El interés es el perfume del capital.
(Voltaire)
Seguramente algunos
de los que lean este articulo no compartan conmigo todo el contenido ni tampoco
la idea general que pretendo transmitir al escribirlo, pues ya les adelanto que tan solo quiero hacer
constar un hecho que está establecido desde hace mas de doscientos años en
nuestra sociedad y que por otra parte son reglas reconocidas del mercado libre,
aquí y en la Cochinchina, me estoy
refiriendo a las gestiones propias de las entidades de crédito, (los bancos).
Los bancos y las
entidades de crédito en general hacen su papel, y muy práctico por cierto en
nuestras vidas cotidianas. Hoy en día una gran parte de las empresas de nuestro
país y del mundo en general se financia
a través de los bancos, si no fuera por ellos sería imposible mantener el ritmo
de innovación y crecimiento de una sociedad que pretenda prosperar. Pocos
empresarios tienen el dinero suficiente y
a tocateja para abrir un local, comprar los enseres y productos a los
proveedores y hacer frente a multitud de gastos que genera cualquier negocio.
Imaginemos por un
momento que no existieran los bancos ¿A quién pediríamos dinero prestado para
adquirir nuestras casas? Porque claro, sería
impensable esperar a tenerlo ahorrado para comprarla, media vida se nos iría en
la espera. Reconozcámoslo, los necesitamos para poder comprar a plazos, si no
lo hicieran ellos alguien tendría que hacerlo y con la misma usura por no decir
más, fijémonos en las empresas particulares de préstamo que tanto proliferan
con la crisis, eso sí es pura rapiña.
Después de abrir boca con estos dos ejemplos arriba
descritos voy a enumerar otras cuantas ventajas que nos proporciona la existencia de los bancos. Luego mencionaré también
algunos menos simpáticos, que los hay.
¿Qué me dicen de las
tarjetas de crédito, con las comodidades que de su uso hacemos ¿ No me negaran que es un adelanto
imprescindible para nuestro bienestar. El trabajo ahorrado gracias a este trozo
de plástico es inconmensurable, acordémonos, porque no hace mucho tiempo de
ello, cuando teníamos que ir con la cartera llena de billetes en la faltriquera
para comprar cualquier objeto medianamente costoso, ¿Y el peligro que conllevaba de ser sustraída por cualquier caco con ganas de amargarnos el
día?
Otras excelencias que
hacen imprescindible la existencia de los bancos: ¿Qué hacemos con los
ahorrillos más o menos cuantiosos que casi todo hijo de vecino conseguimos
atesorar a lo largo de cierto tiempo, ¿Lo
metemos debajo de un ladrillo? ¿En el tarro de la azúcar en la cocina? ¿En el
refajo de la abuela ¿ Lógicamente ya nadie hace eso, lo trataríamos de avaro o
cromañón. Es ahí, en esas entidades
donde (a pesar de lo que se cree) más
seguras están nuestras antiguas pesetas, además si roban en el banco allá ellos
con sus seguros, nuestro dinero ni tocarlo.
¿Y los pagos que
realizamos a través de trasferencias,
cheques etc.¿ Nadie hará ascos de la comodidad que conlleva el hacerlos desde
nuestras propias casas y desde nuestro ordenador, o incluso el aparcamiento del
coche, poder abonarlo vía móvil. Para estos menesteres el banco es
indispensable. Evidentemente hoy nuestro sentido común nos dice que no
podríamos subsistir sin los bancos… bueno sin exagerar, insinúo que sería imposible hacerlo sin ellos aquí, en
nuestra confortable sociedad, modelo de bienestar occidental aceptado por todos…
supongo.
El gran negocio
bancario tiene también de positivo que al ser ellos los depositarios de los
grandes capitales de un país, son los que están detrás (poseedores de acciones)
de las mayores corporaciones industriales y de servicios que necesita cualquier
nación que se precie. A través de ellas con sus redes y sistemas de
distribución nos suministran los elementos necesarios para nuestro bienestar: gas, petróleo, electricidad etc. haciendo
grandes inversiones que si no fuese así no se podría realizar, claro que no lo
hacen gratis como es lógico.
Es cierto que los
bancos gozan de mala prensa y ellos (algunos) tienen mucha culpa de esa desafección de la gente.
Aquí en España, por nuestro pasado católico y cierta cultura trasnochada
siempre ha estado mal visto la práctica de la usura (entendiendo esto como
prestar dinero a cambio de unos intereses) lo tenían que hacer los judíos, ya
desde la alta edad media porque a los cristianos prácticamente se les estaba
prohibido, la iglesia lo veía con malos ojos, era ilícito hacer negocios. Esto
demuestra la gran distancia cultural y económica entre el mundo protestante,
norte de Europa (que si permitía estos
hechos incluso lo fomentaba) y el católico (sur de Europa) pobre y milagrero.
Los españoles odiamos
a los bancos pero hacemos buen uso de ellos y solemos mezclar hechos y
conceptos, por ejemplo cuando afirmamos rotundamente que se ha rescatado a los
bancos, no es del todo cierto, tan solo se han rescatado a algunos (cajas de
ahorros) todos gestionados por políticos, Bankia, Caixacataluña, Caixagalicia o
Caja Castilla la Mancha etc. y lo que se ha pretendido es salvar a los
ahorradores de esas entidades que de
otra forma habrían ido a la ruina, millones de ellos. La alternativa hubiese
sido dejarlos caer y hay estudios que nos dicen que el coste para el país
hubiera sido tremendo, cuatro veces más. Otra cosa son los dirigentes de esas
cajas, ahí, que la ley haga bien su trabajo. A los bancos estrictamente
privados (BBVA, Santander, Popular etc.) no hemos tenido que dejarles ni un duro,
más bien al contrario, han colaborado con el saneamiento financiero español.
Por cierto esto que ha pasado en nuestro país
ya pasó en la mayoría de los de Europa. Todos esos gobiernos y de
cualquier color político han rescatado gran parte de su banca, de no hacerlo
hubiera sido (como dije antes) mucho peor.
Luego está el pequeño
o gran acto de hipocresía que solemos hacer todos a menudo cuando exigimos a
los bancos el máximo interés por nuestros ahorrillos. Es más, visitamos varias entidades y nos quedamos en
la que nos ofrecen mayor porcentaje. Estos ahorros lo invertimos en depósitos (ahora
en retirada por su bajo interés) o fondos de inversión, incluso en planes de
pensiones, pues que sepamos que con esos pequeños capitalitos de cada uno las gestoras que los administran compran empresas en
dificultades, edificios en calles emblemáticas, centros comerciales o grandes
paquetes de viviendas de morosos (llámese también desahuciados). Invierten así mismo en negocios petrolíferos
(que degradan el medio ambiente) y hasta en empresas madereras que talan la
selva ecuatorial desertificando países
del tercer mundo, con la consiguiente merma de espacio vital para los
indígenas. Todo eso y más hacen con nuestro dinero, y cuanto más interés
pidamos, más agresivas y falta de
escrúpulos son las gestoras de esos fondos, que tienen que hacerlo para darnos
a nosotros el cinco o seis por ciento de ganancias, mas las que se llevan
ellos ¡claro!
Sin pretender ser
moralista, ¡Dios me libre!, todos y yo
el primero cuando despotriquemos de los bancos (muchas veces con razón) tenemos
que ser conscientes que también nosotros contribuimos al gran negocio bancario
cuando pedimos el máximo interés por nuestros ahorros. En fin…como decía aquel
eslogan de: Hacienda somos todos,
también yo lo aplicaría de alguna manera a: Los
bancos somos todos y me quedaría tan ancho.
Joaquín yerga
26/06/2015