Ya he comentado antes que
con ciertos gremios hay que ir con mucho cuidado, hay que gestionar y tratar
sus reivindicaciones con rigor pero también con delicadeza; por
ejemplo los taxistas, por los grandes
atascos que producirían en caso de descontento, los basureros, el impacto de
una huelga suya seria demoledor y por supuesto los trabajadores del transporte
urbano que colapsan la ciudad. Lo de los barrenderos, ya lo estamos viendo.
Además del retrato
lamentable que proyectamos al exterior, están los enormes perjuicios que se
está ocasionando a restaurantes, tiendas y todo tipo de locales de ocio. Una
parte importante del PIB madrileño lo proporciona el turismo ¿Cuántos puestos
de trabajo se destruirán o no se crearan ¿ Y todo esto por perjudicar, o no, a
unos cientos de empleados. ¿Merece la pena ¿ Al final los perjudicados seremos
los seis millones y medio de habitantes de la región, puesto de que toda la
zona metropolitana esta interconectada. Por supuesto no me olvido de lo
principal y es el mal olor y la podredumbre que tienen que soportar los sufridos
vecinos de la urbe.He oído algunos comentarios estos días comparando o haciendo similitudes de esta huelga de Madrid con otras, salvajes o indefinidas que hemos tenido en otras ciudades españolas Jerez por ejemplo, como si fueran comparables y no lo es en absoluto. Madrid es la capital de España, y ciudad emblematica ,la tercera metrópolis de Europa,lugar de residencia de embajadores, reporteros, enviados especiales del mundo etc. Madrid es semejante a Londres, Paris etc. y nadie se imagina estas ciudades con el aspecto desolador que presenta la nuestra.
A mi parecer habría varios culpables de la situación actual. Por una parte los sindicatos por permitir los falsos piquetes informativos que al primer día de huelga se dedicaron a destrozar el mobiliario urbano y desparramar la basura por las aceras. La empresa por querer hacer un recorte brutal y desproporcionado de Eres y salario, inasumible. Y sobre todo la alcaldesa por no haber hecho absolutamente nada para impedir esta huelga. Se sabía con dos meses de antelación de la convocatoria de la misma y en vez de sentar en una mesa a los agentes implicados y haberles conminado tajantemente a buscar un acuerdo e impedirles salir sin acuerdo, se escandaliza ahora como una novata de que no se cumplen los servicios mínimos y apela a la responsabilidad de los sindicatos y empresas. ¿Es posible que no supiera que a las primeras de cambio que el aspecto de las calles iba a ser el que fue?? Pensaba que los trabajadores se quedarían con los brazos cruzados, en sus casas, hasta el fin de la huelga como seres angelicales ¿En qué mundo vive esta mujer. Será consciente del daño y perjuicio que está causando todo esto, yo creo que no y así nos va.
Joaquín Yerga
12/11/2013
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