A propósito de la vida
Las células de nuestro cuerpo se renuevan una serie limitada de veces durante una vida entera, y cada vez que sucede se debilitan un poco hasta llegar a estar exhaustas, a este proceso le llamamos envejecimiento. Lógicamente cuantas más veces se repliquen, es decir mas años vivamos, más posibilidades hay de que alguna falle en su programación de, "suicidarse", y por lo tanto dimane en cáncer.
Una
vez, hace ya tiempo, se realizó una prueba médica espectacular en
los Estados Unidos. Se recogieron y conservaron en probetas células
tumorales de una enferma con cáncer. De esto han pasado ya más
de sesenta años. Ésta paciente, Henrietta Lacks, murió
poco después pero sus células malignas siguen
reproduciéndose furiosamente en varios laboratorios del mundo y así
seguirán eternamente, es decir, ¡son inmortales!.
Nuestro
cuerpo pudiera aguantar algún día no muy lejano hasta
la envidiada edad de 130 años. Con los muchos
conocimientos sobre salud de los que gozamos actualmente y con
el bienestar económico de una mayoría de la población, los seres
humanos podremos permitirnos el lujo próximamente de llegar a la
llamada “tercera edad” en una situación inmejorable.
Bien es verdad que para ello muchos habremos contraído, y sanado
después, algún tipo de cáncer.
Joaquín
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