Con mucha gente es difícil discutir, pero hay cinco tipos de personas con las que imposible. Fijaos:
El necio empedernido
Es el típico que siempre tiene la razón. No escucha: solo espera el momento de soltar su “te lo dije”. Hablar con él es como hablarle a una pared.
El pseudoexperto
Cree que lo sabe todo, pero apenas conoce lo básico. Se la pasa lanzando términos “inteligentes” que ni siquiera entiende bien. Y aunque no tenga ni idea del tema, va a intentar convencerte de que él sabe más que nadie.
El que explota a la primera
Con él, cualquier conversación se convierte en discusión. En vez de diálogo, una competencia emocional. Puedes estar hablando de lo más trivial… y de pronto ya están peleando como si fuera un juicio.
El que te odia en silencio
A veces se nota. Tú hablas y tus palabras son retorcidas. Das una opinión con buena intención y te la ridiculiza. Eres sincero, y te responde con sarcasmo. No es una charla: es veneno disfrazado de diálogo. Y lo peor: tú no hiciste nada, solo que esa persona tiene un rencor escondido y lo disfraza de “objetividad”.
El altanero que se siente superior
Él todo lo sabe. Él ya “salió adelante” y ahora mira desde arriba. No escucha, no le interesa tu punto de vista. Para él, tu opinión es puro ruido de fondo. No conversa — da cátedra. Y ni se da cuenta de que tú ya te fuiste en silencio.
Mi moraleja es sencilla:
No gastes saliva con quien no escucha, no hables con quien no quiere conversar contigo; las palabras solo tienen sentido cuando alguien de verdad quiere entenderlas.
Por cierto, de los cinco tipos, el tercero son los que peor llevo
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