Sabido es que con mucha gente es difícil discutir, pero hay tres tipos de personas con las que imposible. Fijaos:
El que explota a la primera
Con él, cualquier conversación se convierte en discusión. En vez de diálogo, una competencia emocional. Puedes estar hablando de lo más trivial… y de pronto ya están peleando como si fuera un juicio.
El que te odia en silencio
A veces se nota. Tú hablas y tus palabras son retorcidas. Das una opinión con buena intención y te la ridiculiza. Eres sincero, y te responde con sarcasmo. No es una charla: es veneno disfrazado de diálogo. Y lo peor: tú no hiciste nada, solo que esa persona tiene un rencor escondido y lo disfraza de “objetividad”.
El altanero que se siente superior
Él todo lo sabe. No escucha, solo espera el momento de soltar su “te lo dije, Además no le interesa tu punto de vista. Para él, tu opinión es puro ruido de fondo. No conversa, da cátedra. Y ni se da cuenta de que tú ya te fuiste en silencio.
Mi moraleja es sencilla:
No gastes saliva con quien no escucha, no hables con quien no quiere conversar contigo; las palabras solo tienen sentido cuando alguien de verdad quiere entenderlas.
Por cierto, de los tres tipos, con los del primero son los que peor me llevo

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