Amiga...
No sé si alguna vez se te ha
ocurrido pensar en mi.
Yo si sueño con volver
verte.
Desde que no sé de ti
algo ha cambiado
en mi vida; sin duda a peor.
De repente encontré la
realidad y te juro
que no me gusta lo que he
hallado...
A veces fantaseo que estás
conmigo
y vuela mi imaginación al
infinito;
eso me permite aguantar la
angustia.
Otras veces me creo que eres tú
la que me llamas
y cojo rápido el teléfono
esperando oír tu voz
vacilante al otro lado
suplicándome que vuelva,
que no puedes más.
Incluso imagino verte desde
mi ventana esperándome,
inquieta y ansiosa por verme
aparecer.
Pero enseguida se me hace real
el pasaje,
y ante tu ausencia
vuelvo, anímicamente vacío,
a mis quehaceres.
--Joaquín--
Antes de visitar cualquier lugar
fuera nuestras fronteras o de traspasar la línea divisoria que
separa nuestra tierra más cercana con el más allá ignoto,
deberíamos empaparnos de nuestras excelencias nacionales.
Bien es verdad que viajar de
manera frecuente cura los nacionalismos más exacerbados, pues uno se
percata de que no siempre lo suyo es lo mejor, pero debemos disfrutar
lo nuestro en primer lugar que, a fe de los millones de turistas que
nos visitan, no debe estar nada mal.
Reconozco haber cruzado en escasas
ocasiones nuestras fronteras; sólo cuatro o cinco países además
del nuestro conozco, pero a cambio si he colmado suficientemente
mi retentiva visual con las esencias de nuestro país.
De la España peninsular me
jacto de haber estado en todas y cada una de nuestras regiones.
Alardeo de conocer gran parte de las capitales provinciales y sus
pueblos más importantes, no en vano he dedicado muchas etapas de mi
vida a visitarlos. Con este bagaje, explorador y viajero, me creo con
la autoridad suficiente como para reafirmar la belleza de nuestra
diversidad.
Puedo y debo ratificar la
peculiaridad y el exotismo andaluz como algo único
en Europa, en donde sus costumbres y tradiciones han sido
tan atractivas que han impregnado de ellas (a ojos de cualquier
extranjero) a todo el país entero. En cualquier parte
de Europa, por no decir del mundo, identifican a toda
España con las tradiciones más genuinas andaluzas. Esto
lamentablemente no siempre es bien entendido por los habitantes de
otras regiones; a algunos les repatea identificarse con ello.
Imagino que no hace falta decir quienes…
Me gusta Cataluña y
su principal ciudad, Barcelona, a rabiar. Reconozco a ésta
última como una de las más atractivas del mundo; sus millones de
visitantes así lo corroboran. Si me dieran a elegir yo la situaría
como la más espectacular de nuestro país en todos los sentidos, a
la par con Madrid. Nunca le estarán los catalanes
suficientemente agradecidos a Gaudí, por lo mucho que hizo éste por
ellos.
Del País Vasco conozco
sus tres provincias y sé que no remuevo conciencias si alabo
sus bellos paisajes y sus recoletos puertos pesqueros, porque todo el
mundo es sabedor de ello. De aquí me quedo con Bilbao, su mayor
ciudad y por la metamorfosis que ha tenido ésta
últimamente. Han transformando sus anquilosados muelles y unos
astilleros herrumbrosos en una sorprendente zona moderna,
adornada con museos como el Guggenheim, avenidas como su Gran Vía, y
mejorado su espectacular ría. Otros habrán que prefieran San
Sebastián (La Bella Easo). ¡Y es que ya se sabe,
sobre gustos!..
Castilla y León, la más
vasta región de España, y también de Europa, tiene
suficiente extensión como para ser muy diversa. Me quedo con sus
nueve capitales provinciales. Quizás son las que poseen más
"Monumentos Patrimonio," del país. Sus
catedrales góticas y sus numerosas pequeñas iglesias románicas las
hacen únicas. Puesto a escoger, sin dudarlo, me decido
por Salamanca en lo urbano, y con el paisaje de León.
Aunque por motivos familiares me apetece significar también a
Zamora, la que más he pateado.
De las regiones más desconocidas
tal vez Aragón sea la más de todas.
Geográficamente extendida de norte a sur, la hace, por
tanto, tomar paisaje y clima del centro peninsular pero también del
norte pirenaico. Aquí todo se lo lleva Zaragoza de
manera apabullante. La mitad de la escasa población de la autonomía
se concentra en ella.
Zaragoza climatológicamente
es dura, pues va de los fríos y ventosos inviernos a
las tórridas canículas veraniegas. Ésta, si no hermosa pero si
interesante, ciudad hace la número cinco en importancia económica y
poblacional de España.
Todos pensaremos, y creo no
equivocarme que Galicia sea una de las zonas
más singulares del país. El acervo cultural y lingüístico de sus
habitantes, su masa forestal y paisajística, y la dualidad
costa-interior la hace peculiar. La campiña orensana y la
ciudad de La Coruña, acapararían mis preferencias.
Asturias patria
querida. Un buen himno seria para el conjunto del país.
Seguro que en esto nos pondríamos todos de acuerdo. Qué decir de
sus verdes praderas y sus hermosas ciudades, sobre todo Oviedo…
Como dicen ellos: Asturias es España, el resto, tierra
conquistada.
Cantabria, cuna de
la España verde. Zona castellana de toda la vida que,
sin embargo, la nueva distribución geográfica, dispuesta
durante la transición, la separaron de la vieja Castilla y la
hicieron autonomía uniprovincial. Santander y su bahía es
una de las más valiosas joyas de las que debemos presumir.
Dura es la insistencia de los
vascos nacionalistas por incorporar Navarra a su
zona de influencia. Qué duda cabe que la parte occidental de
ésta es euskalduna, pero de ahí a querer monopolizarla toda va un
trecho. Lo mejor de ella: sus valles pirenaicos, y Pamplona,
la ciudad fundada por el general romano Pompeyo. Por
cierto, tan española que nada mas autentico Made
Spain que sus San Fermines. No obstante, ahora
gobernada por los radicales aberzales, intentarán
desespañolizarla a marchas forzadas, tal y como han hecho con Bilbao
otras fuerzas nacionalistas.
La cuna del castellano que fue el
monasterio de S. Millán de la Cogolla, (ahí moraba el
primer poeta conocido en nuestra lengua, Gonzalo de Berceo) está
ubicada ahora en otra miniautonomía, La Rioja. Ésta
al igual que Cantabria, había sido castellana desde
siempre, pero, azares de la vida, ahora es independiente de
ella… ¡Claro! que su población cabe toda ella en el
madrileño barrio Del Pilar. Me pido Logroño, y
una copa de su…bon vino, como diría Berceo en su castellano
antiguo.
Valencia, un autentico y
entrañable tesoro más de nuestras Españas. A lo largo de sus
tres provincias se cuenta y no se acaba de su
magnificencia. Sus costas (masificadas según los conservacionistas),
albergan un ramillete de pueblos y ciudades vacacionales tan
extraordinarios que hacen la delicias de foráneos y foráneas; como
dirían ahora (sobre todo las de pelo rubio como la cerveza y ojos
azules como su mar). ¡Que no me toquen Benidorm!... Tampoco
Valencia capital, la tercera y bien merecida urbe nacional. Y
mira si las quiero a todas que por quedarme me quedo hasta
con Torrevieja… ¡Qué ya son ganas!..
Un poco más abajo de la anterior
y pegada a ella deslumbra Murcia; la huerta española de
toda la vida… Ahora quizás superada por el cultivo bajo plástico
de su vecina Almería. Murcia lo tiene todo menos agua
dulce. Posee buenas playas, buena tierra y bonitos pueblos... ¡Qué
harían aquí si hubiese funcionado el trasvase del Ebro!... De
escoger alguna ciudad me quedo con Cartagena, la antigua
"Cartago Nova" de los cartagineses (los fenicios
africanos). Qué historia más apasionante tiene esta bonita
ciudad, de 2500 años de antigüedad.
Castilla la Mancha,
asociada a Cervantes y su Don Quijote, a pesar de
haber nacido éste en Alcalá de Henares. La antigua Castilla la
Nueva, por ser la última que arrebatamos a los moros. ¡Cuánto
habría que hablar de ella!.. De toda, destaca
nuestro Toledo, la ciudad monumental, la primera capital
de España con los visigodos. Toledo es una
reliquia arquitectónica que nos sobrevive. El, Toletum romano
y medieval fue ejemplo de convivencia de las tres
culturas occidentales: la cristiana, la judía y la musulmana.
Extremadura tierra
de conquistadores. Por cierto, procedían de
aquí porque ya en esa época tan lejana estaba en marcha
la emigración masiva. Tal vez la tierra mas olvidada de nuestro
país. Por ser cuna de latifundios junto a Andalucía, pero con
menos privilegios naturales que ésta, hemos estado condenados al
subdesarrollo más significativo. Ahora que priva lo sano y
virgen y huimos de la masificación, esperemos sacar rédito a
nuestras bellezas naturales aun inexploradas.
Madrid, rompeolas de todas
las Españas. La conozco bien y por opinar de esta región podría
decir maravillas. Tan solo aconsejar que la visiten en profundidad
porque tiene tesoros: arquitectónicos, museísticos y urbanos,
increíbles, y que la mayoría de españoles desconocen. Con
decir que aquí se ha creado, gestado, urdido, atesorado o
solventado, todo lo medianamente importante que nos ha sucedido a los
españoles durante los últimos quinientos años es suficiente,
o no.
Dicho queda...
Joaquín