sus intenciones, después, ya en el gobierno y con la legitimidad que le dieron los españoles ávidos de ser guiados por un partido de izquierda, cosa que no había ocurrido desde antes de la guerra civil, fue perfeccionando, cuando no transformando todo lo bueno que ya había emprendido el partido de Suarez.
Con Felipe González como presidente, el partido se hizo más pragmático, se modernizó y tuvo que renunciar a muchos de sus ancestrales ideales. España entró en el mercado común europeo, con todo lo bueno que ello supuso, en la OTAN , imprescindible decisión para pertenecer al selecto club de naciones occidentales democráticas  y el país creció en derechos y en economía como nuca lo había hecho antes.
También en esta época y gracias al trasvase de fondos de la UE y de otras regiones ricas del país, la España profunda y depauperada cambió radicalmente, se hicieron las primeras autovías y el primer Ave. En materia de seguridad interna se domesticó a las fuerzas armadas para que nunca más oyéramos  los sempiternos ruidos de sables de los jefes del ejército más conspicuos. Luego a partir de 1996 debido a varias cuestiones turbias perdió el poder que pasó a manos del otro gran partido de la nación, pero su labor y su impronta, necesaria por otra parte, quedó en el alma del país que ya no volvió a ser el mismo afortunadamente.
Toda esta magnífica labor la realizo un Psoe que supo y quiso actualizar y adaptar sus principios a un mundo ya diferente a cuando se creó allá en el 1879, un partido y unos dirigentes que antepusieron la prosperidad y estabilidad de todos los españoles conscientes de que debían renunciar a mucho para conseguirlo todo.
Ahora ha pasado el tiempo, las circunstancias son otras pero el esfuerzo ha realizar es muy parecido al de entonces. La crisis que hemos padecido ha hecho mella en todos los partidos convencionales  y este no se ha librado. En mi opinión y ahora que acabamos de saber que el nuevo líder a dirigir la organización es Pedro Sánchez, de los tres candidatos el mas capacitado, hace falta un periodo de honda reflexión  y revisar todas las premisas primordiales del partido.
El éxito de algunas organizaciones de ultra izquierda en el panorama político español no debe confundir al Psoe  y llegar a hacerle pensar, como muchos creen, que para ganar posiciones y recuperar su antaño esplendor hay que virar mucho más a la izquierda, a mi entender se equivocaría. Si el partido gano dos elecciones generales por mayoría absoluta con González y volvió a ganar años después con Zapatero otras dos elecciones no fue precisamente por ocupar espacios extremos, sino por ser un partido de centro izquierda que a mi parecer son la tendencia mayoritaria de los españoles. Ya lo dijo aquel, el Psoe es el partido que más se parece a España.
Si a un español medio se le pregunta cuál es su ideología, responderá con seguridad que es de izquierda o centro izquierda de toda la vida pero si desmenuzamos ese magno pensamiento por partes, a la manera de preguntas, las respuestas a todas aquellas no coincidiría con su posición general, por ejemplo…gran parte de ellos que se considera afín a esa doctrina, no consentiría una Cataluña independiente, ni les dejaría votar en una consulta; serian muy duros con las leyes de seguridad ciudadana ( la opinión que circula por mentideros es que los criminales entran por una puerta y salen por otra),incluso en un referéndum que se hiciera a favor o en contra de la pena perpetua o de muerte a grandes delincuentes o terroristas no tengo dudas del resultado, he oído en varias ocasiones a gente mayor que alardean de ser votantes de Izquierda Unida decir que con Franco no pasaban estas cosas. En el tema de la inmigración masiva, en mi opinión una gran mayoría de compatriotas estaría a favor de endurecer las leyes para impedir ese fenómeno contemporáneo que creen que les perjudican. Todas estas, supuestas respuestas y mas que omito, atendiendo a hipotéticas ideologías, pertenecerían a  personas de derechas y sin embargo como dije antes son gente que votan a partidos de todo el espectro de la izquierda.
Soy de la opinión de que un partido Socialista fuerte y con futuro es vital para España junto con los conservadores, debe tener muy en cuenta sus prioridades y la de los ciudadanos que les votan. Hay líneas rojas que no se deben traspasar,sobre todo en la estructura del estado. A la hora de hipotéticas escisiones de algunas regiones del país hay que tener las ideas claras, el poder reside en todos los españoles que es la base de toda democracia y son las leyes que nos hemos dado, no vale el vacuo concepto de que los pueblos tienen derecho a decidir su futuro, en la creencia de que estos pueblos estuvieran oprimidos. Imaginemos por un momento que La Moraleja (15.000 hab. y con un PIB superior siete veces al resto del municipio de Alcobendas 120.000 hab.  al que pertenece, se quisiese independizar, cosa que ya intentó en el pasado reciente ) ¿qué pensarían los dirigentes de la Izquierda de este país ¿ pues algo parecido ocurre con Cataluña y el País Vasco con respecto a España ¿ donde se recaudaría el dinero para financiar a los menos favorecidos de las regiones más pobres Andalucía y Extremadura ( por cierto con mayorías decimonónicas de izquierda)?
Otra línea roja que debe tener en cuenta el nuevo partido renovado, la forma de gobierno, actualmente monarquía parlamentaria, cualquier proposición nueva, léase republica o federalismo debe ser consensuada con la otra mitad ideológica del país, no se puede cambiar leyes básicas con el rechazo profundo de la mitad del censo y para terminar debe haber acuerdo si o si con el otro gran partido, y también forman parte de la estructura de la nación, la política exterior y la irrenunciable separación de los tres poderes básicos del estado el legislativo ,el ejecutivo y el judicial.
Con estas grandes miras el partido tendría las simpatías de gran parte del pueblo español, al margen claro está de las proposiciones que tenga para el resto de políticas que esto está, faltaría más, en su derecho de aplicarlas. Confiemos.
                                                                                                              
                                                                                                                                      Joaquín Yerga
                                                                                                                                            14/07/2014

  

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